La actividad física es uno de los factores importantes para mantener un buen estado de salud. No solo es utilizado para perder peso, sino para evitar el riesgo y combatir algunas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud señala los diferentes beneficios para el cuerpo, incluyendo la disminución de la hipertensión y el mejoramiento de la salud mental de las personas.

“Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”, destaca la Organización.

  • Reduce los síntomas de depresión y ansiedad.
  • Mejora el bienestar general del organismo.
  • Ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles.
  • Garantiza el buen crecimiento y desarrollo de los jóvenes.
  • Reduce el riesgo de caídas, fracturas y lesiones.
  • Ayuda a mantener un peso saludable.

Para ejercitarse no es necesario ir a un centro deportivo. Caminar, trotar, manejar bicicleta o practicar el deporte favorito son algunas de las alternativas para hacer ejercicio.

La OMS señala el nivel de actividad física que se recomienda especialmente para personas con enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes tipo 2 y VIH. Es importante consultar a un médico para recibir la asesoría profesional adecuada antes de empezar a ejercitarse.

  • Actividades físicas aeróbicas intensas por al menos 75 a 150 minutos. También se puede efectuar una combinación de actividades moderadas e intensas durante la semana.
  • Hacer ejercicio de fortalecimiento muscular moderado o más intenso, que ejerciten todos los grupos musculares principales por dos o más días semanalmente.
  • Ejecutar diferentes tipos de actividades físicas variadas con componentes diferentes para mejorar la capacidad funcional y contribuir a la prevención de las caídas.
  • Moderar el tiempo a hacer actividades sedentarias.
  • Incrementar la actividad física moderada a intensa por encima del nivel recomendado para aprovechar los beneficios de la salud.

Obesidad y ejercicio

La actividad física regular es una herramienta que permite mantener un peso saludable y disminuir el riesgo de tener sobrepeso u obesidad. Esta última es un problema de salud que aumenta el riesgo de desarrollar otras afecciones relacionadas con el corazón, diabetes, presión arterial alta y algunos tipos de cáncer como de endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Sobre esa misma línea, el sobrepeso y la obesidad pueden desarrollar factores de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, unas de las principales causas de muerte en el mundo. De igual manera, las personas pueden padecer diabetes y afecciones asociadas como ceguera, amputación de miembros y diálisis, explica la Organización Mundial de la Salud.

Alimentación saludable

Una dieta balanceada es fundamental para el bienestar integral del organismo. Para complementar el ejercicio, el portal Glamour destaca los beneficios de varias vitaminas:

Vitamina B

Según el sitio web, ayuda a estimular la quema de grasa y a la construcción del músculo. “Aporta los nutrientes suficientes en proporción a la energía que se gasta en los ejercicios para mantener el cuerpo fuerte y, además, metaboliza fácilmente la glucosa, la grasa y el alcohol”, destaca.

Puede obtenerse en cápsulas o alimentos como proteína animal, verduras de hoja verde, cereales, legumbres y levaduras.

Vitamina A

La vitamina A es una gran opción para prevenir las lesiones causadas por el esfuerzo en las articulaciones y los huesos. “Lo que hace este activo es mejorar la oxigenación de los tejidos y la formación saludable del esqueleto, así que, ¡es excelente si llevas rutinas de levantamiento de peso!”, apunta Glamour. Puede encontrarse en lácteos, frutas de color naranja, verde o amarillo.

Vitamina D

Esta vitamina aporta la cantidad necesaria de calcio para que los huesos estén sanos y fuertes. Esto ayuda a prevenir caídas o calambres musculares durante el ejercicio físico. “La puedes obtener a través de pescados grasos (como el salmón, el atún o las sardinas), de los huevos, de los cereales y de la luz solar con 15 minutos de exposición cada tercer día. ¡Solo no olvides aplicar bloqueador!”, recomienda Glamour.