En primer lugar, es importante aclarar que los callos y las callosidades no son iguales. Los primeros son más pequeños y profundos. Se caracterizan por tener un centro duro, el cual está rodeado de piel inflamada. Los segundos, no suelen ser dolorosos, se forman generalmente en la zona donde se presenta presión (talones, plantas de los pies).
“Pueden tener diferentes tamaños y formas, y con frecuencia son más grandes que los callos”, indica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, menciona los síntomas que pueden incluir esta afección:
- La piel está endurecida y gruesa.
- La piel puede ser escamosa y seca.
- Se encuentran áreas de piel gruesa y endurecida en las manos, los pies u otras zonas que pueden sufrir fricción o presión.
- Las zonas afectadas pueden ser dolorosas y pueden sangrar.
En caso de que el callo o la callosidad se inflame demasiado y cause mucho dolor se debe acudir inmediatamente a un centro médico, especialmente si la persona tiene diabetes o problemas de flujo sanguíneo.
De acuerdo con Mayo Clinic las causas de la formación de callos son fuentes de presión y fricción. A continuación varias de ellas:
- Calzado inadecuado: es importante elegir zapatos que no causen incomodidad o dolor al utilizarlos y que tampoco queden muy grandes. Al no utilizar un calzado correcto, puede haber fricción o presión y causar los callos.
- No usar medias: al no usar medias con los zapatos, el pie entra en fricción con el material del calzado.
- Tocar un instrumento: en algunas personas se pueden formar callosidades luego de la presión reiterada al tocar un instrumento o emplear una herramienta manualmente.
El portal web Mejor con Salud destaca los beneficios de varios ingredientes naturales que ayudan a humectar y a suavizar los callos y a hidratar las zonas resecas de los pies. Lo recomendable es consultar con un médico antes de aplicar este tipo de productos en las zonas afectadas.
Opción #1
Ingredientes
- 5 tazas de agua (1250 ml).
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio (20 g).
- 1 cucharada de aceite esencial de lavanda (15 g).
Procedimiento
- Calentar el agua.
- Cuando llegue a una temperatura que sea soportable para la piel, agregar a un balde.
- Añadir el bicarbonato de sodio y el aceite de lavanda.
- Revolver muy bien.
- Sumergir los pies por media hora.
- Luego, frotar los pies utilizando una piedra pómez.
- Repetir el tratamiento 3 veces a la semana para eliminar los callos.
Opción #2
Ingredientes
- 5 cucharadas de vaselina (100 g)
- 1 cápsula de vitamina E.
- 1 recipiente de vidrio.
Procedimiento
- Añadir al recipiente la vaselina y el contenido de la cápsula de vitamina E.
- Revolver muy bien.
- Aplicar en los pies y masajear hasta que el producto se absorba completamente.
- Repetir todas las noches.
Opción #3
Ingredientes
- 5 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de aceite de coco (30 g).
Procedimiento
- Triturar el ajo.
- Revolver junto con el aceite de coco.
- Tomar la mezcla y aplicar en los pies, frotando suavemente.
- Dejar actuar por media hora.
- Enjuagar con agua tibia.
- Repetir el tratamiento 3 veces a la semana para hidratar la zona.
Otros remedios
Crema
El portal especializado en cuidado personal Mejor con Salud explica cómo preparar una crema casera para humectar los talones agrietados y combatir esta afección:
Ingredientes
- 1 cucharada de gel de aloe vera (15 g).
- 2 cucharadas de aceite de almendras dulces (30 g).
- 100 g de manteca de cacao.
- 10 gotas de aceite esencial de caléndula.
- 1 recipiente de vidrio oscuro.
Preparación
- Batir el gel de aloe vera para obtener un líquido.
- En un recipiente aparte, agregar la manteca de karité y calentarla con baño de María para que se derrita.
- Cuando esté líquida la manteca de karité se debe añadir el aceite de almendras y el gel de aloe vera.
- Revolver muy bien para que se integren todos los ingredientes.
- Depositar en un recipiente de vidrio oscuro.
- En la noche, limpiar los pies muy bien.
- Aplicar la crema haciendo masajes suaves.
- Repetir todas las noches para mejorar los resultados.