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LA MUERTE LLAMA DOS VECES

El suicidio de Camila en "Los cuervos", una premonición en la muerte de Betty Rolando

7 de julio de 1986


La segunda muerte de Camila Rotteman ocurrió un mes y medio después de que se ahorcara ante las cámaras en la serie de televisión "Los cuervos". Fue el 3 de junio, a las dos y media de la tarde, cuando la actriz que la interpretaba, Betty Rolando, con una muerte violenta, volvió realidad el papel que la hizo famosa. Las circunstancias de su muerte real fueron similares a las de su papel: trágicas y violentas. Y aunque en la serie no era absurdo el fin de Camila, porque el argumento era coherente con que terminara ahorcándose, en la realidad sí lo fue. Absurdo porque, de acuerdo con sus más allegados, Betty Rolando desesperaba manejando porque lo hacía despaciosamente. Absurdo porque hacía 10 días su Renault-4 había salido del taller de una revisión del eje y la dirección. Absurdo porque el sitio del accidente era su vía habitual y la conocía como la palma de su mano. Pero lo más absurdo del accidente desde el punto de vista médico fue que Betty Rolando de haber llevado puesto el cinturón de seguridad, sin duda se encontraría con una luxación pero nunca muerta, ya que al ser expulsada por el carro, fue a dar contra el pavimento y se destrozó el cráneo.

La descasada

María Teresa Elizabeth Rolando Houli había nacido hace 40 años en Montevideo. A mediados de los años setenta y como consecuencia del arribo de la dictadura a su país, como cientos de uruguayos, se fue de su tierra. Llegó a Colombia a través de una amiga que le consiguió trabajo como asesora de los jardínes infantiles de la Universidad de San Buenaventura, en Bogotá. Sicopedagoga de profesión, le encantaba hacer teatro y en el Uruguay estuvo vinculada al grupo El Galpón, así como al Teatro del Pueblo.

Betty Rolando, el nombre que escogió para su carrera de actriz, llegó a Colombia con su esposo, un pianista uruguayo con quien estuvo unida por más de cinco años, al cabo de los cuales se separaron pero no por la consabida incompatibilidad de caracteres, sino porque se dieron cuenta que su relación amorosa los había medio "apendejado" y cada uno se estaba quedando en su respectiva actividad, cuentan allegados a la pareja. Betty siempre que le preguntaban si era separada, divorciada o viuda, decía con picardía: "Soy descasada. Raúl se fue pero seguimos queriéndonos y comunicándonos. Estamos en receso".

A partir de su "descasamiento" Betty arrendó un apartamento en el village bogotano, la calle 26 con carrera 5a, y dejó su actividad de pedagoga aunque no del todo porque dirigía un grupo de niños en el Murito Blanco.

Luego entró en contacto con su paisano Juan Gentile, fallecido hace algunos años, con quien hizo un montaje de poesías y canciones en Café Literario y luego la obra "Antígona". De ahí pasó al Teatro Popular de Bogotá y luego a La Candelaria como asistente de Santiago García. Paralelamente con su actividad artística, Betty Rolando comenzó a relacionarse con gente del teatro y con los vecinos de su barrio, quienes a partir de ese momento serían sus entrañables amigos. Sincera, detallista pero sobre todo con una gran calidez humana, es la descripción que hacen de ella quienes fueron sus vecinos y amigos.

La médica Luz Elena Sánchez, su hermana colombiana como la llamaba Betty, dice: "Con ella descubrí la verdadera amistad, era una mujer excepcional: fuerte, generosa, solidaria, con un mundo interno muy armónico. No era que no tuviera conflictos sino que los manejaba porque sabía qué era lo que quería de la vida".

Aunque el teatro era su actividad principal comenzó a trabajar en series de televisión. Con un público infantil entre el bolsillo por sus actuaciones en el "Taller del búho", programa para niños que dirigió y presentó, en televisión, su consagración definitiva entre el público adulto fue con un papel principal en el Cuento del Domingo, "Lo que debe ser", dirigido por Alí Humar. En este espacio caracterizó una mujer madura que nunca realizó un trabajo diferente al de su hogar y que estaba casada con un hombre bueno, "bueno entre comillas", decía ella, porque no la golpeaba y era responsable, pero tenía aventuras con otras mujeres cada vez que podía. De este buen hombre se separa cuando conoce otro amor, lo que le cuesta el repudio de sus hijos. Al final queda ella sola y feliz.

