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En la tanda de penales venció 3 a 1 al equipo argentino. | Foto: Carlos Julio Martínez

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El camino que debió recorrer Santa Fe para hacerse a la copa

Santa Fe superó a dos campeones de Libertadores y dos campeones ecuatorianos para poder alcanzar la Copa Suramericana.

9 de diciembre de 2015

Cuando el presidente de Santa Fe, César Pastrana, anunció a principio de 2015 que el objetivo este año era una copa internacional pocos lo escucharon. Pero el equipo continuó su camino con una mirada fija a este final de año en la Copa Sudamericana. Lo hizo después de ser eliminado en la fase cuartos de final de la Copa Libertadores. Cayó en el último minuto ante Internacional de Brasil, lo que dejó una espina atravesada en un plantel que en estos tres años alcanzó todos los títulos en el rentado nacional y quería cerrar este ciclo histórico con broche de oro: una copa internacional.

Con sed de revancha el camino comenzó contra Liga de Loja de Ecuador. En el partido de ida, el equipo bogotano comenzó a mostrar los primeros rasgos del estilo Gerardo Pelusso, el entrenador uruguayo que tomó las riendas del equipo en el segundo semestre. Santa Fe fue sólido en defensa para sacar un cero a cero que encaminaba la serie a su favor. En el partido de vuelta, en el estadio El Campin, Santa Fe mostró su mejor versión: goleó tres a cero a Liga, con un fútbol contundente.

En la segunda ronda el adversario fue un histórico de América: Nacional de Uruguay. El partido de ida en tierras uruguayas mostró por primera vez el carácter del equipo capitalino. Lejos a amilanarse por el escenario o el rival, los cardenales mostraron inteligencia y supieron golpear en los momentos justos. Santa Fe hizo un partido redondo y se llevó un histórico 2 a 0 del Parque Central de Montevideo.

El partido de vuelta en Bogotá, mostró lo que sería una tendencia a lo largo de la competencia: Santa Fe no pudo sacar provecho de la localía y sufrió más de lo necesario para clasificar. Nacional ganó uno a cero en El Campín y tuvo algunas oportunidades de empatar la serie. Sin embargo, los rojos pudieron controlar los embates y avanzar a octavos de final.

En esa instancia Santa Fe se cruzó con el que sería el rival más complejo del recorrido: Emelec de Ecuador. La mitad de la plantilla de ese equipo es la base de la exitosa selección de ese país y tuvo contra las cuerdas a los bogotanos. En el partido de ida ganó 2 a 1, después de dar vuelta al marcador en menos de cinco minutos. En Bogotá, Santa Fe ganó por la mínima diferencia y gracias al gol visitante logró clasificar a los cuartos de final.

Ya en la otra fase se cruzó con un histórico: el multicampeón Independiente que se asomaba como el más encopetado. En Argentina, Santa Fe volvió a mostrar su mejor versión: sólido, inteligente y eficaz. Los cardenales logaron otra victoria para el recuerdo: uno a cero en Avellaneda delante de 40 mil espectadores. En Bogotá, completó la obra y logró un empate 1-1 lo que le dio un tiquete, primera vez, a la semifinal de la Copa Suramericana.

Y llegó el turno de los paraguayos de Sportivo Luqueño. En la ciudad de Luque, Santa Fe tuvo buena fortuna. En el primer tiempo fue superado por su rival que sólo pudo convertir un gol. En la segunda mitad, casi de la nada, el volante Baldomero Perlaza sacó un remate de 30 metros y logró un empate insospechado por el trámite del partido. El empate con gol a favor, hizo que el partido de vuelta en Bogotá fuera más una batalla. Ambos equipos lucharon antes que jugar y Santa Fe impuso su labor defensiva para sacar el arco en cero. Era tiempo de encarar una final continental.

Ante Huracán, Santa Fe resumió todo su camino en esta Copa Suramericana. En el partido de ida mostró una versión sólida, compacta e inteligente y sacó un cero a cero que, a la postre, sería definitivo. En Bogotá sufrió algunos, pero gracias al primer gol pudo encaminar el título. El resto fue fiesta y desborde.

César Pastrana, el presidente que ahora vive tormentas mediáticas por denuncias relacionadas con presuntos pagos para arreglar partidos en 2011 y problemas en la contratación de jugadores, cumplió otro objetivo. Santa Fe por primera vez en su historia gana un título continental y con ello cierra un camino glorioso para el equipo capitalino.