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"Todos deberíamos ser feministas", dice la camiseta que viste Janis (Penélope Cruz) mientras charla con Ana (Milena Smit), y razón no le falta. En 'Madres paralelas', la séptima película en el que trabaja con Penélope Cruz, el director español Pedro Almodóvar ilustra la valentía de ser coherentes entre las posturas personales y las causas justas que se persiguen. | Foto: el deseo/Netflix

CINE

Pedro Almodóvar y Penélope Cruz hablan con SEMANA sobre lo que une maternidades actuales y viejas heridas en ‘Madres paralelas’

El director español entrelaza magistralmente verdades personales con cicatrices históricas mientras aborda el instinto maternal del siglo XXI desde varias perspectivas. SEMANA habló con el maestro y su musa sobre una gran cinta que polariza desde sus temas urgentes.

Alejandro Pérez Echeverry
5 de febrero de 2022

La primera vez que Penélope Cruz apareció en una cinta de Pedro Almodóvar lo hizo fugazmente, en la secuencia inicial de Carne trémula (1997), interpretando a una joven dando a luz en un bus de Madrid. Desde entonces, en siete películas más y en la vida, Cruz ha sido musa, amiga y pieza fundamental del camino de este maestro, con colaboraciones que incluyen la ganadora del Óscar Todo sobre mi madre y Volver. Por eso, que un cuarto de siglo después se vuelvan a acompañar en Madres paralelas, una cinta humana, sensata, tensionante pero optimista en el fondo, parece una perfecta manera de celebrar su unión artística.

La etapa creativa que Almodóvar vive a sus 72 años se distancia de las anteriores. Ya no esquiva su compromiso con su verdad y con la de su país. En Dolor y gloria (2019), el director miró hacia su pasado desde los dolores presentes (en ella, Penélope Cruz interpretó a su madre cuando era niño). Ahora, en Madres paralelas (2021) cruza líneas políticas como nunca antes. Con Cruz y un reparto increíble, el maestro presenta una película urgente que solo podía haber hecho ahora. Y lo motivó saber que un partido político español, que no señala de nombre, pero se sabe que es Vox, se rehúsa a condenar los crímenes del franquismo. Tampoco podía quedarse quieto ante una enseñanza que se trata de reescribir al acomodo.

Su guion es hábil en añadirle a su estudio de maternidades (tema recurrente) un enfoque en los instintos maternos en esta época y entrelazarlo con verdades duras relacionadas con conflictos armados, con víctimas, con derechos humanos, es decir, con temas que no deberían, pero dividen a países enteros. Estos tópicos resuenan fuerte en Colombia y en todo país que tenga fosas comunes por desenterrar y una deuda humanitaria con las familias de los allí encontrados.

LONDON, ENGLAND - JANUARY 26: Director Pedro Almodóvar attends the "Parallel Mothers" London Screening at The Curzon Mayfair on January 26, 2022 in London, England. (Photo by Tim P. Whitby/Getty Images)
Pedro Almodóvar cruza la línea del artista apolítico con esta película. Desde su cine quiere poner temas urgentes sobre la mesa y hacer contrapeso a la desinformación y al revisionismo histórico que pretende pasar por encima de la memoria y de las víctimas. Foto: Tim P. Whitby/Getty Images | Foto: Getty Images
Mucho pasa entre estas dos mujeres desde que se conocen, que podía separarlas, pero hay esperanza en la empatía. | Foto: el deseo/Netflix

La película se hace única e importante en enfrentar las verdades personales e históricas, en establecer lo difícil que es mantener la coherencia entre ambas y en dejar en el aire la esperanza de que es posible. Janis, la protagonista, enfrenta a la vez el impulso de sanar su historia familiar logrando desenterrar a su bisabuelo, muerto a manos de falangistas, mientras en su vida personal encara una decisión durísima que solo ella puede confrontar al revelarla. Pero, por más dura que sea la circunstancia y profundo el dolor, tiene que dar el paso para poder seguir viviendo. La química entre ambas protagonistas es notable y es la razón del optimismo que deja. Ellas, Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit), cruzan destinos en una sala de maternidad, y mucho sucede entre las dos que podía haberlas separado. Pero, en una lección de madurez y empatía, no sucede. Y no parece forzado que no lo sea.

