Mientras el róver Perseverance apuntaba su cámara hacia el cielo marciano, el pasado 4 de octubre capturó lo que podría convertirse en un momento que podría ser histórico para la observación de un cometa interestelar desde otro planeta. Esta fotografía, obtenida por la cámara de navegación derecha del róver (Navcam), muestra una brillante franja de luz atravesando el cielo de Marte.
Aunque no existe una confirmación oficial, varios especialistas sugieren que podría tratarse del cometa 3I/ATLAS, descubierto en julio y considerado el tercer objeto proveniente de fuera del sistema solar detectado por la humanidad.
“¡Creo que Perseverance pudo haber avistado anoche desde Marte el cometa interestelar 3I/ATLAS! Después de apilar 20 imágenes de Mastcam-Z, encontré una tenue mancha de luz en la constelación Corona Borealis, cerca de la ubicación donde se esperaba que estuviera el cometa”, escribió el astrónomo Simeon Schmauß en la red social Bluesky.
Silencio oficial por el cierre del Gobierno de EE. UU.
Pese al revuelo internacional, ni la NASA ni el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) han emitido declaraciones, el motivo no es un misterio del espacio, sino una situación más terrestre, el cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos, que ha dejado temporalmente sin actividad a más de 15.000 empleados de la agencia espacial, más del 80 % de su personal, según el portal Space.com.
Aun así, las imágenes continúan disponibles para el público, permitiendo que astrónomos independientes analicen por su cuenta las capturas del róver, de los cuales, entre ellos, el Dr. Avi Loeb, del Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian, señaló que la cámara HiRISE del Mars Reconnaissance Orbiter también habría tomado imágenes del cometa el 3 de octubre.
“El píxel más brillante de la imagen HiRISE proporcionará la mejor restricción hasta ahora sobre el área de 3I/ATLAS”, indicó Loeb en su blog.
Un visitante interestelar de proporciones colosales
De confirmarse su presencia, el cometa 3I/ATLAS se habría acercado a Marte entre 30 y 38 millones de kilómetros, con un núcleo de unos 5,6 kilómetros de diámetro y una masa que superaría los 33.000 millones de toneladas, este cuerpo celeste sería mucho mayor que sus predecesores interestelares, ‘Oumuamua y Borisov.
Su aspecto ha desatado teorías en redes sociales sobre un posible origen artificial o “extraterrestre”, aunque Loeb ofrece una explicación técnica:
“La franja que aparece en la imagen de la Navcam debe de ser el resultado de apilar cientos de imágenes durante un intervalo de unos 10 minutos”, explicó. “3I/ATLAS habría parecido una mancha circular en una instantánea individual”, añadió.
De acuerdo con sus cálculos, la franja visible abarcaría unos 50.000 kilómetros, un efecto óptico causado por el movimiento del cometa durante el tiempo de exposición y no por su tamaño real.
Una observación conjunta entre Marte y la Tierra
Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA) habían planificado una observación conjunta del fenómeno, utilizando naves como Mars Express y ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO). Además, telescopios espaciales como el Hubble y el James Webb ya habían capturado imágenes previas de 3I/ATLAS para estudiar su composición.
Otras misiones, como el observatorio de rayos gamma Swift, el cazador de exoplanetas TESS y el Mars Reconnaissance Orbiter, también estaban destinadas a seguir su trayectoria.
Algunas imágenes analizadas por portales como IFL Science sugieren que parte de los objetos visibles en los time-lapses de Perseverance podrían corresponder a orbitadores marcianos en movimiento, o bien carecer de la resolución suficiente para identificar su origen.
Si se confirma que la imagen captada por Schmauß pertenece realmente al cometa 3I/ATLAS, el hallazgo marcaría un hecho sin precedentes: la primera observación de un objeto interestelar desde la superficie de otro planeta.
*Con información de DW.