Como es bien sabido, una alimentación sana ayuda a los diferentes órganos del cuerpo humano a funcionar correctamente. Los nutrientes que se acumulan en una dieta saludable hacen posible que las condiciones de salud sean óptimas.

Y el cerebro no es ajeno a esto porque una apropiada alimentación ayuda a que este se encuentre sano y que todas sus funciones se cumplan eficazmente.

“Muchas investigaciones han demostrado que una dieta balanceada, rica en grasas buenas, proteínas, vitaminas y minerales, puede ser la clave para preservar la memoria, mejorar el rendimiento intelectual, incluso disminuir la probabilidad de sufrir Alzhéimer”, indica la plataforma digital Aucal.

Sin embargo, cuando una persona mantiene una dieta alimenticia insana, el cerebro y la memoria se ven afectados en una misma medida. Por eso, el portal web 20 Minutos reseña a la doctora Uma Naidoo, nutricionista de la universidad de Harvard, quien menciona los cinco alimentos que se deben evitar para mejorar la memoria:

Memoria sana. | Foto: COPYRIGHT DAZELEY NOT ASSIGNED

1. Aceites de semillas industriales y procesados: “El primer grupo de comidas que señala esta experta es aquel que comprende los alimentos elaborados con aceites industriales o procesados de semillas (como la soja o el maíz). El motivo principal es el alto contenido en ácidos grasos omega-6, que al contrario de lo que sucede con los célebres omega-3, pueden promover la inflamación en el cerebro”, inicia explicando la página.

2. Alimentos con azúcares refinados y añadidos: A pesar de que la glucosa es la principal fuente de energía que el cerebro emplea en su funcionamiento, lo cierto es que el exceso del nutriente en este órgano puede terminar perjudicando su rendimiento. Particularmente, este problema puede terminar en pérdida de memoria y en una disminución de la plasticidad del hipocampo, el área del cerebro que controla la memoria.

3. Alimentos procesados: “Los alimentos ultraprocesados contienen una gran variedad de compuestos perjudiciales para nuestro organismo, que pueden incluso provocar ciertos daños genéticos en las células. Uno de estos deterioros es un acortamiento de los telómeros (secuencias especiales presentes en los extremos de los cromosomas que impiden que el mismo se dañe o se rompa). Los daños continuados a los telómeros son un problema muy serio, ya que aumenta el riesgo de padecer procesos neurodegenerativos a edades tempranas”.

4. Edulcorantes artificiales: Algunas personas optan por alimentos vendidos como light para reducir la ingesta de azúcares refinados, y aunque para ciertas patologías puede ser la opción más indicada, lo cierto es que este tipo de sustancias también pueden tener un efecto negativo sobre el cerebro.

La miel es un edulcorante que sustituye el azúcar. | Foto: Getty Images

5. Alimentos fritos: “La fritura es una forma particularmente perjudicial de cocinar los alimentos, y a pesar de ellos, muchos de los que se venden como productos de conveniencia están elaborados de esta forma. Algunos estudios de gran cohorte han relacionado las dietas ricas en alimentos fritos con peores puntuaciones en parámetros como la memoria o la cognición”, concluye el sitio.

Actividades para contrarrestar la pérdida de memoria

  • Hacer actividad física: Aumenta el flujo sanguíneo a todo el cuerpo, incluido el cerebro. De acuerdo con el Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos) se recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada, como caminar a paso ligero, o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa, como trotar.
Entre otras causas de la pérdida de la memoria se encuentran Insuficiencia de oxígeno al cerebro cuando el corazón o la respiración se detienen durante demasiado tiempo, infección cerebral grave o infección alrededor del cerebro, una cirugía mayor o una grave enfermedad e incluso cirugía de cerebro. | Foto: Derek Berwin. 2014
  • Mantenerse activo mentalmente: Hacer crucigramas, leer, jugar, aprender a tocar un instrumento musical, comenzar un nuevo pasatiempo, trabajar de voluntario en una escuela local o con un grupo comunitario.