Smit lo hace muy bien, y suma mucho desde la perspectiva de su personaje y de los azotes y preocupaciones de su joven generación. Para sortear el duro personaje, la actriz (nacida en 1996) habló mucho con Cruz y con Aitana (Sanchez-Gijón, quien interpreta a su madre, Teresa) sobre el embarazo y el proceso del parto. No haber parido la inquietaba, pero logró una escena genuina y fuerte.

Para lograrla, Smit también le hizo todo tipo de preguntas a una matrona sobre el parto de una niña adolescente y cómo difiere del parto de una mujer, pues las situaciones y el cuerpo son distintos. Smit construyó a Ana, desde el miedo y el rechazo producido por las circunstancias de su embarazo. Ese lo vivió en el rodaje, donde pensó que era tan fuerte todo lo que pasaba que pensó que algo realmente podía salir mal. Pero todo avanza y revela mucho más que esos colores oscuros y esas dudas.

  Janis enfrenta con una honestidad y coherencia admirables las situaciones moralmente aterradoras que se le presentan, pero esto no significa que no le duelan o que no le tome tiempo y lágrimas. El rol de Janis ya le ha significado reconocimientos a Penélope Cruz.
Janis enfrenta con una honestidad y coherencia admirables las situaciones moralmente aterradoras que se le presentan, pero esto no significa que no le duelan o que no le tome tiempo y lágrimas. El rol de Janis ya le ha significado reconocimientos a Penélope Cruz. | Foto: el deseo/Netflix

De dos horas, Madres paralelas se estrenó en Netflix esta semana y se exhibe también en la Cinemateca de Bogotá. En la entrevista que el director y sus protagonistas le dieron a este medio desde Madrid, se vio, en coherentes hechos, que Cruz respondió algunas preguntas y se ausentó para ser madre (cumplirle un compromiso a su hija) y, cuando salió del cuadro, Almodóvar dirigió el nuevo tiro de cámara. Esto le contaron a SEMANA sobre una producción que promete agitar emociones y discusiones, pues evoca estas palabras de León Tolstói: “A todos nos gusta más la verdad que la mentira, pero, cuando se trata de nuestra vida, a menudo preferimos la mentira a la verdad, porque la mentira justifica nuestra mala vida, mientras que la verdad la desenmascara”.

SEMANA: Penélope, su actuación es impresionante y se sabe que no pudo ser un rol fácil para usted que ahora es madre de dos. ¿Cómo fue el proceso y cuál fue el desafío?

Penélope Cruz: Cuando lo leí, me enamoré totalmente del personaje y me dio mucho susto a la vez; pero ese miedo es la gasolina que necesitamos todos los actores para seguir avanzando y creciendo. Pedro me había hablado de esta historia muchos años antes, cuando hacíamos promoción de Todo sobre mi madre. No le volví a preguntar, pero nunca lo olvidé. Y, en pleno confinamiento, en marzo de 2020, empezamos. Me había dicho que estaba escribiendo esta historia para mí. Tardó poco en terminar, y yo me quedé totalmente fascinada con la historia, con la maravilla de guion, totalmente redondo. Me emocionó muchísimo y pensé, después de alegrarme, “Madre mía, qué miedo, ¿cómo voy a hacer esto?”.

Me enamoré totalmente del personaje y me dio mucho susto a la vez; pero ese miedo es la gasolina que necesitamos los actores para seguir avanzando. Quedé totalmente fascinada con la historia, con la maravilla de guion, totalmente redondo. A partir de ahí fue confiar en él, que lo hago siempre...

A partir de ahí fue confiar en él, que lo hago siempre, y dedicarnos cuatro meses a ensayos. Cuando trabajo con él, no me preparo por otro lado. En otros casos me gusta tener tiempo para prepararme, ya sea sola o con mi profesor de interpretación, Juan Carlos Corazza. Con Pedro sé que él nos va a dar todo su tiempo, su atención, sus ojos, su todo. Además, lo ve todo, no le puedes engañar con nada. Fue un proceso muy bonito, muy intenso y de mucho susto, que es necesario tener, más en un personaje así.

