El presidente de la Cámara de Representantes, Julián López, del partido de La U, manifestó su respaldo a una eventual consultar popular sobre la reforma a la salud. López aseguró que el proyecto “no es un capricho político, es una necesidad social y ética” y sostuvo que la ciudadanía debe decidir “de manera libre, legal y responsable”.
El legislador explicó que la iniciativa permitiría a, en caso de no alcanzarse acuerdos en el Congreso, sea el pueblo el que determine el rumbo del sistema de salud.
“Tenemos millones de personas esperando ser atendidas y el sistema gasta cerca de 100 billones de pesos al año, sin resultados eficientes”, señaló.
López enfatizó que la consulta sería una manera de involucrar directamente a la ciudadanía frente a un proyecto que, según él, busca garantizar atención universal y mejor inversión en hospitales públicos.
El respaldo del presidente de la Cámara llega en momento de dudas sobre la viabilidad de esa alternativa. El ministro del interior, Armando Benedetti, señaló que la posibilidad de una consulta popular “está sobre la mesa” y que no se trata de una amenaza al Congreso, sino de una respuesta a lo que calificó como un “bloqueo institucional” de la Comisión Séptima del Senado, que hasta ahora ha dilatado la discusión de la reforma.
“Primero nos hundieron un proyecto de forma burda, y ahora intentan dilatar la discusión. No es mala idea que la ciudadanía decida”, afirmó Benedetti.
El ministro aclaró que la iniciativa de la consulta no proviene directamente del Gobierno, sino de dirigentes de dos partidos cercanos al Pacto Histórico que consideran que el Congreso no ha avanzado con la propuesta. Benedetti destacó que la estrategia no es nueva: recordó que el Gobierno, durante el trámite de la reforma laboral, recurrió a mecanismos similares para presionar al Legislativo.
En paralelo, el ministro del Interior subrayó que la discusión de la reforma enfrenta retos en el Congreso, donde persisten desacuerdos sobre la forma en que se distribuirían los recursos del sistema y la permanencia de las EPS como aseguradoras.
Aunque aún no hay un cronograma definido para la eventual consulta, la propuesta coincide con la percepción de funcionarios del Ejecutivo sobre la “lentitud” en la tramitación de la reforma. La Comisión, que debía iniciar la discusión del articulado, aplazó la votación y no tiene fecha establecida para retomarla.
El debate sobre la reforma a la salud y la eventual consulta popular se desarrolla en paralelo a otros temas prioritarios para el Gobierno, como la ley de financiamiento y la política de paz con grupos criminales urbanos.