Fallo adverso

17 de marzo de 2007

El ingreso de Bavaria al grupo SABMiller, que hasta ahora no le había representado sino beneficios a la multinacional, acaba de tener un tropiezo. SABMiller tenía una licencia desde hacía 40 años para producir en Sudáfrica la cerveza Amstel, una de las marcas de Heineken. El contrato contenía una cláusula que estipulaba que podía ser anulado si cambiaba la estructura de propiedad de la cervecería sudafricana. Heineken alegó que el ingreso de la familia Santo Domingo, con el 15 por ciento de la compañía, cambiaba sustancialmente la composición accionaria, y solicitó la anulación. El asunto fue a arbitraje y el fallo le dio la razón a Heineken. Como consecuencia, la semana pasada se canceló el contrato, que representaba 300 millones de dólares al año en ventas y 80 millones en Ebitda. Al día siguiente, la acción de SABMiller bajó un 4,4 por ciento.