Con este papel Betty Rolando se sintió absolutamente realizada. Decía que se estaba actuando. Al sitio que iba encontraba siempre mujeres que la felicitaban y que le comentaban que ellas habían pasado por lo mismo. Los hombres, en cambio, le decían infiel y hasta la insultaban.

Pero los insultos se generalizaron cuando entró a la serie "Los cuervos" a interpretar a la perversa Camila Rotteman, una devoradora de hombres. Aunque el papel le molestaba no tanto porque debía representar a una mujer muy mala que era la negación de su vida cotidiana, ella aseguraba que es falso que un ser humano pueda ser tan bueno y que con este papel tenía la oportunidad no sólo de demostrar que era una actriz versátil sino de sacar sus malos sentimientos por muy escondidos que los tuviera. Le molestaba, sin embargo, la enorme dosis de agresividad y en muchas ocasiones conjuntamente con Alí Humar, aminoraron la violencia de las escenas.

En la última serie de televisión en que estaba trabajando, "Los dueños del poder", representaba un tipo de mujer muy diferente al suyo: muy femenino pero entendiendo la femineidad como debilidad y eso le chocaba profundamente.

Para Betty la televisión era un medio en extremo competitivo y ella que no tenía esa actitud se sentía incómoda y sola, tal vez por eso no tenía muchos amigos en el medio pero quienes se le acercaban y la conocían de inmediato la querían.

Su trabajo en "La noche de las féminas" le significó una frustración porque salió muy rápido de la cartelera y aunque las primeras presentaciones no tuvieron mucho éxito, al final de la obra y con los cambios que se hicieron, se consiguió un excelente trabajo tanto de actuación como transmisión del mensaje que se pretendía.

Pero Betty Rolando no sólo se destacaba actuando sino que como profesora de expresión corporal en el Conservatorio de la Universidad Nacional, dejó una huella imborrable. Ellian Duque, la directora de Extensión Cultural de esa universidad, dice: "Era imposible relacionarse con ella sin percibir su calor humano, su capacidad para entregarse a los demás". En la Nacional asesoraba a los diferentes grupos de teatro para el montaje de obras y también en expresión corporal. Realizaba con mucha frecuencia talleres de eutonía, disciplina que dominaba y que tiene que ver con la tonicidad del cuerpo. Es decir, llegar a pensar con el cuerpo, a saber cuál es el tono muscular.

Pero sus gomas diarias no eran tan excéntricas como la eutonia. Adoraba las baratijas, la ropa hindú y los sombreros, de los cuales decía que le iban muy bien ya que con su cara no era muy afortunada. Su color preferido era el morado y el traje que más quería y con el que la enterraron era el blanco del matrimonio de su abuela y que tenía colgado en la puerta del closet para que cada día en que se despertara, lo viera y recordara su primer amor, su primer beso. -

Semestre negro

Con la muerte de la uruguaya Betty Rolando continúa la racha trágica en la televisión colombiana. En este primer semestre de 1986, seis figuras de la actuación han perecido en distintas circunstancias. Esta es la cronología del semestre negro.

Enero 19. Humberto Martínez Salcedo, el famoso "Maestro Salustiano Tapias". Abogado y periodista. Escritor de libretos radiales y de televisión. Murió de un infarto en su finca en Iza (Boyacá).

Febrero 1°. Boris Roth. Director de teatro y de series de televisión. Famoso por la dirección de "Caso juzgado" y por su papel en el Cuento del Domingo "El viejo". Murió de un infarto al corazón.

Febrero 16. Jaime Ruiz Dorantes. Actor de televisión. Su mejor papel lo consiguió como norteamericano en "La mala hierba". En los últimos tiempos trabajó en "Pequeños gigantes". Murió de una congestión cuando practicaba deporte en cercanías de Subachoque.

Febrero 22. Carmen de Lugo. Una de las pioneras de la televisión en Colombia. Actriz de innumerables series. Esposa de Bernardo Romero Lozano y madre de Bernardo Romero P. Sus últimas actuaciones fueron en el programa "Dejémonos de vainas" como madre de Juan Ramón. Varias complicaciones en su organismo originaron su muerte.

Abril 9. Jaime Saldarriaga. Actor de televisión y uno de los pocos galanes en el medio. Famoso por su actuación de costeño en "El siete mujeres". Asesinado en una discoteca de Barranquilla.