La mala racha de Chris Froome

El 2019 ha sido uno de los años más difíciles a nivel profesional y personal de Chris Froome. El ciclista de 34 años sufrió varias caídas en las competencias más importantes de la temporada, perdiendo así su nivel deportivo y cediendo el paso a otros colegas, como Egan Bernal y Geraint Thomas, para que brillaran como figuras del equipo.

La mala suerte del campeón comenzó en marzo cuando en medio de la segunda etapa de la Vuelta a Cataluña se enredó con dos ciclistas del equipo Bora y cayó en el asfalto a 36 kilómetros de la meta. En esa ocasión Froome terminó con dos raspones en su pierna derecha que sobresalían por los agujeros de su uniforme. Y aunque logró finalizar el recorrido, de ahí en adelante tuvo que ceder el liderato al joven Bernal, quien terminó tercero en el podio.

Tres meses después, las heridas serían aún más graves cuando Froome hizo un reconocimiento del terreno antes de la cuarta etapa del Critérium del Dauphiné. Durante la jornada de entrenamiento, el líder del Team Ineos se chocó contra un muro y fue a parar directo a un hospital al romperse el fémur, el codo derecho y quebrarse varias costillas. 

Ese incidente lo sacó del Tour de Francia, la competencia más preciada para el corredor y la cual aspiraba a ganar por quinta vez en esta edición. "Froome se encuentra en un estado muy grave, está claro que no tomará la salida en el Tour de Francia a principios de julio", afirmó el director del equipo Ineos, Dave Brailsford, en su momento.

A pesar de lo duro de su recuperación, hace algunos días el mismo ciclista compartió en su cuenta de Twitter este video mostrando mejoría física e incluso bromeó diciendo que aunque "ha sido difícil no poder montar este verano, estar en casa ha tenido sus ventajas"; refiriéndose a que ha podido disfrutar tiempo con Kellan y Katie, sus dos pequeños hijos.

Sin embargo, cuando parecía que se habían acabado los accidentes y era hora de volver a la bicicleta, Froome reportó que estará "atrapado dando un pulgar hacia arriba por un par de semanas". Pues el ciclista tuvo un accidente doméstico que lo condujo de nuevo al quirófano.

"Estúpidamente me corté el pulgar con un cuchillo de cocina y tuve que someterme a una cirugía para volver a armar el tendón anoche. Atrapado dando un pulgar hacia arriba por un par de semanas", dijo en su cuenta de Twitter.

El británico finalizó diciendo "este no es mi año" por lo que espera sacudirse de esa tanda de lesiones para volver "más fuerte" en la temporada del 2020.