Recibir llamadas de números desconocidos se ha vuelto parte de la rutina diaria de muchas personas. Durante sus actividades laborales o académicas, es común ser contactado por números extraños; algunos deciden contestar, mientras que otros prefieren ignorarlas. Sin embargo, detrás de estas llamadas existe un fenómeno que va más allá de la simple curiosidad: el spam telefónico.

Se trata de llamadas repetitivas, realizadas en masa y en muy poco tiempo, que generan incomodidad e interrumpen la vida cotidiana de quienes las reciben. Algunas son estrategias de marketing de empresas que buscan ofrecer productos o servicios, pero otras encubren estafas mucho más peligrosas.

En el caso del telemarketing, lo recomendable es solicitar a la empresa que elimine el número de sus bases de datos si no se desea recibir sus llamadas. Pero cuando se trata de fraudes, es crucial identificar las señales de alerta y actuar con precaución para proteger tanto la información personal como la laboral.

Las llamadas spam pueden ser con fines comerciales o de estafa. | Foto: Getty Images

Una de las tácticas más comunes de los estafadores es el uso de números con prefijos internacionales. La intención es despertar la curiosidad del usuario y motivarlo a devolver la llamada, activando así el llamado fraude “wangiri”, conocido también como la estafa de la “llamada perdida”.

Según Seon, la modalidad consiste en que la víctima recibe una llamada de un número que genera cargos adicionales. Antes de que pueda contestar, la llamada se corta, pero la curiosidad lleva a muchos a devolverla. En cuanto lo hacen, se activa un sistema que cobra por minuto, beneficiando económicamente a los estafadores.

“Este tipo de estafa de “llamada y corte” es una forma de ingeniería social. Se aprovecha de la naturaleza humana. Las víctimas tienen inquietud o curiosidad acerca de quién las llamó, y por lo tanto se sienten inclinadas a llamar ese número de cobro como resultado”, explican desde el portal web.

El éxito del fraude radica en que el teléfono suena solo una o dos veces antes de colgar, lo que hace creer al usuario que se trata de algo importante y lo motiva a devolver la llamada, generando costos adicionales que benefician a los criminales.

Las llamadas fraudulentas pueden ser más peligrosas de lo que parece. | Foto: Getty Images

Este tipo de estafa explica por qué, hoy en día, los usuarios reciben con frecuencia llamadas de números extranjeros. Su operación es sencilla y requiere poco esfuerzo, y los ciberdelincuentes pueden adquirir ilegalmente listas de números para multiplicar el alcance de sus ataques.

“En términos generales, se considera una estafa de “bajo riesgo” para operar, en la que los criminales a menudo se enfocan en víctimas lejos de su país de origen. Una porción significativa de las llamadas wangiri en el Reino Unido proviene de África, por ejemplo”, señalan los especialistas.

Este fraude telefónico se ha vuelto cada vez más común. Muchos usuarios reciben llamadas de números extranjeros sin previo aviso, y la mayoría desconoce que estos números pueden generar cargos adicionales. Por seguridad, los expertos recomiendan ignorar estas llamadas y evitar devolverlas, salvo que se pueda confirmar que provienen de una fuente confiable.