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La piedra de Guatapé y dos campesinos boyacenses, pintados por Henry Price en 1852. Siglo y medio después los cambios son menores. | Foto: laminas: biblioteca nacional, ilustración henry pricelaminas

EXPOSICIÓN

Una nueva mirada a la Colombia del siglo XIX

El fotógrafo Santiago Harker se dedicó a recrear las imágenes registradas por la Comisión Corográfica en el siglo XIX. El resultado, que se podrá ver en el MamBo, hace reflexionar sobre la historia de Colombia.

11 de octubre de 2014

A mediados del siglo XIX la Comisión Corográfica, liderada por el ingeniero italiano Agustín Codazzi, salió de la capital con el objetivo de recorrer la joven Colombia para documentar su geografía y sus paisajes por medio de mapas y dibujos. El fotógrafo Santiago Harker se embarcó 160 años después en un proyecto similar que terminó convertido en el libro Colombia de reojo, editado por Villegas Editores, y en una exposición del mismo nombre que estará en el MamBo hasta el 9 de noviembre.

“Mi plan inicial era viajar por los pueblos colombianos y fotografiarlos, pero una serie de coincidencias cambiaron mi objetivo y me llevaron a retomar los pasos de la comisión.”, dice el fotógrafo. Con su cámara en una mano y el mapa del siglo XIX en la otra, Harker comenzó a recorrer Colombia y a retratarla. La travesía le tomó casi cinco años y eso que la guerra lo obligó a dejar de lado varios departamentos, entre ellos buena parte de Arauca.

Los dibujantes más afamados de la comisión eran el venezolano Carmelo Fernández, el inglés Henry Price y el colombiano Manuel María Paz. Los dos primeros se destacaban por su destreza con las acuarelas mientras que el último, además de gran pintor, era un magnífico cartógrafo. Unos y otros dejaron para la posteridad centenares de imágenes que se convirtieron en el punto de referencia para Harker, que se dedicó a captar los mismos ángulos con su cámara. En la comparación se puede ver la manera como los paisajes y los lugareños han cambiado. Pero en ciertos casos, como en las fotos tomadas en Santa Rosa de Viterbo, salta a la vista que el tiempo parece haberse detenido. “Son fotografías del siglo XIX tomadas en el siglo XXI”, explica.  

La exposición Colombia de reojo resalta las particularidades de las diferentes regiones, sus distintivos paisajes y sus costumbres. Para Harker la importancia de sus fotografías está en que documentan un momento de la historia de Colombia y de los colombianos. La globalización –dice el fotógrafo- va a hacer que desaparezcan las características que distinguen a los boyacenses de los santandereanos y de los vallunos. Por eso hay que retratarlos ahora y construir una memoria colectiva con imágenes. Y lo mismo ocurrirá con la naturaleza del país. Así como se alcanza a ver el cambio entre el siglo XIX y el XXI, dentro de unas décadas varios lugares de Colombia serán muy distintos.   

Si la Comisión Corográfica emprendió una larga travesía con el objetivo de investigar y describir el territorio nacional, como años antes había hecho la Expedición Botánica de José Celestino Mutis, Harker lo hizo para capturar un momento, llevar al espectador a reflexionar sobre el cambio, y construir memoria patria.