SEMANA: ¿Existe el instinto materno? ¿Se lo ha superado o se lo ha entendido mal?

P.C.: Existe, totalmente, y yo lo he tenido muy marcado desde que era una niña. Y tengo amigas que no lo han tenido nunca. Yo creo que me han criado de una manera en la que me es imposible juzgar, estoy muy agradecida con mis padres por eso, y mucho menos juzgar una cosa tan sagrada como lo es el instinto materno. Tengo amigas que no lo tienen ni lo tendrán nunca y para quienes planteárselo es una pesadilla. Mi caso es diferente, hay algo que me ha llamado, en esta vida tenía que pasar por eso y es lo que vivo con más intensidad, y, de lejos, lo más maravilloso de mi vida: mis hijos, mi relación con mis hijos, mi familia en general. Soy una persona muy familiar.

Pedro ha tratado la maternidad desde tantos ángulos antes, pero presenta en esta historia tres ejemplos de enfrentar la maternidad (que no son los únicos), y lo hace desde un lugar muy particular, peculiar, y sin juzgar ninguno

Y es una de las cosas que me gustan mucho de este guion, que Pedro ha tratado la maternidad desde tantos ángulos ya, pero en esta historia muestra tres ejemplos de enfrentar la maternidad (que no son los únicos) desde un lugar muy particular, peculiar, distintos entre ellos, y sin juzgar a ninguno. Yo con él me identifico en ese sentido. Agradezco esa relación de actriz que trabaja por años con él, de amiga, de espectadora, y al ver lo que él hace, con este y con todos los temas, se ve que le es imposible juzgar a sus personajes o ponerles algún tipo de etiqueta. Siempre busco eso, pero a veces no encuentras un compañero así.

   Este Almodóvar se aleja activamente del artista apolítico que fue por mucho tiempo. En esta, su séptima película con Penélope Cruz, introduce el talento de Milena Smit con un rol esencial.
Este Almodóvar se aleja activamente del artista apolítico que fue por mucho tiempo. En esta, su séptima película con Penélope Cruz, introduce el talento de Milena Smit con un rol esencial. | Foto: getty images

SEMANA: Pedro, su película aborda la maternidad, pero también un tema polarizador como la dignidad de las víctimas y las fosas comunes. ¿Le ha sorprendido la reacción que ha recibido del público en España y afuera?

Pedro Almodóvar: Es un tema muy sensible en España porque no está resuelto, y más de 100.000 desaparecidos continúan enterrados en cunetas y en fosas comunes 85 años después. Vosotros sabéis, en muchos países hay fosas, pero España, según contó una relatoría de la ONU que vino a inspeccionar sobre el terreno los crímenes franquistas, es el país que más tarde ha reaccionado. Es la generación de los bisnietos la que ha reaccionado, la que está pidiendo que se abran las fosas. Es un tema muy caliente y actual, desgraciadamente, y sobre el que los españoles sienten de un modo muy distinto. La mitad, como yo, siente absoluta solidaridad en tratar de resolver esta deuda, porque es una deuda que tiene la sociedad española con los que lucharon por la democracia en los años treinta, pero este siempre ha sido un país dividido. Hay otra parte que no piensa así y que naturalmente esta película no le ha hecho ninguna gracia. No ha habido una reacción directa o física, simplemente me han obviado, pero también esa sensación, valga la redundancia, uno la siente.

“Esto solo sirve para abrir viejas heridas”, dicen muchos críticos. Yo estoy absolutamente en contra de este razonamiento puro de la derecha. Estos hechos no solo no abren heridas antiguas, las cierran. No es una cuestión política, es una cuestión meramente humanitaria. Pero la derecha no lo siente así y pone muchos problemas.

