El fin último de Fenalcarbón es proteger los intereses de todos aquellos que produzcan carbón en el suelo nacional. | Foto: Julián Galán

Pequeña y mediana minería

Carboneros, un gremio ejemplar

Voceros de la Federación Nacional de Productores de Carbón explican los efectos de haberse agremiado y los desafíos que enfrentan.

11 de agosto de 2017

SEMANA: ¿Cómo surgió Fenalcarbón?

ALFONSO SAADE: Hace 25 años existían en el país distintas federaciones departamentales y municipales de producción de carbón. No obstante, llegó un momento en que los líderes entendieron que era importante tener una federación que los agremiara a nivel nacional y les permitiera una mejor vocería ante los estamentos oficiales. La autoridad minera de ese momento estuvo de acuerdo en que los empresarios tuvieran un solo vocero y fue entonces cuando se creó la Federación Nacional de Productores de Carbón, Fenalcarbón.

SEMANA: ¿Cómo está integrada?

JUAN MANUEL SÁNCHEZ: Fenalcarbón tiene asociados en el Cesar, La Guajira, Boyacá, Santander, Norte de Santander y Cundinamarca. El fin último es proteger los intereses de todos aquellos que produzcan carbón en el suelo nacional. La federación se ha agrupado en torno a la gran minería con compañías como Glencore y Acerías Paz del Río; mediana minería con Carbocoque, Milpa, Coquecol, Carbones Andinos y Excomin, y un gran número de pequeños mineros que están afiliados a través de federaciones departamentales y de las cooperativas mineras que existen a lo largo y ancho de Colombia.

SEMANA: ¿Cuáles destacaría como algunos de los grandes logros de esta federación?

J.M.S.: El principal ha sido lograr la consolidación de la gran, mediana y pequeña minería en el país para que trabaje de manera cohesionada y mancomunada para incrementar la producción del carbón en Colombia, seguir mostrando que una minería bien hecha es posible y que esa buena minería se ha realizado de tiempo atrás.De hecho nuestro sector resistió, quizás la peor crisis del mercado durante los últimos tres años y sostuvo la producción de carbón. Se destaca el esfuerzo de las compañías que lograron, en medio del entorno adverso, posicionar a Colombia con el carbón y el coque como el tercer país exportador a nivel mundial.

SEMANA: ¿Cuál es el papel de la Federación ante las variaciones de los precios del carbón en el mercado, que en ocasiones no resultan favorables?

J.M.S.: Nosotros estamos permanentemente en contacto con pequeños mineros productores, con empresas exportadoras de carbón, con los productores y exportadores de coque metalúrgico. Hacemos ejercicios frecuentes de evaluación de amenazas, de proyecciones para ver hacia dónde va el mercado y cómo debemos apoyar a ese pequeño minero, a la mediana empresa exportadora y a la gran productora y exportadora para que continúen con sus operaciones.

SEMANA: ¿Cuáles son los grandes retos que afronta esta industria?

J.M.S.: Vivimos recientemente una situación muy complicada en torno a la seguridad jurídica para el inversionista. Creo que el gobierno colombiano ha comprendido el riesgo que esto representa para la economía, la generación de empleo y la estabilidad social del país y está tomando medidas para que sea superada esta situación.

A.S.: Colombia compite con el mundo, y con ventaja, en la producción de carbón en boca de mina. Es decir, somos buenos para sacar bien nuestro carbón. Sin embargo, podríamos tener una industria mucho más sólida, más competitiva si tuviéramos la logística y la infraestructura adecuada para exportar.

SEMANA: ¿Cuál es el valor de Fenalcarbón para el país?

J.M.S.: Nuestra principal fortaleza está sustentada en dos pilares: la inclusión, porque en la Federación está representada la minería del carbón y su cadena productiva. Están las tres escalas de la minería que hay en Colombia (pequeña, mediana y gran minería) y la cohesión, pues independientemente de que los intereses del gran minero sean diferentes a los del pequeño, la Federación vela por todos.

SEMANA: ¿Y el aporte de la minería para el país?

J.M.S.: Además de sustentar su contribución con cerca del 7 por ciento al PIB colombiano, considero que por su gran impacto en términos económicos y de desarrollo social, la mineria en Colombia debería ser tratada como una política de Estado.