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Una nave tripulada por extraterrestres ha quedado suspendida sobre Johannesburgo, Sudáfrica, después de recorrer el planeta.

CINE

Sector 9

El sudafricano Neill Blomkamp debuta con esta brillante película de ciencia ficción que nos recuerda de qué somos capaces. ***1/2

26 de septiembre de 2009

Título original: Dictrict 9.
Año de estreno: 2009.
Género: Ciencia ficción.
Dirección: Neill Blomkamp.
Guión: Neill Blomkamp y Terri Tatchell.
Actores: Sharlto Copley, Louis Minnaar, Vanessa Haywood, Jed Brophy, Louis Minnaar, Nick Blake, William Allen Young.

El cine de hoy, que a fin de cuentas sucede en los días de los reality shows, se ha acostumbrado a usar la estrategia del falso documental (que tanto les sirvió a Ciudadano Kane, a Zelig y a This is Spinal Tap) para invitar a los espectadores a jugar ese juego que es una película. Es un viejo recurso de la literatura: para conseguir lo que los teóricos llaman "la certificación del relato", para crearles a los lectores la ilusión de que se trata de una historia que sucedió en la realidad, El Quijote finge que es la traducción de unos manuscritos hallados por ahí. Lo mismo ocurre, cuatro siglos después, al comienzo de esta brillante producción sudafricana titulada Sector 9. Lo que pasa es que se trata de un largometraje de ciencia ficción con extraterrestres, naves espaciales y explosiones espectaculares. Y no deja de ser sorprendente que empiece con semejante maniobra, presentándonos los testimonios de una serie de personajes que supuestamente lo vieron todo, como una E! True Hollywood Story pero de mentiras.

El primero que le habla a la cámara -porque esta es, en últimas, su historia- es el señor Wilkus van der Merwe: una nave extraterrestre se quedó suspendida sobre Johannesburgo, Sudáfrica, después de recorrer las ciudades más cinematográficas del planeta; los valientes soldados del Ejército que se atrevieron a entrar en el transbordador, un edificio flotante, encontraron a una atemorizada raza de alienígenas a punto de extinguirse; y el gobierno, en un "gesto humanitario" que nos lleva a pensar en los días del nazismo, del apartheid, del genocidio en Rwanda, tomó la decisión de reubicarlos en una especie de campo de concentración que ha comenzando a salírseles a todos de las manos. La misión del sonriente funcionario Van De Merwe es liderar el traslado de los forasteros intergalácticos, que al parecer no tienen cómo volver a su planeta, a un sector alejado de la ciudad. Pronto se le quitará la sonrisa. Se verá obligado a emprender una carrera de vida o muerte que nos pondrá al día en una verdad: el villano ha sido, es y será eso que llamamos "la humanidad".

Sector 9, que como los grandes relatos de ciencia ficción es mucho más que una fantasía, juega con las convenciones de los documentales, ya lo decíamos, pero también parodia la cámara urgente de las películas de guerra de estos últimos años. No cae en explicaciones no pedidas ni en grandilocuencias ni en mitologías recicladas. Su alegato es sutil, inteligente, lleno de humor. Prefiere descender al lugar de los hechos, al caserío peligroso de donde están sacando a sangre y fuego a los extraterrestres, para ser testigo de la brutalidad de los seres humanos: Van der Merwe vive en cuerpo y alma lo atroces que podemos ser cuando le hallamos una mínima justificación (la guerra, el territorio, el dinero) a esta violencia que es ya un larga historia.