Home

Cultura

Artículo

LA CANDIDA ERENDIRA Y UN JURADO DELSALMADO

¿Que determinó que la película de Gabo encontrara tal indiferencia en el Festival de Cine de Cannes?

27 de junio de 1983

Hasta que los colombianos no tengan oportunidad de apreciar por sí mismos el resultado del ensamblaje cinematográfico de la novela de Garcia Márquez, "La Cándida Eréndira y su abuela desalmada", no podrá saberse exactamente cuál es la verdad. La verdad existente tras el hecho de que la película no recibiera un sólo galardón en el famoso Festival de Cine de Cannes, donde hasta la fecha en la que fueron adjudicados los premios se le pronosticaban grandes posibilidades de ser distinguida en el concurso, si bien no con la Palma de Oro, por lo menos con el Premio Especial del jurado o con la presea correspondiente a la mejor interpretación femenina, para Irene Papas.
En medio de la delirante presencia, en la ciudad francesa, de 13 mil profesionales del cine y más de tres mil periodistas, "Eréndira" habia sido ovacionada la noche del estreno en el gran palacio de los festivales de Cannes. Ello aumentó el optimismo de los pronósticos, del que parecía ser Garcia Márquez la principal victima, ya que el escritor no ocultó en ningún momento sus esperanzas, manifestadas en conversaciones privadas y en declaraciones para los periodistas. Mediaba además el hecho de que el presidente del jurado era este año el escritor norteamericano William Styron, que no sólo es buen amigo del Nobel colombiano sino que, además, podría tener especial consideración con la película por su inspiración directamente literaria.
Pero los pronósticos se vinieron abajo cuando el jurado dio su dictamen, en el que ni siquiera se mencionó a la "Eréndira" .
Este hecho, que en un comienzo fue calificado como una muestra del tradicional "clasicismo" del jurado de Cannes, desmoronó las esperanzas del cine latinoamericano, que en general no despertó entre los asistentes un significativo interés cultural o comercial; particularmente a las muestras de cine colombiano se les criticó su tétrica temática, que fue disculpada como la consecuencia "natural" del ambiente de violencia que caracteriza a nuestro país.
Pero la indiferencia despertada por la "Eréndira" entre los miembros del jurado fue la más sorprendente de las anécdotas vividas en Cannes por el cine latinoamericano, pués la presencia de García Márquez ya sugería, de entrada, que la película sería considerada con especial interés, teniendo en cuenta además el hecho de que su realización había incluido un director brasileño-mozambiqueño (Ruy Guerra) y actrices y actores de origen mexicano, alemán, griego y brasileño, además de un guionista colombiano, el propio García Márquez.

