Una vez más el Congreso de la República está en el ojo del huracán por cuenta de la decisión que tomaron las mesas directivas del Senado y de la Cámara de Representantes: tomarse la semana de receso.

Aunque el Congreso es una de las ramas del poder y puede tomar sus decisiones autónomamente, la polémica está servida porque los legisladores ganan más de 50 millones de pesos mensuales y gozan de periodos amplios de vacaciones, aunque ellos prefieren llamarlos recesos legislativos.

Al margen de las explicaciones que cada congresista dé, como por ejemplo que mientras no se está en el Capitolio se hace trabajo en el territorio, la realidad es que esta semana de receso fue aprovechada por la mayoría de senadores y representantes para hacer campaña política y otros para irse de paseo.

En el caso de la Cámara, la única sesión plenaria de la semana se adelantó el 6 de octubre y volverán a labores el 14 del mismo mes. Es decir, que en esta corporación serán siete días de vacaciones los que tendrán los representantes.

Por los lados del Senado el descanso será más amplio porque no sesionó en esta semana, volverán el 14 de octubre y tendrán en total 11 días de vacaciones.

La polémica en redes se ha dado porque los congresistas de Colombia tienen tres meses de vacaciones que se reparten entre diciembre y febrero y se suman a las que se dan entre el 20 de junio y el 20 de julio.

Congreso de la República de Colombia | Foto: Guillermo Torres Reina

Además, porque la semana de receso está establecida para los estudiantes en Colombia y aunque muchos padres de familia hacen el mayor esfuerzo para pedir unos días de descanso, ningún trabajador en Colombia tiene el privilegio de tomarse toda la semana sin problema alguno.

Otro aspecto que está siendo criticado es que el Congreso sesiona dos o tres días a la semana y no se entiende por qué las mesas directivas de las corporaciones tomaron la decisión de tomar todos los días de descanso.

Aunque parezcan pocos días, este tiempo de descanso que se tomó el Congreso de la República, sin duda, frenará la agenda legislativa, ya que el calendario está ajustado porque el periodo terminará el 16 de diciembre y quedan pocas semanas para poder evacuar todos los proyectos y reformas que están pendientes de trámite.

En la Cámara, y tras una reunión de voceros, se determinó que se sesionaría el pasado 6 de octubre, que el 13 se reunirán para anunciar el debate del Presupuesto General de la Nación y que las plenarias se harán con normalidad el 13 y 14 del mismo mes.