Home

Cultura

Artículo

LA LOBA, lo más reciente de La Chica.
La Chica apela a un minimalismo más que expresivo en este trabajo discográfico. | Foto: Adriana Berroteran

Música

En su disco “La Loba”, la francovenezolana La Chica y su piano le aúllan al dolor de la pérdida y a la causa LGBT+

Conocida por su sonido electro con toques latinos, la artista se vale de su voz y de su piano en este emotivo y poderoso álbum creado a partir del recuerdo de su hermano fallecido.

Philippe GRELARD * AFP
4 de julio de 2021

“Estaba al límite del sufrimiento, inconscientemente solo quedaba la posibilidad de esconderse detrás de las capas sonoras o de los arreglos. Este regreso al piano era volver a lo esencial”, declara la artista sobre su trabajo discográfico más reciente, “La Loba”.

“Vivió una tragedia con la pérdida de su hermano, en un periodo hipercomplicado en el que no podíamos movernos, había que hacer el duelo a través del arte, para rendirle homenaje y continuar avanzando”, comenta Julien Soulié, jefe de Fair, un dispositivo de apoyo a los artistas emergentes que premió a la cantante.

“Al estar únicamente acompañada del piano, está desnuda artísticamente para ofrecer la mayor emoción posible, eso funciona muy bien”, explica.

Además del fallecimiento accidental de su hermano en México, en 2020, La Chica también perdió en los últimos meses a un tío, a un amigo que tenía en México y a otro en Francia.

“Tenía que plantearme las preguntas adecuadas, traducir todo eso, seguir evolucionando, esa vertiente catártica de ‘La Loba’ me ha sentado realmente genial”, señala la artista, que canta sobre todo en español, pero también en inglés.

El disco “La Loba” incluye una nueva versión de “Drink”, un tema inspirado en los ritos latinoamericanos para los muertos. Antaño impactante, como si se estuviera llamando a la puerta del mundo de los desaparecidos, la canción aparece ahora sin grandes ornamentos, sobria, como un último mensaje de adiós.

“Despertar conciencias”

“Es mi canto para los muertos, tenía sentido volver a encontrarlo en este álbum, tenía ganas de darle otra profundidad, que la conexión se haga ahora a través de los sonidos del piano, que permiten entrar en otra forma de trance”, agrega.

Julien Soulié insiste en “la asociación de músicas muy actuales y de tradiciones, de ritos arraigados en ella, francovenezolana, una verdadera mezcla de culturas”.

Y aunque esté comprometida con las costumbres ancestrales, La Chica también lo está con las causas actuales. Su hermano (que aparece en la parte derecha de la cubierta del álbum) estaba muy implicado en México en la defensa de la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transgénero y bisexuales). Ahora, pretende tomar el relevo y continuar con sus acciones.

“No es un asunto menor, no tengo ningunas ganas de dejar caer su combate, seguir despertando conciencias, educar a la gente, pensar en las nuevas generaciones”, destaca. Se ha puesto en contacto con La Casa de Muñecas de México, “un centro de acogida de mujeres trans que viven en la calle” para ver cómo podía “ayudar”.

Esta faceta combativa de La Chica explica el título del álbum. “A menudo me he identificado con la loba, salvaje, líder de la manada, muy femenina”, cuenta.

“Y, además, también está relacionado con una leyenda mexicana, una mujer salvaje, una vieja bruja en el bosque que vuelve a infundir vida en los cuerpos a través de su canto; me sentía como un pequeño saco de huesos tras haber perdido a mi hermano y luego me di cuenta de que todos tenemos esa fuerza dentro de nosotros. Sea cual sea la prueba, revivimos”.