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Esta película consigue una ambientación cuidadosa de 1985. Además de la incertidumbre que generó la toma del Palacio de Justicia, se narra una apasionante historia de amor entre los protagonistas

CINE

Antes del fuego

Esta película colombiana sigue a un periodista que descubre indicios de una confabulación nebulosa durante los días previos a la toma del Palacio de Justicia en 1985. ** 1/2

Manuel Kalmanovitz G.
8 de agosto de 2015

País: Colombia
Año: 2015
Director: Laura Mora Ortega
Guión: Mauricio Cuervo
Actores: Luis Fernando Hoyos y Mónica Lopera
Duración: 85 min


Mis vagos recuerdos de la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 no son del evento en sí mismo, sino de su recepción: recuerdo vívidamente a algún adulto viendo, aturdido, angustiado y sin poder creerlo, las imágenes granulosas de la televisión.

Esa reacción daba a entender que estábamos ante un hecho sin precedentes, que las imágenes, tan parecidas a otras que se veían en series de acción, debían entenderse de otra forma. Pero ¿cómo? ¿Qué sentido tenía esa balacera interminable?
 
Esta pregunta ronda por Antes del fuego, sin encontrar respuesta. En vez de aclarar, estamos ante un esfuerzo por replicar la incertidumbre y el aturdimiento de ese día, sin atreverse a solucionarlos o esclarecerlos.

Filosóficamente, la película parece cercana a esa visión cínica que a veces seduce a los analistas que no encuentran matices por ningún lado: en realidad, dicen, todo es igual. Es la filosofía color carmelito que se produce al juntar todos los rollos de una caja de plastilina hasta volverlos homogéneos, un ejercicio donde cualquier distinción se pierde, donde todos los colores son, al fin y al cabo, el mismo.
El problema es que en la realidad esos matices sí importan y, en el caso del Palacio de Justicia, decir que había varios grupos interesados en que la corte ardiera, sin entrar a detallar cuál fue el aporte específico de cada uno, es profundamente insatisfactorio.

Antes del fuego está centrada en Arturo (Luis Fernando Hoyos), un periodista que no parece tener fechas de entrega para sus artículos, que intenta esclarecer la muerte de su compañero de oficina. Junto a Milena (Mónica Lopera), una joven que acaba de empezar sus prácticas con él, contacta a representantes de mafiosos, guerrilleros y militares, los grupos interesados, según la película, en desestabilizar la corte.

La ambientación de 1985 es cuidadosa y la historia de amor entre los dos protagonistas captura por momentos los temblores de la atracción física, con sus placeres e incertidumbres, aunque la división de roles es terriblemente anticuada: ella es bonita, usa camisas escotadas, es buena para ordenar papeles y seguir órdenes; él anda despelucado y ojeroso, pero se encarga de pensar y decidir.
Haber elegido el tono de las teorías de confabulación –que tradicionalmente unen cantidades de detalles insignificantes hasta hacerlos significativos– es contraproducente porque el enigma no se aclara. Es como si el gesto que recuerdo, de impotencia e incredulidad, fuera tan abrumador que hiciera imposible la búsqueda de conexiones ocultas. Acá el hilo secreto no está en las coincidencias circunstanciales, sino en generalizaciones burdas.

“Lo único que veo es que ni a la mafia, ni al Ejército, ni a la guerrilla les gusta demasiado la justicia colombiana. Pero ¿qué vamos a hacer? A ningún colombiano le gusta la ley”, dice en un momento el periodista, capturando lo absurdo que es el cinismo disfrazado de sentido común –nótese el salto indiscriminado entre mafia, Ejército, guerrilla y todos los colombianos–.

Cartelera
**** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala

En cuerpo y alma ***
Película polaca que sigue a tres personajes con problemas para dejar ir a sus seres queridos difuntos. Ganadora a mejor director en el Festival de Berlín 2014.

Tómalo con calma **

Un guionista que no conoce el amor recibe el encargo de escribir una comedia romántica en esta película ligera y previsible.

Misión imposible: nación secreta ***

La nueva entrega de esta saga es una excelente muestra del cine veraniego de Estados Unidos: elegante, emocionante y alivianado con humor.

La tierra y la sombra *** 1/2
Película colombiana ganadora de la Cámara de Oro en Cannes, que muestra con sensibilidad la desaparición de una forma de vida tradicional.