La creación de contraseñas seguras es una de las formas más efectivas de protegerse frente a posibles ataques informáticos que pueden poner en riesgo la información personal de los usuarios, como cuentas bancarias, correos electrónicos y otros servicios en línea. En la actualidad, los ciberdelincuentes aprovechan cualquier oportunidad para vulnerar la seguridad digital y acceder a datos sensibles.

Uno de los errores más comunes al momento de gestionar contraseñas es la reutilización de claves en diferentes plataformas. Los especialistas en ciberseguridad advierten que esta práctica facilita el trabajo de los atacantes, quienes, mediante diversas tácticas, pueden descifrar una contraseña y así obtener acceso a múltiples cuentas del mismo usuario.

Kaspersky, empresa experta en ciberseguridad, explica que: “Las contraseñas comprometidas les proporcionan a los ciberdelincuentes una oportunidad para acceder a sus cuentas más personales. Así que, por supuesto, querrá crear una contraseña que les cueste descifrar a los hackers”.

Algunas con contraseñas pueden ser fáciles de descifrar. | Foto: Haag & Kropp GbR

Otro aspecto clave es el uso de caracteres variados. Cuando las contraseñas contienen únicamente letras o números, pueden ser descifradas con relativa facilidad mediante ataques automatizados conocidos como ataques de fuerza bruta, en los que los sistemas prueban millones de combinaciones por segundo hasta encontrar la correcta.

En cambio, al incluir distintos tipos de caracteres —mayúsculas, minúsculas, números y símbolos— el número de posibles combinaciones aumenta exponencialmente, lo que dificulta y encarece el proceso de descifrado.

La compañía también recomienda el uso de frases de contraseña, siempre que contengan palabras inesperadas o dispuestas en un orden inusual. “Las frases de contraseña pueden ser más seguras cuando se usan palabras inesperadas. Incluso si está usando palabras comunes, puede ordenarlas de forma extraña y asegurarse de que no estén relacionadas. Ambos métodos pueden evitar el hackeo con diccionario”, señalan los expertos.

Sin embargo, una práctica común en la que muchos usuarios suelen caer es sustituir letras por números o viceversa, como reemplazar la letra “O” por el número “0”. Aunque pueda parecer una manera de hacer la contraseña más compleja, esta técnica resulta ineficaz, ya que los hackers han incorporado estos patrones en sus programas de descifrado.

A pesar de que estas combinaciones aparentan ser más seguras, las sustituciones obvias son tan predecibles que los ciberdelincuentes las tienen completamente identificadas en sus métodos de ataque. Los programas diseñados para descifrar contraseñas —como los de fuerza bruta o los diccionarios automáticos— contemplan estos patrones, por lo que una clave basada en ellos puede ser vulnerada en cuestión de segundos.

Los expertos recomiendan seguir ciertos patrones a la hora de crear contraseñas. | Foto: Getty Images

Asimismo, el uso de patrones repetitivos, como cambiar solo una letra o añadir un número al final, también reduce la efectividad de la contraseña. Una contraseña realmente segura debe ser larga, impredecible y única, combinando letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos sin seguir un orden lógico.

“Hoy en día, los ciberdelincuentes utilizan tecnología sofisticada para obtener contraseñas. Esto es importante porque muchas personas intentan crear combinaciones difíciles de adivinar, pero no consideran que los algoritmos actuales ya están diseñados para anticipar ese comportamiento humano”, concluyen los especialistas.