Almirante: el barco de la tragedia que ya había presentado accidentes

La gente que trabaja en el muelle de Guatapé sabía de anteriores hundimientos y reparaciones del barco El Almirante. En adelante, cuando acaben de confirmarse los números, esos que en realidad son vidas y dramas familiares, la embarcación de tres pisos con 150 personas a bordo será recordada por una tragedia que comenzó con un naufragio que llegó de improviso. El reporte, al caer la noche, fue de seis personas muertas, 31 desaparecidos y buzos buscando personas bajo las oscuras aguas del embalse.

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Algunos lancheros que se acercaron rescatar a los tripulantes que pedían auxilio, recuerdan que el barco fue reparado luego de que se hundiera sin mayores consecuencias, una madrugada, hace unos tres meses. Otros, señalan un incidente anterior, cerca de la Isla de La Fantasía, que obligó a la intervención de los organismos de socorro.

No duró cinco minutos la fiesta a bordo desde que El Almirante salió del muelle hacia las dos de la tarde. Cuando la nave empezó a hundirse de un costado, los ocupantes se fueron al lado contrario para hacer contrapeso. El barco tardo unos 15 minutos en hundirse, momento que quedó registrado en un video. Así se conoció la noticia.

“Todo comenzó cuando estábamos en la tienda, en el primer piso. Se fue la luz y empezamos a sentir un ruido muy fuerte en el baño de los hombres, al lado de donde están los enfriadores. Una de las muchachas que estaba atendiendo en la tienda se puso a gritar y el agua se metió”, contó Eder Tobón, uno de los sobrevivientes. Hubo gritos y sonaron las alarmas.

La gente trataba de llegar a los niveles más altos del barco y Eder agarró a dos niños que estaban cerca, contó que a uno de ellos le alcanzó a poner un chaleco salvavidas y esperaron a que el barco se hundiera para salir nadando hasta la superficie. “A los dos los monté a un barco. La cabina con los salvavidas estaba en la mitad del segundo piso. Yo fui con un pelado a romperla y los pasamos, pero me puse un icopor y eso me hundió”, dijo.

“Cuando salimos, el lanchero que me recogió, me dijo que ese barco ya se había dañado anteriormente”, prosiguió.

Ana Milena García cogió unos icopores y se los trató de fijar a la cintura, pero se partieron. Sin saber nadar, logró salir del barco cuando ya se hundía y aferrarse al tercer piso. De allí le ayudaron a subir a una lancha. “Fue horrible, por la poca seguridad y las malas condiciones”, dijo.

Otros sobrevivientes contaron que el capitán de El Almirante se lanzó primero al agua y les dijo a los ocupantes que hicieran lo mismo, pero no volvieron a verlo después de la confusión del rescate. En el refugio, muchos esperaban por ropa seca.

En medio del caos, cuando lancheros y organismos de emergencia trataban de socorrer a las víctimas, el Secretario de Salud de Antioquia, Carlos Mario Montoya confirmó las primeras tres personas fallecidas entre 24 pacientes que llegaron al Hospital La Inmaculada, de Guatapé, la mayoría trasladadas desde el muelle en los primeros carros que pasaban al momento del rescate. Las vías de acceso a Guatapé fueron cerradas por prevención. Bomberos de todo el Oriente Antioqueño se desplazaron al lugar, así como personal de socorro y Policía del Área Metropolitana y el Ejército, incluidos buzos, y un helicóptero Ángel de la Fuerza Área.

Banderas a media asta en señal del luto que oficializó la Alcaldía durante tres días, comenzaron a verse. Así será hasta las seis de la tarde del miércoles. La administración también pidió evitar la música.

Los números dejan dudas. Sin una lista detallada de embarque de turistas, las autoridades aceptaron la cifra aproximada de 150 personas a bordo del barco El Almirante. El presidente de la República, Juan Manuel Santos, que llegó a Guatapé entrada la noche, habló de 122 sobrevivientes contabilizados, seis personas muertas y 31 desaparecidos, mientras las autoridades locales reportaron que eran nueve las personas fallecidas. Las cifras mantienen la búsqueda activa. Pero cada hora que pasa, sugiere una dimensión creciente de la tragedia.