Hay un montón de gente que no ha ido a ver la película porque el tema le resulta totalmente incómodo. Y son las personas que, como en un momento dice Ana, el personaje de Milena, repitiendo palabras de su padre, “Esto solo sirve para abrir viejas heridas”. Yo estoy absolutamente en contra de este razonamiento puro de la derecha. Estos hechos no solo no abren heridas antiguas, las cierran. Lo que piden las familias de los desaparecidos es tener un lugar donde poder ir a rezarles, si son creyentes, o llevarles flores. No es una cuestión política, es una cuestión meramente humanitaria. Pero la derecha no lo siente así y pone muchos problemas.

 En la película, un pueblo que omitió desenterrar la verdad de muchas de sus víctimas a manos del franquismo por temor lo logra después de muchos contratiempos para, al fin, despedirse de ellos.
En la película, un pueblo que omitió desenterrar la verdad de muchas de sus víctimas a manos del franquismo por temor lo logra después de muchos contratiempos para, al fin, despedirse de ellos. Es la única escena en la que la genial Rossy de Palma viste de negro. | Foto: el deseo/Netflix

SEMANA: Colombia tiene una triste cantidad de fosas comunes, y es clave lo que menciona sobre la importancia de mantener vigente el tema, so pena de que se olvide...

P.A.: A las nuevas generaciones no les puedo criticar o culpar de algo que sucedió hace 85 años; pero sí que hay una responsabilidad transgeneracional que se va heredando de padres a hijos, a nietos, bisnietos, en la cual uno no debe ser indiferente a la historia, no se debe ser indiferente a la historia de su país, a la historia de su familia. Yo entiendo que la generación de Milena, nació en 1996, esté muy preocupada por el cambio climático, yo también; o por si va a tener trabajo después de salir de una universidad o por problemas de género que por fin se plantea la gente muy joven, y enhorabuena, pero la memoria histórica no está tan presente.

Trato de llamar la atención de esta generación, no porque me otorgue a mí mismo el papel de maestro que “te va a enseñar algo”, en absoluto, nada parecido, sino porque, desgraciadamente, en este momento, hay un partido de ultraderecha que está intentando revisitar nuestra historia, un partido que no ha denunciado todavía al franquismo

Yo trato de llamar la atención de esta generación, pero no porque me otorgue a mí mismo el papel de maestro que “te va a enseñar algo”, en absoluto, nada parecido, sino que desgraciadamente, en este momento, hay un partido de ultraderecha que está intentando revisitar nuestra historia, la historia que hemos vivido, y pretende contarla a su modo, un partido que no ha denunciado todavía al franquismo. Entonces, cada uno, desde el lugar que ocupa y como pueda, debe desactivar toda esa cantidad de desinformaciones que lanzan acerca de nuestra propia historia. Yo lo desactivo con esta película, y creo que justamente en este momento es muy importante que la generación de Milena sepa cómo ocurrieron las cosas de verdad.

SEMANA: Se enfoca usted en las varias maternidades de esta época y en mujeres de varias generaciones...

P.A.: Se trataba de contar la historia de estas dos madres y de estas distintas maternidades: una no quiere el bebé, está horrorizada ante la idea, y con razón, con miedo físico, incluso; la otra está loca de alegría por tener su hijo. Entonces, hablo de madres solteras. Y ahora mismo, afortunadamente, a una madre soltera no se la mira con los mismos ojos que hace 20, 30 o 40 años. Pero no solo eso, científicamente una mujer puede decidir ser madre sin estar casada, sin haber tenido una relación sexual. Y puedes decidirlo cuando llegue la hora. Creo que ese es un gran logro, y conozco muchas mujeres que lo han hecho.

Ahora mismo, afortunadamente, a una madre soltera no se la mira con los mismos ojos que hace 20, 30 o 40 años. Pero no solo eso, científicamente una mujer puede decidir ser madre sin estar casada, sin haber tenido una relación sexual

Esta película trata de mujeres contemporáneas y su instinto. El de Ana (el personaje de Milena) se despierta cuando da a luz; en cambio, como lo vemos en una escena de la película que me parece muy importante, su madre (Teresa, Aitana Sánchez-Gijón) le confiesa a Janis (el personaje de Penélope) que jamás ha tenido instinto maternal. Y también he conocido a mujeres así. Creo que eso debe ser muy duro cuando tienes hijos; cuando no, es cuestión de coherencia. Pero era muy interesante para mí escribir sobre este tipo de maternidad.

