El futuro de una ciudad inteligente

La modernización del alumbrado público del municipio costó 4.000 millones de pesos. Sus beneficios se perciben en aspectos ambientales, de seguridad y de innovación tecnológica. El cambio de lámparas de sodio a luminarias LED disminuyó la emisión contaminante de mercurio y mejoró la seguridad en zonas donde se presentaban hurtos en horas de la noche debido a la poca iluminación.

En 2016 Sabaneta tenía 5.200 lámparas de alumbrado público, de las cuales solo 149 eran LED. Para abril de 2019 se reemplazaron 3.800 lámparas de sodio y se espera llegar a 5.000 a finales de 2019. Esta modernización redujo en 100 kilogramos la emisión de mercurio al ambiente y disminuyó en 80 por ciento el consumo energético de la ciudad.

Con el sistema LED el municipio podrá ahorrar recursos a futuro, pues se estima que una bombilla de sodio requiere reparación cada año y medio, mientras que las actuales necesitan un mantenimiento cada diez años.

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“Además de los beneficios evidentes para el medioambiente, la seguridad y la economía, lo que logramos con la modernización es preparar a la ciudad para el futuro, comenzar a instalar la infraestructura necesaria para convertirla en una ‘smart city’”, asegura Juan Pablo Pimienta, gerente encargado de la Empresa de Alumbrado Público de Sabaneta.

Las smart cities son ciudades que tienen redes informáticas, lo cual les permite generar datos en tiempo real. Las nuevas lámparas de Sabaneta están adaptadas para que a futuro se les instalen dispositivos para medir la cantidad de energía que está consumiendo la ciudad. Así mismo, para articular redes de semáforos inteligentes, para interconectar sistemas de monitoreo con cámaras de seguridad, para activar medidores de velocidad y para operar sensores de monitoreo de la calidad del aire.

Adicionalmente, la Alcaldía dio los primeros pasos para instalar la infraestructura de la red de fibra óptica. En un futuro cercano el municipio contará con un cubrimiento de internet inalámbrico público en el ciento por ciento de su territorio.

Con la modernización del alumbrado público y la conectividad, esta pequeña ciudad del Valle de Aburrá es una de las primeras del país en preparar su infraestructura para un futuro inteligente.