En la era digital, donde los fraudes bancarios y el robo de identidad aumentan constantemente, es fundamental extremar las medidas de seguridad al realizar operaciones financieras. Los cajeros automáticos, a pesar de su conveniencia, representan uno de los puntos más vulnerables si no se utilizan con precaución. Un descuido muy común —y potencialmente costoso— es no cubrir el teclado al ingresar el número de la clave.

Este simple gesto de omisión puede abrir la puerta a estafas sofisticadas y poner en riesgo tanto la cuenta bancaria como la información personal del usuario.

¿Por qué es tan grave este error?

Ingresar la clave a la vista de todos puede parecer inofensivo, especialmente si el cajero está vacío o se está en una zona aparentemente segura. Sin embargo, los delincuentes se valen de diversas técnicas para obtener este código:

1. Cámaras ocultas

Algunos cajeros automáticos son manipulados con cámaras en miniatura, colocadas estratégicamente para grabar el teclado mientras se ingresa la clave. Estas cámaras pueden estar camufladas en luces, altavoces o paneles de plástico.

2. Dispositivos de clonación (skimmers)

Los skimmers son mecanismos instalados sobre la ranura de la tarjeta que copian los datos de la banda magnética. Si además los estafadores captan el PIN, pueden clonar la tarjeta y retirar dinero en efectivo sin que la víctima lo sepa de inmediato.

El cash trapping es una amenaza que continúa evolucionando a medida que avanza la tecnología. | Foto: Getty Images
3. Observación directa (shoulder surfing)

En algunos casos, basta con que una persona observe desde una distancia prudente (o incluso finja hacer fila) para memorizar el número que se está ingresando. Luego, en una maniobra rápida, puede intentar robar la tarjeta.

Cómo protegerse: buenas prácticas al usar un cajero automático

Para reducir el riesgo de fraude, es importante incorporar estas medidas cada vez que se utilice un cajero:

  1. Cubrir siempre el teclado al ingresar la clave. Use la mano libre, la cartera o cualquier objeto que impida que otros —o cámaras ocultas— vean el código.
  2. Inspeccionar el cajero antes de usarlo. Si la ranura de la tarjeta luce alterada, floja o presenta piezas extrañas, es posible que haya un skimmer instalado. También es aconsejable revisar si hay cámaras sospechosas o partes mal alineadas.
  3. Utilizar cajeros ubicados en lugares seguros. Prefiera los cajeros dentro de sucursales bancarias, centros comerciales o estaciones con vigilancia. Evite los que se encuentren en lugares solitarios o con poca iluminación.
  4. No aceptar ayuda de desconocidos. Aunque se presenten como personas amables o con buena intención, jamás debe compartirse la clave ni permitir que alguien manipule la tarjeta.
  5. Activar alertas bancarias. Las notificaciones por SMS o correo electrónico permiten detectar movimientos no autorizados en tiempo real.
  6. Retirar el recibo y verificar la transacción. Nunca se debe dejar información en el cajero que pueda ser utilizada por terceros. Siempre es recomendable revisar que la operación haya concluido correctamente.