Home

Cultura

Artículo

EL NOVATO DEL AñO

Caricaturista de Armenia, de 23 años "pinta bien"

12 de octubre de 1987

A los 23 años, Vladimir Flórez, un quindiano bogotanizado con pretensiones de caricaturista logró entrar al diario El Tiempo y comenzó a publicar bajo el nombre de Vladdo. Su carrera parecía ir viento en popa cuando su benefactor le cambió la leyenda a una de sus caricaturas. Se trataba, explica Vladdo, de la noticia sobre la contaminación de las playas de Cartagena y en su caricatura decía: "Amenazadas playas de Cartagena: ¡Ni que fueran jueces!". El director de El Tiempo escribió: "Amenazadas playas de Cartagena: ¡Hasta donde se mete el M-19! Vladdo consideró que el que se estaba metiendo demasiado era el director y le exigió una rectificación a lo cual Santos contestó diciendo que era rutinario cambiar los textos y que en este caso lo había variado porque era "muy pendejón". Su insistencia en la rectificación le costó la vinculación con el diario de mayor circulación del país.
Este episodio resultó en una consolidación de su trabajo en el diario El Siglo, en donde pasó a ser el caricaturista permanente, alternando solamente con Ugo Barti, conocido como Timoteo.
En un país donde Osuna, Caballero y Barti han monopolizado el prestigio en el campo de la caricatura, durante una generación, cualquier figura nueva es bien recibida y este muchacho, si bien aún está en proceso de formación es percibido como un novillero con potencial. Su fuerte, hasta ahora, está más en el trazo que en el apunte. Las sutilezas del poder que manejan Osuna o Caballero, al fin y al cabo, no se adquieren de la noche a la mañana. Pero, para un muchacho de apenas 23 años, de provincia y con sólo un año de experiencia, Vladdo "pinta bien".
Para Antonio Caballero, Vladdo es un buen caricaturista que aun cuando está empezando "tiene ya a su favor la virtud de la independencia, que es fundamental en esta profesión". Para Héctor Osuna es, en términos técnicos, un joven que tiene una línea muy limpia, muy pulcra, muy exacta, cualidades acompañadas de un gran sentido periodístico: su dibujo está especializado para la prensa. "En todo caso ha entrado por la puérta grande del periodismo y de la caricatura, ya que en este país escasea la capacidad de renuncia y de denuncia".
El mismo considera modestamente que todavía no tiene un estilo muy claro ni definido, y que éste sólo se logra con un trabajo continuo y diario: "Quiero ser sencillo, afirma, sin que esto signifique caer en el simplismo. El trazo de Caballero es simple, fácil, pero sus monos no son simplistas".
Vladdo no es todavía más que el novato del año. Sin embargo, todos los que van en el pelotón -Guerrao, Grosso, Kekar, Salazar y Cía- tendrán que ponerse las pilas, porque de pronto se les escapa.