Durante la etapa del embarazo se puede presentar un dolor en la ingle que puede estar relacionado con ciertas alteraciones que ocurren en la gestación, como el aumento de peso, los cambios corporales o la liberación de hormonas. De esta manera, las articulaciones pélvicas pueden tornarse rígidas o, por lo contrario, inestables.

Por lo general, el dolor en la ingle no perjudica al bebé y tampoco incida problemas en la gestación; sin embargo, si el dolor está acompañado de síntomas como fiebre, escalofríos, secreción vaginal o ardor al orinar, debe acudir de inmediato al obstetra y solicitar pruebas de laboratorio como hematología y niveles hormonales para evaluar la presión arterial tanto del bebé como de la madre.

El portal web Tua Saúde ha dado a conocer otras causas importantes que pueden causar el dolor de la ingle durante el embarazo y algunas formas de tratarlas:

  • Aumento de peso: esta es una de las principales causas de este dolor, principalmente durante el primer trimestre de la gestación. Esto ocurre porque los ligamentos y los músculos de la pelvis se relajan y estiran para acomodar al bebé en crecimiento. Para reducir esta incomodidad se debe evitar cargar peso y practicar actividades como hidrogimnasia o ejercicios de Kegel, para fortalecer la musculatura.
  • Cambios corporales: durante el embarazo los cambios en el cuerpo son frecuentes, por ejemplo, hay una alteración en la curvatura de la columna para que se ajuste el bebé y se prepare para el momento del parto. Esto causa una distensión de los músculos y los ligamentos de la pelvis que lleva a ocasionar dolor. Para tratar esta dolencia se debe evitar el uso de zapatos con tacón y se aconseja dormir con una almohada entre las rodillas.
Cuando se produce este dolor de la ingle durante el embarazo, las articulaciones pélvicas pueden tornarse rígidas o, por lo contrario, inestables. | Foto: 123RF
  • Desprendimiento de la placenta: esto puede suceder en cualquier etapa y uno de los síntomas característicos es el dolor en la ingle de forma súbita. Además, suele estar acompañado de hemorragia, dolor abdominal intenso, debilidad, palidez, sudoración o taquicardia. Cuando esto sucede se debe acudir de inmediato al médico para una valoración médica.
  • Infecciones: muchas infecciones, como la urinaria, intestinal, la apendicitis o infecciones de transmisión sexual, suelen causar dolor en la ingle, fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos. Así como el anterior caso, es fundamental buscar atención médica de manera inmediata.

Consejos para aliviar el dolor de la ingle en el embarazo

  • Hacer caminatas cortas, realizar yoga en el embarazo, ejercicios de relajación para reducir el estrés, o probar los beneficios de los ejercicios en el agua.
  • Sentarse apoyando correctamente la espalda, así como evitar posiciones inadecuadas que pueden provocar dolores musculares o tensiones de los tendones.
  • Evita permanecer mucho tiempo en la misma posición.
  • Practica ejercicios de Kegel para fortalecer la zona pélvica. Sin duda, son uno de los mejores consejos para cuidar tu suelo pélvico.
  • Dormir con un cojín entre las piernas para aliviar la zona.
  • Consulte con un fisioterapeuta y su obstetra si puede utilizar alguna faja de sujeción o cinturón de soporte.