Ecopetrol: Estrategias para salvar los proyectos de energías renovables en La Guajira

La normatividad prohíbe, salvo algunas excepciones que están desde hace 30 años, después del apagón, que la generación y la transmisión de energía existan bajo una sola empresa. Tras la compra de más del 50 por ciento de ISA –una de las compañías de transporte de energía más grandes de la región– por parte de Ecopetrol, la petrolera quedó limitada para entrar al negocio de generación de energía, hacia donde se están moviendo las grandes empresas de hidrocarburos en el proceso de transición energética.

En la pasada legislatura se presentó un proyecto de ley, con nombre propio, para permitir la integración vertical en Ecopetrol e ISA y que pudieran entrar al negocio de generación. Este no fue el primer intento para eliminar este escollo. Ya en el Plan Nacional de Desarrollo se había presentado esta iniciativa, pero se hundió en su discusión.

El proyecto, que presentó el senador José David Name, llegó en medio de las accidentadas sesiones en el Congreso por el tránsito de las reformas a la salud, la pensional y la laboral. En medio de un final de legislatura turbulento, el proyecto de integración vertical no tuvo discusión. Ahora Name lo presentará nuevamente el 20 de julio. “Va a entrar por el Senado, pero el presidente le dará mensaje de urgencia y se tramitará conjuntamente entre las comisiones quintas y después va a las dos plenarias”, explicó el senador.

En el proyecto de ley que se presentó en la pasada legislatura se advierte que las inversiones que Ecopetrol está realizando en las Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER) “se ven truncadas por algunas disposiciones en el mercado eléctrico, vigentes desde 1994. Por ello, en el Ministerio de Minas y Energía se propuso incluir una disposición que permitiría la integración vertical de la parte de generación eléctrica de Ecopetrol con FNCER y con ISA”.

El Gobierno insiste en los cambios normativos para que Ecopetrol pueda actuar como generador de energía eléctrica y se convierta en la punta de lanza de las energías renovables no convencionales.

Pero, además, hay un punto crítico. Ya uno de los proyectos eólicos en La Guajira, propiedad de Enel, anunció su suspensión indefinida y otros analizan su futuro ante las dificultades con las comunidades, los bloqueos y la parálisis.La idea es que Ecopetrol entre en los proyectos que están enredados en La Guajira, en una especie de rescate para que no se vayan a morir.

“En vista de que muchas empresas se han retirado de La Guajira de los proyectos eólicos, quisimos darle la potestad a Ecopetrol de poder hacer estos proyectos de generación eléctrica, de desarrollarlos y vender la energía”, dijo Name. Otras de las razones para darle a Ecopetrol esta posibilidad es que, por el nivel de inversiones que se requieren, es de las pocas empresas en el país que podría desarrollar proyectos de hidrógeno, no solo por los recursos, sino porque también cuenta con Reficar.

Para analistas consultados por SEMANA, la iniciativa tiene varios riesgos. Por una parte, quedarse con los proyectos eólicos con la incertidumbre de su desarrollo y sin soluciones en materia social, sería trasladar el problema a Ecopetrol. El caso del proyecto de Enel podría ser la punta del iceberg de nuevas suspensiones. Y, por otra, que reviviría, después de 30 años, la creación de megaempresas públicas de energía que pondrían en riesgo la arquitectura del mercado eléctrico, el cual ha sido uno de los sectores más estables en tres décadas después del apagón.

El objetivo es tener aprobado el proyecto el 16 de diciembre de este año. Sin embargo, en medio de una agenda legislativa intensa y con elecciones regionales, el desafío que enfrenta esta iniciativa no será menor.