El presidente del Congreso, Roy Barreras se pronunció en la tarde de este lunes sobre una publicación de SEMANA en la que se analiza cómo se citó y se votó la conciliación de una iniciativa legislativa en la que, entre otras disposiciones, quedó abierta la posibilidad de que Iván Márquez, uno de los jefes de las disidencias de las Farc, negocie nuevamente con el Gobierno nacional.

Esta revista tituló ese análisis: “Mientras los colombianos dormían, Senado subió al bus de la ‘paz total’ a Iván Márquez y dejó vivo el servicio social para la paz”, haciendo referencia a que la conciliación del proyecto que prorroga y modifica algunos aspectos de la Ley 418 o de orden público en el Senado fue citada a altas horas de la noche y votada en la madrugada del pasado jueves 3 de noviembre.

El hecho causó controversia entre diferentes sectores políticos y varios congresistas -especialmente de la oposición al gobierno del presidente Gustavo Petro- se quejaron por lo atípico y sorpresivo del procedimiento para concluir el trámite de esta norma en el Senado.

Este lunes en la tarde, Barreras se refirió a la publicación de SEMANA: “Estábamos muy despiertos! LOS OJOS puestos en la PAZ TOTAL. Otros añoran la guerra total y enviar a los hijos de los pobres como carne de cañón. (Máquinas de guerra decía Molano)”, manifestó el congresista en su cuenta de Twitter.

La conciliación del proyecto que amplió y modificó algunos aspectos de la Ley 418 o de orden público -llamada por algunos la ley de ‘paz total’- fue aprobada con 63 votos por el “sí” y cuatro por el “no”, en la madrugada del jueves 3 de noviembre pasado.

Aunque la corporación estaba concentrada -en la sesión del miércoles 2 de noviembre- en la votación de la reforma tributaria, Barreras sorprendió al pedir que se anunciara la conciliación y citó a la plenaria para las 12:05 a. m. del jueves 3 de noviembre. Es decir que, en efecto, se citó y se votó mientras la mayoría de los colombianos dormía.

En ese momento, congresistas como la senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, partido que no votó dicho trámite, aseguraron que no hubo tiempo de estudiar el texto ante la sorpresiva decisión de Roy Barreras. “La conciliación tiene temas muy importantes, por ejemplo, revive el servicio social para la paz que acá se eliminó. Agrega tres artículos nuevos y en el segundo faculta al Gobierno para negociar con las disidencias de Farc”, dijo la congresista en ese momento.

El senador por Cambio Radical David Luna fue otro de los inconformes y pidió postergar la votación, aunque su solicitud no fue tenida en cuenta: “Nosotros desde Cambio Radical hemos acompañado este proyecto, pero del afán no queda sino el cansancio. A las 11:55 p. m. nos citaron para votar esta conciliación -y después de votar la tributaria-, así que deberíamos dejarlo para otro día sin problema alguno. No podemos hacer esto en medio de la penumbra”.

A pesar de las peticiones, Barreras sometió a votación el informe de conciliación que fue aprobado rápidamente y en el que quedó contemplado que disidentes de las Farc como Márquez, señalado por las autoridades de seguir delinquiendo y de tener relaciones con el narcotráfico, pueden negociar con el Gobierno.

Este hecho generó indignación en varios sectores políticos, especialmente porque Márquez, quien fue jefe del equipo negociador de la antigua guerrilla en La Habana, abandonó el proceso de paz que él mismo negoció y fue uno de los firmantes del acuerdo de paz, en noviembre de 2016.

Senadores como Iván Cepeda, del Pacto Histórico, han sido defensores de la posibilidad de negociar con Márquez y con las demás disidencias de las Farc. Sin embargo, críticos de esta vía, como el senador Humberto de la Calle, quien fue jefe negociador del Gobierno en Cuba, calificaron el hecho como un “repechaje”, tomando en cuenta que el disidente ya tuvo su oportunidad, la abondonó y ahora se le abre la puerta para que vuelva a negociar.

En todo caso, todavía no es clara la vía jurídica que se adoptaría en casos como los de los disidentes, básicamente porque el acuerdo de paz firmado con las Farc contempla que quienes abandonen el acuerdo -como el caso de Márquez- deberán ir a la justicia ordinaria.