La bronquitis es una enfermedad de las vías respiratorias inferiores que se presenta de manera muy recurrente. Afecta a cualquier grupo de edad, pero los bebés, niños pequeños y ancianos son más propensos a padecer esta afección.

Información del portal Cinfasalud indica que los virus respiratorios son los agentes infecciosos responsables de la mayoría de casos de bronquitis, que médicamente se conoce como la inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan el aire hacia adentro y fuera de los pulmones.

La bronquitis puede ser aguda o crónica, según el instituto Mayo Clinic. La primera es muy frecuente y, con frecuencia se produce a partir de un resfrío u otra infección respiratoria. En el caso de la crónica es una afección más compleja y se caracteriza por una irritación o inflamación continua del revestimiento de los bronquios, en general, por fumar.

La bronquitis aguda suele mejorar en poco tiempo sin efectos duraderos, aunque es posible que la tos permanezca durante semanas. Los síntomas más comunes de este padecimiento son los siguientes:

  • Tos
  • Producción de mucosidad, que puede ser transparente, blanca, de color gris amarillento o verde
  • Fatiga
  • Dificultad para respirar
  • Fiebre ligera y escalofríos
  • Molestia en el pecho

Cuando la afección es leve normalmente la persona presenta síntomas de resfrío, como dolores generalizados o dolores de cabeza leves. En el caso de la bronquitis crónica la tos dura, al menos, tres meses y se pueden presentar episodios recurrentes durante años.

Cuando una persona tiene esta enfermedad de manera crónica, presenta períodos en los que la tos u otros síntomas empeoran. En esos momentos, es posible que tenga una infección aguda además de la bronquitis crónica, aseguran los expertos.

Si la afección es leve, los remedios caseros en ocasiones funcionan sin que sustituyan los tratamiento médicos. Uno de los más utilizados para cumplir con este propósito es el tomillo, una hierba que contiene un aceite esencial expectorante, antiinflamatorio y antiséptico, según el portal Cuerpo Mente, el cual asegura que alivia desde los resfríos hasta gripas, bronquitis y ataques asmáticos leves. Se dice que esta planta también es ligeramente carminativa, diurética y antifúngica.

Los menores y adultos mayores son los más afectados por afecciones respiratorias como la bronquitis. | Foto: Getty Images

Para sacar provecho de sus beneficios, el tomillo se puede usar de diferentes formas. Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Daniela Colmenares, propone las siguientes.

Infusión de tomillo

Lo ideal es tomar la infusión de esta hierba dos o tres veces al día. De esta forma, se relajará y aliviará la garganta.

Ingredientes

  • Una taza de agua (250 ml)
  • Una cucharada de tomillo (15 g)

Preparación

  • Primero, poner a hervir el agua.
  • Cuando llega a ebullición se apaga el fuego y se añade la cucharada de tomillo.
  • Se deja reposar por máximo cinco minutos, se cuela y se sirve en una taza.
  • Se ingiere dos o tras veces al día hasta sentir una mejoría.

Aceite para masajear

El aceite con tomillo es recomendado para masajear el pecho y reducir la congestión. De esta forma, los componentes del tomillo podrán minimizar las molestias causadas por la bronquitis y los resfriados. Al momento de aplicarlo, es importante realizar movimientos suaves y circulares con la mano.

Ingredientes

  • 10 gotas de aceite de tomillo
  • Aceite de almendras (25 mililitros)

Preparación

  • Primero se ponen los 25 mililitros de aceite de almendras en un frasco.
  • A continuación, se agregan las 10 gotas de aceite de tomillo y se mezcla hasta que quede homogéneo.
  • Se coloca un poco en la palma de la mano y se masajea el pecho con movimientos suaves y circulares.
  • Se repite el procedimiento tres veces al día hasta que sane.
El tomillo tiene propiedades expectorantes y antiinflamatorias. Foto: Getty Images | Foto: GettyImages

Jarabe de tomillo

Es una alternativa para la bronquitis en los niños, ya que, al contener miel, se facilita su consumo.

Ingredientes

  • Miel (450 gramos)
  • Infusión de tomillo (600 mililitros)

Preparación

  • Primero, se agregan los 450 gramos de miel en la infusión de tomillo.
  • Luego se mezcla hasta que quede homogéneo.
  • Se sirve en un frasco para jarabe.
  • Se toma una dosis de 5 mililitros (equivalente a una cucharadita) hasta cuatro veces al día.
  • Se deja en la nevera y se extiende el tratamiento hasta sentir una mejoría.

Es importante tener claro que si bien se trata de remedios naturales, esta planta tiene algunas contraindicaciones por lo que antes de usarla de manera regular, lo mejor es consultar con el médico.