Home

Cultura

Artículo

CINE

Pariente

Esta película realizada en el pueblo santandereano de Güepsa mezcla elementos del cine de vaqueros y de suspenso, para lograr un equilibrio sorpresivo entre la violencia y la dulzura. ***

Manuel Kalmanovitz G.
8 de octubre de 2016

País: Colombia

Año: 2016

Director: Iván Gaona

Guion: Iván Gaona

Actores: Willington Duarte, René Calderón, Leidy Herrera Castillo

Duración: 115 min

Pariente’ es una rareza en el cine colombiano: una película de género que no tiene nada de televisivo, que no intenta ser del Hollywood de las explosiones, y que tiene tiempo de preguntarse sobre el contexto geográfico e histórico donde sucede su trama. Y lo hace con seriedad e interés, no rápida y utilitariamente como tan a menudo sucede con nuestros filmes de investigadores virtuosos y políticos corruptos.

Logra escapar de lo televisivo gracias al uso de actores no profesionales –justamente la clase de rostros que resultarían muy difíciles de ver en las pantallas si se aprueba la ley que ha empujado el gremio–, por usar una banda sonora arriesgada compuesta por el polifacético Edson Velandia que evita subrayar obviamente la acción, y por unos diálogos nada redundantes que van más allá de explicar lo que estamos viendo.

Es una sorpresa, mejor dicho, tanto por lo que es como por las trampas que evita.

Hay muchos hombres en la película y apenas una mujer protagónica. La historia escrita y dirigida por Iván Gaona es un enredo de amores sinceros y chispazos de violencia, ambientados en las calles y montañas de su Güepsa natal en 2005, cuando se anunciaba con gran despliegue la desmovilización de algunos grupos paramilitares.

La película comienza opresivamente con una reunión en un camino rural mal iluminado, donde cinco hombres esperan a un enviado de estos grupos para entregarle el dinero que han recolectado entre los locales.

Pero desde ahí ya hay sorpresas: en vez de hablar de las injusticias que cometen estos hombres armados o del desvalimiento de los pueblerinos, discuten de sus labores agrícolas y de los trágicos resultados de mezclar la crianza casera de porcinos con la venganza personal. Esta es gente taciturna que no está acostumbrada a bajar la cabeza ante los atropellos de nadie.

Los rostros del elenco escogido por Gaona son memorables. Willington, el protagonista, tiene una gracia fácil, una soltura que la cámara parece celebrar, y sus compañeros encarnan a la perfección cierta versión de una masculinidad rural y melancólica para quienes el peor insulto que pueden dar (o recibir) es que les cuestionen su hombría.

Pero al lado de esa fachada masculina –y de la violencia latente que implica–, Pariente tiene tiempo para desdoblamientos de dulzura que uno puede localizar en las baladas distorsionadas de la banda sonora o en el flirteo casto de Willington con la amada que está a punto de perder, a quien le regala casetes de canciones pegajosas aunque demasiado extrañas para ser éxitos radiales.

Estas gotas de dulzura hacen más chocante la violencia cuando por fin se manifiesta. La película producida por Diana Pérez Mejía es un experimento valioso, con paisajes y rostros expresivos, que nos recuerda la necesidad de un cine de provincia pero no provinciano, un cine generoso, curioso hacia su entorno y sus personajes, un cine ambicioso y amplio de miras, que utilice todas las herramientas que tiene a su alcance –los géneros del cine, la historia del país, las idiosincracias locales– para entendernos mejor. Se estrena el 13 de octubre. n

CARTELERA

Conexión mortal *½

Adaptación anémica de una novela de Stephen King acerca de una especie de epidemia zombi causada por los celulares.

En un lugar de Francia ***

Un doctor rural enfermo debe buscar un reemplazo en este drama que homenajea a la Francia campesina.

Biff ***

Entre el 5 y el 14 de octubre, el Bogotá Film Festival presenta una programación variada.

Miss Peregrine y los niños peculiares ***

Tim Burton regresa al mundo de los jóvenes desadaptados de grandes ojos en su nueva película.