Una de las situaciones que más suele incomodar a las personas surge cuando la conexión comienza a fallar y navegar se vuelve un verdadero reto. Sin embargo, no todo está perdido. Con algunos ajustes básicos es posible mejorar el rendimiento del wifi, aumentar la velocidad real y disminuir los cortes frecuentes que afectan el uso cotidiano.

En un momento en el que el teletrabajo, las clases virtuales y el streaming dependen de una conexión estable, expertos recuerdan que existe un truco simple, a menudo ignorado, capaz de duplicar el rendimiento sin entrar en configuraciones avanzadas ni realizar cambios técnicos complejos.

De acuerdo con el sitio web de Computer Hoy, para mejorar la calidad del wifi no depende solo de retirar objetos que bloqueen la señal, sino también de elegir el lugar adecuado para el enrutador, apoyarse en dispositivos que amplifiquen la cobertura y aplicar algunos trucos que elevan notablemente el rendimiento de la red.

La mala conexión wifi puede ser causada por una mala configuración del router. | Foto: Getty Images

Una de las más efectivas es corregir la ubicación del router, ya que en muchos hogares este equipo termina escondido en rincones cerrados o colocado en el piso, lo que limita su alcance y reduce de manera significativa la intensidad de la señal.

La ubicación del router es clave para obtener el mejor rendimiento posible. Los expertos recomiendan colocarlo en una zona central de la vivienda, elevado del suelo y lejos de aparatos que funcionen en la banda de 2,4 GHz, ya que estos generan interferencias que reducen la potencia de la señal. Esta simple corrección suele marcar una diferencia notable en la estabilidad y velocidad del wifi.

Otra alternativa curiosa, pero útil en equipos antiguos, es el uso de papel aluminio. Aunque parezca improvisado, una lámina colocada de forma estratégica detrás del enrutador puede ayudar a dirigir la señal hacia la zona donde más se necesita, especialmente si el dispositivo está cerca de una pared exterior. Este tipo de solución casera puede mejorar el alcance sin necesidad de comprar nuevos equipos.

Además, mantener el router encendido de manera constante evita que se reinicie repetidamente, un hábito que puede provocar ralentizaciones inesperadas. Y si las mejoras no son suficientes, siempre existe la opción de recurrir a extensores inalámbricos para llevar la señal a zonas lejanas o, si se busca un sistema más avanzado, implementar una red Wifi Mesh para cubrir toda la vivienda con una conexión uniforme y estable.

Factores cotidianos pueden reducir drásticamente la velocidad de la red. | Foto: Getty Images/iStockphoto

¿Cómo verificar el estado real de su conexión inalámbrica?

Para evaluar si los ajustes aplicados realmente mejoraron la conexión, recomiendan realizar pruebas de velocidad en plataformas especializadas como SpeedTest o Which. Estos test permiten comparar el rendimiento antes y después de los cambios, siempre que se comprendan los datos que ofrecen —como latencia, carga y descarga— para determinar si hubo avances o si la señal continúa igual.

Si los resultados no muestran variaciones, es posible que el límite provenga del plan contratado o de un router que ya no cumple con los estándares actuales. Por ello, los expertos sugieren renovar el enrutador cada cinco años, tanto para mantener un buen desempeño como para garantizar la seguridad de la red.