Home

Cultura

Artículo

"SI SALIMOS VIVOS... LA OPERA SIGUE"

Francisco Vergara afirma en entrevista concedida a SEMANA que en Colombia habrá ópera hasta que la gente así lo quiera

6 de junio de 1983


Francisco Vergara, es uno de los cantantes colombianos que ha triunfado en el exterior. El Presidente Belisario Betancur, en cumplimiento de su política de reconocer el talento nacional al servicio del arte, nombró a Vergara funcionario de la embajada de Colombia en Bonn, y recientemente el bajo caleño fué designado Director de la Opera de Colombia, cargo que seguramente desempeñará con acierto, pues como se sabe ha estado vinculado durante muchos años a la Opera de la ciudad alemana de Colonia, donde ha tenido la oportunidad de trabajar con importantes directores europeos y donde ha podido seguir de cerca el desempeño del Superintendente general de dicho teatro, el Dr. Michael Hampe, uno de los más importantes expertos alemanes en ópera.

SEMANA: ¿Qué representa en su carrera la dirección de la Opera de Colombia?
F. VERGARA: Desde el punto de vista de mi carrera, la dirección representa un problema, ya que me obligará a pasar mucho tiempo en Colombia, por lo cual tendré que descuidar mi relación con agentes musicales europeos y las invitaciones a cantar en otros teatros. Sin embargo, si se cree en algo hay que pelear por ello. Tal vez se me tilde de quijote, pero yo creo en la ópera y, en consecuencia, siento la necesidad de trabajar para que en el país se realice un espectáculo como este. Ello no quiere decir que yo sea el más calificado, pero la experiencia de haber estado trabajando durante diez y seis años fuera, con serios profesionales en el campo operático, si vale la pena aprovecharla para beneficio de una empresa como esta que nos hemos propuesto desde hace ya varios años. Por todo ello no lamento que mi carrera como cantante pueda llegar a estancarse...quiero aclarar, que no busqué esta posición y que no descabecé a nadie para llegar a ella, la prueba es que la estoy desempeñando sin ganarme un centavo y aun a costa de mi propio desarrollo profesional.

S.: Obviamente, usted cree en la ópera. Pero, ¿acaso, la ópera es válida en un contexto como el colombiano ?
F. V.: Con frecuencia oígo decir que la mentalidad nuestra no es para la ópera, que la ópera es un arte foráneo, o que somos muchos más folklóricos... A mí, afirmaciones de esta naturaleza, me producen risa. Algún día hay que empezar, y estos argumentos dejarían por fuera casi todas las manifestaciones del arte universal, simplemente porque se originaron en otros países. No hagamos entonces, teatro clásico, eliminemos a Beethoven y a las orquestas sinfónicas, y dediquémonos a defender únicamente el folklore. Yo no soy folklorista, que los especialistas defiendan ese campo. Yo defiendo el mío. Parte de la cultura de un pueblo es trabajar con los clásicos. Ahora bien, si el público, con el correr de los años, rechaza la ópera estoy de acuerdo con que no se realicen temporadas; pero hasta el momento la experiencia ha demostrado que por el contrario la aceptación durante los siete años que hace que estamos haciendo ópera, ha sido creciente y los resultados, en lo que a público se refiere, han sido muy positivos.

S.: Los títulos que conformarán este año la temporada de ópera, son La Bohemia y Madame Butterfly, de Puccini; El Barbero de Sevilla; de Rossini y El Matrimonio Secreto, de Cimarosa. ¿La razón de haber escogido estas obras es que ya existen producciones de algunas de ellas, o más bien que son taquilleras?
F.V.: Inicialmente se había pensado, entre otras obras, en Carmen y en Marina. Esta última, porque al ser en idioma español, podría ser mejor recibida por el público. Sin embargo, nos encontramos con que, por ejemplo, el público de Cali y el de Medellín, pidieron que en vez de Marina les lleváramos El Barbero, lo cual no dejó de sorprendernos y de probarnos una vez más, que el público está mucho más maduro para la ópera de lo que nosotros creemos. En el caso de Carmen, la razón de no realizarla en este año, fue principalmente la dificultad de conseguir a precios razonables, un buen tenor y un buen barítono, para los papeles de Don José y de Escamillo, respectivamente. Existía también el problema de la puesta en escena: Carmen hay que hacerla despampanante, para que llegue a tener el nivel que han tenido las producciones de los últimos años y ello sería muy costoso. Sin duda no estaría bien, haber trabajado durante siete años mejorando cada vez más la calidad del espectáculo, para bajar el nivel en esta ocasión. Era mejor suspender por esta vez a Carmen, y hacer lo que vamos a hacer con la mejor calidad. En cuanto a La Bohemia, la producción existe y es muy bella. Y por otra parte es una ópera que gusta a todo el mundo... Este año tenemos que optimizar la taquilla. Lo mismo ocurre con Matrimonio Secreto, cuya puesta en escena tuvo el año pasado un gran éxito, y es definitivamente una joya.

Sobre la decisión de producir El Barbero de Sevilla, se tomó porque se trata de una ópera que también gusta mucho al público. Además, en esta ocasión, tendremos el privilegio de presentar la misma producción que, bajo la direción del Dr. Hampe, obtuvo un gran éxito en el pasado Festival de Edimburgo... Yo siempre he tenido la impresión de que Opera de Colombia estaba un poco en deuda con esta obra maestra, ya que en anteriores oportunidades se había presentado un poco como si se tratara de un espectáculo circense.

S.: En vista de que Asartes, en adelante, no realizará las temporadas de ópera, ¿En esta nueva etapa la compañía será un ente independiente de Colcultura, o una dependencia del Instituto?
F. V.: La ópera se ha oficializado, se ha institucionalizado. Es cierto que Colcultura no cuenta con unos mecanismos ágiles para llevarla a cabo, y en esta primera edición se ha hecho contacto con Procultura para que la administre. Pero la ópera es parte integral del Instituto de Cultura, y se utilizarán al máximo los mecanismos que necesita la ópera y de que dispone Colcultura para disminuir costos.

S.: Por un momento supongamos que ayer terminó la temporada 83, con éxito. ¿Cómo ve usted el futuro de la ópera en Colombia?
F. V.: Si salimos vivos de esta temporada... la ópera sigue. Mi único deseo es que esta no vaya a ser la ópera de Pacho Vergara... que cuando yo no esté al frente de ella, no sufra el consabido traumatismo de cada vez que hay un cambio. Los interrogantes no nos ayudan y repercuten negativamente en el público. No quiero construir, repito, el monumento a Pacho Vergara, sino una institución nacional.-- Por Fernando Toledo