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LOS CURAS Y EL SEXO

La vida sexual del clero en un libro documentadísimo. Datos escandalosos y reveladores.

MARIA MERCEDES CARRANZA
31 de agosto de 1998

La vida sexual de clero
Pepe Rodríguez Ediciones B.
Barcelona, 1998 $ 9.000
Primero, lo primero: este libro, que estudia la vida sexual del clero católico, es una investigación seria y muy documentada y el ánimo del autor al realizarla no ha sido denunciar el hecho de que los curas tengan vida sexual, sino denunciar la aberrante imposición del celibato obligatorio.
Pepe Rodríguez, el autor, es un periodista y profesor español que se ha especializado en la lectura e interpretación del Nuevo Testamento y ha escrito varios libros sobre asuntos que tienen que ver con la Iglesia Católica. En forma dura y sin concesiones analiza y expone.
Resulta que la aceptación del celibato como condición para ser consagrado sacerdote empieza a consolidarse en el Concilio de Nicea, 325 años después de Cristo y sólo en 1123, en el Concilio de Letrán, se convirtió en ley canónica obligatoria. Afirma Rodríguez que no existe ninguna base evangélica que permita imponer al clero el celibato obligatorio. A lo sumo existiría una exégesis errónea de los versículos 19,10 del Evangelio de San Mateo, originada en una traducción incorrecta del texto griego (primera versión que se tiene de su original hebreo), cometida al hacer la versión latina, conocida como Vulgata.
Con datos concretos, cifras y entrevistas a sacerdotes, la mayoría de ellas transcritas con nombres propios y lugar exacto donde éstos hacen su trabajo religioso, el libro demuestra que los miembros del clero en un altísimo porcentaje, calculado en un 60 por ciento del total, tiene una vida sexual activa, ya sea vergonzante o pública. Y va más allá en sus cuentas.
El arduo y extenso trabajo investigativo le permite a Rodríguez presentar estimativos como los siguientes: de los 1.370.574 miembros del clero y personal consagrado que hay hoy en el mundo, un 95 por ciento de ellos se masturba, un 26 por ciento manosea a menores, un 20 por ciento realiza prácticas de carácter homosexual, un 12 por ciento es exclusivamente homosexual y un 7 por ciento comete abusos sexuales graves con menores. ¡Ah! Se sabe también que tres cuartas partes del clero actual se declara en favor del celibato opcional.
Luego de abundar en cifras y estadísticas tan reveladoras como las anteriores, Rodríguez pasa a analizar el asunto desde diversos ángulos como, por ejemplo, el abuso de menores, la homosexualidad, la masturbación, el uso de la prostitución, el sadomasoquismo, el abuso del poder como vía para cometer atropellos sexuales, el drama silencioso de las mujeres que mantienen relaciones amorosas con un sacerdote, el desprecio de éstos por el mundo de la mujer. Y todo ello con casos concretos y -como ya se dijo- con nombres y apellidos.
Trata también algunos puntos bien conflictivos, como la explicación de porqué la Iglesia Católica insiste en el celibato obligatorio, el silencio o la tolerancia ante situaciones aberrantes por parte del alto clero, el celibato como mecanismo de control básico dentro de la estructura clerical católica, la tendencia del clero a acumular riqueza económica como compensación de la carencia sexual y afectiva, el daño sicológico que ésta produce en los religiosos, las aberraciones a que lleva entre ellos el sexo vergonzante.
Y también se entera el lector de este libro de anécdotas sabrosas como que el Papa Juan XII en el año 964 fue muerto de un martillazo por un marido que lo pescó en la cama con su esposa o que durante varios siglos existió un tributo que los religiosos que tenían concubinas pagaban a la Iglesia y que se llamaba 'renta de putas'.
En fin: el libro es muy escándaloso y al terminarlo el lector sólo atina a preguntarse por qué la Iglesia Católica patrocina, tolera e instiga a sus servidores a padecer tantas vergüenzas y a cometer tantas aberraciones.