Las modalidades de estafa que han surgido con el avance de la tecnología parecen no tener fin. A lo largo de los años, incontables usuarios han sido víctimas de fraudes, suplantación de identidad, instalación de malware en sus dispositivos y otros delitos que continúan evolucionando.

Una de las vías más comunes para cometer estas estafas es el celular; aunque no es algo nuevo, muchas personas siguen cayendo y terminan entregando su información más sensible a ciberdelincuentes. Por ello, mantenerse alerta ante cualquier mensaje o llamada sospechosa es fundamental para reducir riesgos.

Sin embargo, las estafas no se limitan al mundo digital. Los cajeros automáticos, esas máquinas a las que se acude para retirar dinero o realizar trámites bancarios, también se han convertido en un objetivo frecuente para los delincuentes, quienes aprovechan cualquier descuido para quedarse con las cuentas de sus víctimas. ¿Cómo ocurre esto?

Las estafas en los cajeros automáticos no solo siempre requieren de técnicas sofisticadas. | Foto: Getty Images

Los cajeros son escenario de diversas técnicas de fraude diseñadas para robar dinero o información bancaria. Entre ellas están el skimming, que consiste en instalar un dispositivo que clona la banda magnética de la tarjeta, acompañado de microcámaras que registran la clave; el card trapping, donde una lámina oculta retiene la tarjeta para que el delincuente pueda recuperarla tras observar el PIN; el cash trapping, que bloquea la salida del efectivo para recogerlo cuando la víctima se marcha, y el tradicional cambio de tarjeta mediante distracción.

Dado lo efectivas que resultan estas modalidades, los ciberdelincuentes no dejan de crear nuevas estrategias. La más reciente es el llamado “truco del billete”. Según eldebate.com, consiste en dejar un billete visible en el dispensador o en el suelo, muy cerca del cajero, para llamar la atención del usuario justo en el momento en que realiza la transacción.

Cuando la víctima centra su atención en el billete creyendo que alguien lo dejó olvidado, se distrae del teclado y de su tarjeta. En ese instante, los delincuentes aprovechan para observar el PIN mediante cámaras ocultas y, además, sustraer la tarjeta. En algunos casos también proporcionan instrucciones falsas para confundir al usuario y lograr que abandone el cajero, permitiéndoles completar el robo sin obstáculos.

Los delincuentes emplean diversas técnicas para robar los cajeros automáticos. | Foto: Getty Images

Muchos se preguntan por qué este engaño funciona, pero la explicación es simple: los estafadores estudian cuidadosamente el comportamiento humano y se aprovechan de impulsos emocionales como la curiosidad o la sensación de oportunidad inesperada. Ese breve momento de distracción es suficiente para que logren su objetivo.

Para evitar caer en estafas en cajeros automáticos, es fundamental revisar la máquina antes de usarla, cubrir el teclado al digitar el PIN y no distraerse por ningún objeto o persona alrededor, incluyendo billetes “olvidados” o supuestas ayudas de desconocidos. Si la tarjeta se queda retenida, nunca abandone el cajero y comuníquese de inmediato con el banco usando sus canales oficiales.