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MISION IMPOSIBLE

Manzur, Grau y Obregon conforman la Primera Carpeta de Grabado del MAM.

21 de enero de 1991

Hace 20 años la colección del Museo de Arte Moderno de Bogota estaba compuesta por 80 cuadros, que viajaban de una sala a otra, pues la institución no tenía sede propia.
Hoy cuenta con 1.967 obras que reposan en los sotanos de esa mole de cinco mil metros cuadrados que se levanta a espaldas del cerro de Monserrate.

Gloria Zea recuerda ahora que Marta Traba, fundadora y primera directora del Museo, le hizo prometer que lo sacaria adelante cuando le entregó las llaves de la dirección.

Al entrar hoy a ese templo del arte pocos imaginan lo que ha significado convertirlo en lo que es. No obstante, apenas ahora comienza a perfilarse una salida para que el Museo pueda ser independiente en materia económica.

No es facil recaudar los 200 millones de pesos que requiere la entidad cada año, como minimo, para sobrevivir. Pero los propios artistas han propuesto una fórmula genial: institucionalizar el Lanzamiento de una carpeta de grabado, que cumplira al mismo tiempo con tres propósitos. Abrir un nuevo canal para la difusión artistica, permitirle al Museo reducir su deficit económico y ofrecer la oportunidad de que el publico adquiera valiosos originales por un precio inferior al establecido en el mercado del arte.

El sueño empieza a hacerse realidad: Alejandro Obregón, David Manzur y Enrique Grau le donaron a la institución las tres obras que conforman la Primera Carpeta del Grabado. Se trata de 100 ejemplares impresos en los talleres Arte Dos Grafico, numerados y firmados, que se ofrecen a un costo de 980 mil pesos.

Manzur se hace presente con la "Anunciación". Un aguafuerte que muestra una visión dramatica del pasaje bíblico. Rico en texturas, va desde el negro profundo hasta el blanco mas puro.
Es una desfiguración expresiva que se mueve entre la realidad y la fantasia mistica. Obregón retoma la flora submarina y la plasma en "Nepentes" con todas las gamas de azul. La espontaneidad de algunos trazos se combina perfectamente con la precisión de esos detalles en rojo y en blanco que le dan el climax a la obra.
Grau recrea una de las mujeres de sus series clasicas, en "El espejo". A pesar de constituir una serigrafia, parece trabajada en un carboncillo que se mezcla con tonos ocres de gran sensualidad.

Excelente apertura para este nuevo canal del arte. Y un canal apropiado para el museo que posee la mas completa colección de grabado en America Latina.