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Comicios regionales: una elección billonaria

Con un costo cercano al billón de pesos, estas son las elecciones más complejas que debe atender la Registraduría. En un solo día se realizan 3.306 elecciones en más de 1.100 municipios del país. ¿En qué consiste este proceso?

27 de octubre de 2019

Las elecciones regionales que se cumplirán este domingo marcarán un nuevo récord en materia de inversión, logística y movilización de recursos para garantizar la democracia en el país.

El costo del proceso ascendió a 819.220 millones de pesos, cifra que fue girada puntualmente por el Ministerio de Hacienda, ha dicho el registrador Juan Carlos Galindo. Hace cuatro años, el costo de las elecciones alcanzó los 640.000 millones de pesos.

En esta cifra están incluidos todos los procesos que se han seguido desde la inscripción de cédulas de ciudadanos, que iniciaron desde el año pasado, hasta el soporte para los escrutinios y toda la infraestructura de comunicaciones, divulgación de documentos electorales y soporte a las comisiones de escrutinios.

Entre los rubros que mayores ingresos movilizará esta elección están los gastos de personal, por 147.579 millones de pesos; el preconteo, escrutinio y digitalización, por 197.341 millones y el kit electoral, por 207.400 millones.

Esta vez habrá 11.000 puestos de votación que albergarán 115.000 mesas en las que participarán 760.000 jurados para garantizar la transparencia del proceso.

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Para este proceso están habilitados 37,1 millones de colombianos, quienes elegirán 1.101 alcaldes y concejales para igual número de municipios, 32 gobernadores y sus respectivas asambleas departamentales, así como 1.040 juntas administradoras.

Se trata sin duda de una de las elecciones más complejas en términos logísticos para el país porque lo que está de por medio no son ni más ni menos que 3.306 elecciones que se cumplirán en un mismo día, mientras que en las elecciones presidenciales solo se lleva a cabo un proceso.

Esto implica que la Registraduría tiene que imprimir cerca de 157 millones de tarjetas y de formularios electorales. Para tener una dimensión, en las elecciones presidenciales se imprimieron alrededor de 36 millones de tarjetas electorales.

Además, la Registraduría ha diseñado una gran operación para desplegar toda la infraestructura que facilite la transmisión de resultados, la consolidación de los mismos y su respectiva divulgación.

“En este caso vamos a tener prácticamente cinco elecciones: gobernadores, alcaldes, concejos, asambleas y Juntas Administradoras Locales, JAL”, asegura Galindo. En Bogotá, la ciudad con mayor cantidad de votantes del país, solo serán tres elecciones: alcaldes, Concejo y JAL.

Organizar toda esta logística es un gran desafío para la Registraduría, asegura el registrador. Pero en Colombia este proceso tradicionalmente ha sido tan exitoso que incluso ha merecido ser destacado en el exterior, por la transparencia y pulcritud con que se realiza.

Esto sin embargo no ha sido obstáculo para que desde muchas orillas se insista en la necesidad de adoptar el sistema de voto electrónico, un tema reiterativo en cada elección.

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Pero este asunto no trasnocha al registrador Galindo, quien considera que esa no es ninguna panacea, y si ese fuera un modelo tan exitoso e infalible como se ha querido plantear, ya habría sido adoptado por un mayor número de países.

Hoy en las elecciones democráticas que se realizan en 195 países solo 8 de ellos han optado por el voto electrónico.

Tres países grandes que tenían el voto electrónico se devolvieron al voto manual: Inglaterra, Alemania y Holanda”, explica Galindo. Agrega que en algunos países donde el voto electrónico funciona, se han dado fuertes cuestionamientos, como es el caso de Venezuela, donde los comicios para elegir la Asamblea Constituyente fueron duramente cuestionados “y hubo un reconocimiento expreso de que hubo fraude electoral”, explica el registrador.

Además, destacó que con el sistema tradicional existe la posibilidad de hacer la verificación respectiva de votos ya que estos quedan físicos y con el esquema diseñado por la Registraduría, en una hora se conocen los resultados, cuando en casos como el de Venezuela, de voto electrónico, estos se conocieron casi 48 horas después.

La tecnología que desplegamos en todos los procesos es tecnología de punta, y para digitalizar todo lo que necesitamos es increíble, luego yo creo que nuestro sistema es mucho más robusto que un sistema de voto electrónico”, puntualiza el registrador.

 Sin lugar a dudas el desafío de este domingo es monumental en términos tecnológicos y de logística. Pero ya la Registraduría colombiana ha demostrado en sucesivas elecciones que se trata de un proceso que desarrolla con altos estándares tecnológicos y de transparencia, que dan la confianza para la democracia.