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DERECHO AL ARTE

Michele Steuer dejó las leyes por la escultura

8 de mayo de 1989


En el caso de Michele Steuer la teoría y la práctica han ido de la mano. Luego de terminar sus estudios de derecho en la Universidad del Rosario y de ejercer como penalista durante algunos años, tomó la decisión de dedicarse de lleno al arte, pasión que marcó su vida desde la infancia. Primero estudio con David Manzur, Alvaro Miranda y Alicia Tafur y luego empacó maletas y se fue para Europa. A comienzos de los 80 fue alumna de la Escuela de Bellas Artes de Florencia, donde tomó partido por la escultura.

Y, si de escultura se trata, nada mejor que Carrara para trabajar con los mejores y madurar la técnica. Fue así como esta bogotana de 32 años, en 1985 se fue definitivamente para la Meca de la escultura, de donde sólo sale unos pocos meses al año, cuando se viene para Colombia a trabajar en los proyectos que luego desarrollará en Europa.

Como generalmente ocurre en estos casos, Michele Steuer tuvo una primera etapa clásica -o académica- en la que perfeccionó sus conocimientos, su técnica y afinó su sensibilidad para manejar el mármol y el bronce, que son sus materiales preferidos. En Carrara, la Steuer ingresó como una especie de aprendiz a los talleres de fundición y de talla de mármol de los maestros más connotados de la región. Era una manera de aprender sobre el camino, de poner inmediatamente en práctica lo que estaba aprendiendo. Se hizo a los secretos de la piedra y el metal, materiales nobles, y de ahí en adelante fue cuestión de encontrar un lenguaje propio, de decir sus cosas a través del bronce fundido y del mármol esculpido.

Hoy en día, el trabajo de Michele Steuer se caracteriza por su afán en captar lo que ella llama "instantes eternos", que no son otra cosa que esos momentos en que el hombre -en el caso de sus figuras, generalmente las mujeres- trata de encontrar la verdadera razón de su existencia. Por eso sus figuras están siempre en actitudes cómodas, propias para la reflexión. Se trata de una obra tranquila, en la que los diferentes tipos de mármol utilizados y los varios colores que le da al bronce, corresponden a un momento clave de éxtasis, de meditación, recreado en la figura. Es una escultura influenciada por los grandes de este siglo, como Moore y Brancusi, pero que ha encontrado sus propias inquietudes y sus propios desarrollos.

A partir del próximo 12 de abril, la Galería El Museo, de Bogotá, expondrá cerca de 20 esculturas de Michele Steuer, una mujer que, gracias a sus condiciones, fue escogida entre un sinnúmero de artistas que trabajan en Carrara, por un gobierno africano para que realizara una importante obra escultórica.--