 Aitana Sánchez-Gijón interpreta a Teresa, la madre de la joven Ana, la abuela de su bebé, una mujer sin instinto maternal. Almodóvar asegura que jamás escribió un personaje como ella.
Aitana Sánchez-Gijón interpreta a Teresa, la madre de la joven Ana, la abuela de su bebé, una mujer sin instinto maternal. Almodóvar asegura que jamás escribió un personaje como ella. | Foto: el deseo/Netflix

SEMANA: Es un tema prevalente en su cine, y en esta película lo lleva a otro nivel. ¿Por qué es tan importante para usted y qué giro le dio en este estreno?

P.A.: Es evidente que en mis películas hay muchísimas madres, muchas de ellas interpretadas por la propia Penélope y Julieta Serrano. Yo era un niño de los años cincuenta, y me crie rodeado de mujeres; primeramente, mi madre, que me llevaba a todos los sitios y, si no podía, me dejaba con las vecinas.

Durante mi primera infancia, los primeros diez años de mi vida, escuché en silencio todas las conversaciones y todo lo que ocurría en ese universo femenino que me rodeaba. Era un universo muy lúdico, a veces cantaban. Como se muestra en Dolor y gloria, era una fiesta para mí cuando lavaban la ropa en el río, era todo tan físico que la vida era eso. Después, también, en los patios manchegos, yo escuchaba sobre la vida cotidiana de mis paisanos... sobre la última chica que había quedado embarazada, un terror en ese momento, sobre algún caso de incesto, de esto hablo en Volver. Entonces, para mí escuchar esas conversaciones era un espectáculo, el origen de la ficción así todo aquello fuera realidad. Porque estaba en contacto con las cosas más terribles de la vida y también con las más maravillosas, y todo vehiculado por las mejores voces, que eran las de las mujeres.

Durante los primeros diez años de mi vida, escuché en silencio todas las conversaciones y todo lo que ocurría en ese universo femenino que me rodeaba. Esas conversaciones eran un espectáculo, el origen de la ficción así todo fuera realidad. Estaba en contacto con las cosas más terribles de la vida y también con las más maravillosas, y todo vehiculado por las mejores voces, que eran las de las mujeres.

Creo que esta generación, que era fuertísima, fue la que hizo que España sobreviviera a dos décadas terribles de posguerra, en las que se pasó mucha hambre. Es la generación de mi madre la que tiró para adelante y salvó al país a base de iniciativa y falta de prejuicios. Entonces, creo que esas mujeres que yo recuerdo perfectamente de mi primera infancia han tenido una enorme influencia en los personajes femeninos que he escrito siendo director. Las de Madres paralelas son madres que no tienen que ver con mi experiencia rural. Son madres urbanas, son madres solteras, y una de ellas es una sin instinto maternal, que es algo nuevo en mi filmografía, jamás había escrito un personaje así.

ALMODÓVAR EN STREAMING

Porque ver una película de Almodóvar es querer ver más películas de Almodóvar, SEMANA comparte este paneo de sus obras en los servicios de streaming. Este se hará útil mientras el icónico director estrena su primera película en inglés, una adaptación de Manual para mujeres de la limpieza de la escritora Lucia Berlin, protagonizada por la inigualable Cate Blanchett.

En Netflix Madres paralelas (este afiche generó polémica, fue censurado, pero es nada menos que maravilloso) Mujeres al borde de un ataque de nervios Tacones lejanos La flor de mi secreto La mala educaciónKika Entre tinieblasCarne trémula Hable con ella

En Star+ Dolor y gloria

En HBO Max Los amantes pasajeros

En Mubi Todo sobre mi madre ¡Átame!¿Qué he hecho yo para merecer esto?La ley del deseo