¿QUE PASO?
Un breve repaso de los comentarios de prensa aparecidos en las principales publicaciones francesas sugiere que "Eréndira" despertó reacciones encontradas, algunas favorables, otras contrarias, pero todas unidas por el común denominador de la languidez, hasta el punto de que muchos se han atrevido a afirmar que, de no haberse producido la presencia fisica del Nobel en Cannes, su película ni siquiera hubiese resultado comentada.
"Los planos, los actores, el escenario, son piezas separadas de un gigantesco motor", afirmó Le Monde. "Los realizadores siguen al pie de la letra, pero sin espíritu, los elemento poéticos de la obra original ". Y aconseja al ministerio de Cultura francés que financió en parte la película, mostrarse más desconfiado en el momento de otorgar tales subsidios. "Con un tema parecido se debería haber filmado una fantástica locura. Pero García Márquez y Ruy Guerra logran el prodigio de que no ocurra (con los artistas) nada interesante ".
Para el órgano del Partido Comunista, L'Humanité, "Eréndira es una vasta metáfora de la situación de América Latina, víctima de la explotación imperialista del subdesarrollo", cuyo relato, "conducido en un estilo no realista, que procede por equivalencias, es notable".
Le Matin, socialista moderado, sostuvo que "los adeptos de Ruy Guerra extrañarían quizás la inspiración frenética de sus primeros filmes. No puede más que aprobarse que haya decidido traducir el ensueñamiento mágico característico del autor de Cien Años de Soledad al reducir el ritmo, como si marchara sobre las arenas de sueño".
Le Matin afirmó que "Ruy Guerra ha filmado con una serenidad clásica un cuento insómnico, sonámbulo si se quiere, en donde la cámara registra lo extraordinario y lo irrazonable con una placidez voluptuosa".
Más categórico, el matutino Le Figaro tituló su comentario: "El delirio congelado" y afirmó que se ha hecho "mucho ruido por nada", en torno a "una historia vulgarmente realista, casi racional mientras que el delirio podría hacer revivirlas peripecias".
El diario Libération (izquierda independiente), estimó que "Eréndira suscitaba una ligera aprehensión"; es una película lograda pues "reúne los rasgos específicos del universo de Márquez (sic) y un director que no cede en nada a la fuerza intrínseca del escenario. La alianza Guerra-Márquez (sic) conviene a los dos partenaires".
Por su lado, la publicación española Cambio 16 no dudó en afirmar: "En lo que se refiere a decepciones, la mayor fue sin duda la de "Eréndira", co-producción franco-mexicana, -dirigida por Ruy Guerra y basada en un relato de GGM. La intensa imaginería verbal del novelista resulta ridicula trasladada a imágenes reales. El simbolismo abigarrado y altisonante de la película echó aperder una oportunidad. Ahora se comprende por qué, tras experiencias como esta, el premio Nobel se niega a vender los derechos de sus novelas para el cine".
Pero quizás la crítica más significativa es la que apunta al hecho de que el mayor problema de "Eréndira" consistió en la diferente concepción que sobre su realización tenían García Márquez y Ruy Guerra. Mientras Gabo afirmaba que era un relato de un hecho acaecido, Guerra le daba la dimensión de la parábola social. Dice Gabo: "No hay (En Eréndira) simbolismos. Es la prostitución espantosa, aterradora de una niña". Se trata de un relato que escribió después de haberlo visto ocurrir en la realidad, en 1945, en una noche de parranda en el Caribe. Fue entonces cuando conoció a esa niña de once años que era prostituida por una matrona que hubiera podido ser su abuela. "La niña", escribió García Márquez en una de sus críticas, "era uno de los seres más escuálidos que recuerde y su actitud no tenía nada que ver con su oficio. Casi podríá decirse que no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo sino que parecía repetir una lección de memoria". García Márquez cuenta, asimismo, que la niña sólo permaneció tres días en aquel pueblo, pero la memoria que dejó duró mucho tiempo.
Ruy Guerra, el realizador de la "Eréndira", no pareció estar muy de acuerdo con el análisis del colombiano." Es cierto que para mí es un escritor realista y que se trata de una realidad que me afecta profundamente, muy cercana a la brasileña y a la de todo el Tercer Mundo, una manera de interpretar los códigos culturales y de transponerlos en una forma poética. Pero además, para mí, Eréndira tiene un punto fundamental. Es una de las pocas historias que conozco que trata realmente de la emancipación femenina. Generalmente se concibe el amor como la última fase de la libertad y Eréndira va más lejos. El amor también puede ser una forma de esclavitud. Su amor por el niño, por el príncipe rubio del filme, también la puede esclavizar. Por eso se libra de él ".
Mientras García Márquez y Ruy Guerra se ponen de acuerdo sobre el manejo simbólico en la interpretación cinematográfica de "Eréndira", los colombianos no tienen más alternativa que la de ponerse a la espera de que la película llegue al país, donde será juzgada con todo el cariño pero igualmente con toda la rigidez con la que pueden considerar a García Márquez sus propios compatriotas, para desentrañar así el misterio que envolvió el fracaso de la "Eréndira" en contra de todos los pronósticos, incluyendo los del mismo escritor.