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La diferencia entre 'Bailando por un sueño' y 'Tengo una ilusión' es que en el primero los personajes y sus apadrinados compiten bailando, y en el segundo, a través de cualquier tipo de prueba. Ambos utilizan como gancho a figuras reconocidas de la Televisión

TELEVISIÓN

Gemelos idénticos

'Caracol' y 'RCN' compiten con los mismos ases debajo de la manga.

26 de febrero de 2006

Para no agotar su vida útil, el género de la telerrealidad busca nuevos vestidos. Ahora los realities se inclinan hacia la solidaridad y el alcance de los sueños. Y como la pantalla nacional es como un espejo, RCN y Caracol estrenan formatos casi idénticos, con padrinos, soñadores, espectáculo, baile, jurados y mucha sensibilidad como gancho para el público.

Con 15 días de diferencia se estrenaron Tengo una ilusión en Caracol y Bailando por un sueño en RCN. El primero es un formato original de la productora española-argentina Promofilm que ha sido emitido en Argentina con el nombre de Sorpresa y media y en Venezuela como Atrévete a soñar. A su vez, Bailando por un sueño es de Televisa y fue estrenado en México en agosto del año pasado con muy buenos resultados de audiencia. La única diferencia es que en Bailando por un sueño padrinos y apadrinados compiten a través de pruebas de baile, mientras que en Tengo una ilusión las pruebas son de talentos en general.

La tarea de elegir los sueños no fue fácil. A Tengo una ilusión llegaron alrededor de 6.000 cartas, y la mayoría de los sueños se centraban en necesidades económicas, reencuentros con familiares perdidos y viajes. En muchos casos, la palabra sueño fue sinónimo de sustituto del Estado con propuestas como construir un acueducto en la vereda Buenos Aires o reconstruir un teatro en Antioquia.

Lo evidente es que la competencia entre los dos canales privados es de frente y con las mismas cartas. Tengo una ilusión acumula, con dos semanas al aire, un share de 34,4 por ciento y el día de su estreno, el 4 de febrero, se anotó 48,7 por ciento. Bailando por un sueño obtuvo 60,5 por ciento el día de su llegada, el domingo 19 de febrero. Las emisiones dominicales o galas del formato de RCN muestran una mayor atracción de las mujeres y del público de 18 a 24 años, además de que tiene gran acogida en las regiones oriental y cafetera. La oferta de Caracol es más vista por hombres y público de 12 a 17 años. Su fuerte está en el centro del país y el Caribe.

A la larga, ambos programas son espectáculos alegres y entretenidos, vitrinas de talento. Se les abona el esfuerzo de producción y escenografía, las historias humanas y el respeto que difunden, aunque queda la sensación de que el concepto de sueño se desvirtúa porque se queda en lo puramente económico. Lo que no deja de impactar, y es una afrenta a la creatividad, es que haya dos propuestas casi idénticas al cambiar el canal.