La disputa que protagonizaron los gobiernos de Colombia y Perú sobre la isla de Santa Rosa llevó a que delegados de los ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países se encontraran durante dos días para analizar la situación de la región de la Amazonía, donde está ubicado ese territorio.

En medio de la reunión, que convocó a la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Peruano-Colombiana (COMPERIF), las dos partes acordaron realizar estudios técnicos sobre la navegabilidad del río.

“La reunión se desarrolló en un espíritu de firme voluntad de cooperación, orientado a retomar las actividades de la COMPERIF. Las delegaciones del Perú y Colombia destacaron su compromiso de desplegar esfuerzos conjuntos para preservar las condiciones de navegabilidad en el sector Atacuari-Leticia del río Amazonas, en beneficio de las poblaciones ribereñas de ambos países”, afirmaron las cancillerías de ambas naciones en un comunicado conjunto.

El encuentro de la Comperif se había acordado desde la reunión bilateral que sostuvieron los cancilleres de los dos países en Bogotá desde el pasado 21 de agosto. Esta nueva cita, que se desarrolló entre el 11 y el 12 de agosto, tuvo lugar en desde Lima, como un mensaje del espíritu de bilateralismo con el que se están llevando a cabo estas conversaciones.

“En este contexto, se acordó completar los estudios técnicos iniciados con anterioridad en el marco de esta Comisión Mixta, los cuales contribuirán a identificar e implementar, de común acuerdo y bajo una aproximación de responsabilidad compartida, soluciones a los desafíos que afectan la frontera común”, apuntaron en ese comunicado.

La disputa por la isla de Santa Rosa comenzó por cuenta de las declaraciones del presidente Gustavo Petro en las que el mandatario acusó a la administración de su contraparte, Dina Boluarte, de estar cooptando el territorio colombiano en esa parte de la Amazonía.

Desde entonces, el Estado del Perú incrementó su presencia en ese territorio que se formó en medio del caudal del río Amazonas desde hace alrededor de seis décadas, muchos años después de que se había firmado el Tratado Salomón Lozano con el que se delimitaron las líneas fronterizas.

Las dos partes de esas conversaciones también aprobaron un plan de actividades destinado a abordar problemas como la sedimentación y la erosión, cronograma que se realizará a través del monitoreo del río Amazonas.