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Aunque las ventas de las principales cadenas de comidas rápidas siguen creciendo hay dos temas que preocupan: los altos costos de los arriendos, especialmente en Bogotá, y la gran informalidad en el sector.

RESTAURANTES

El mercado de comidas rápidas: un negocio sabroso

La competencia por el mercado de comidas rápidas está como para alquilar balcón y las exitosas cadenas nacionales compiten de tú a tú con poderosas franquicias internacionales. Panorama del sector.

22 de septiembre de 2012

Siguiendo las tendencias mundiales, los colombianos están comiendo con más frecuencia fuera de casa, lo que está llevando a que muchas cadenas de comida rápida estén haciendo su agosto. Así lo reportan las cajas registradoras de cientos de restaurantes que en los últimos años emprendieron una carrera por ampliar sus negocios en el país y en el exterior. Es tal el auge que en ciudades como Bogotá ya es casi imposible conseguir un buen lugar para un local comercial mientras que cadenas con presencia exclusiva en grandes capitales están abriendo mercado en urbes intermedias.

El año pasado los hogares colombianos gastaron en comidas fuera del hogar 21,8 billones de pesos, un 17 por ciento más que el año anterior. De ese total, 3,6 billones corresponden a restaurantes de comida rápida, de acuerdo con la firma de consultoría de mercados Raddar.

Aprovechando este boom, en los últimos años se han establecido nuevas cadenas internacionales, la mayoría de ellas provenientes de Estados Unidos. Otras están mirando con interés la manera de establecerse en el país a través de franquicias o buscando un socio local.

Y es que en menos de dos décadas se ha producido una revolución en este sector que les ha hecho 'abrir el apetito' a los colombianos. En 1995 existían en Colombia apenas diez cadenas de comida rápida posicionadas pero con la llegada de la multinacional McDonald's en ese año el panorama comenzó a cambiar a un ritmo frenético. Actualmente están Pizza Hut, Dominos Pizza, Kentucky Fried Chicken (KFC), Burger King, Subway, Wendy's, Taco Bell, Papa John's, entre otras.

De acuerdo con el portal de negocios www.losdatos.com, solo 45 empresas de comida rápida (ver gráfico)facturaron el año pasado1,4 billones de pesos, con un crecimiento en las ventas del 25 por ciento frente al año inmediatamente anterior. El número de locales de estas compañías es de 1.165, con un total de empleados de 32.540. En cuanto a las preferencias de los consumidores es claro que la pelea está entre el pollo y la hamburguesa. El 40 por ciento de las ventas de estos establecimientos corresponde a hamburguesas, el 26 por ciento a pollo y el 11 por ciento a pizza.

Los jugadores locales no se han dejado arrinconar y pelean de tú a tú con los extranjeros. Ese es el caso de Hamburguesas El Corral que está en un cabeza a cabeza con McDonald's en la apertura de establecimientos y en ventas. La firma que nació en el país hace 29 años tiene 166 locales en más de 25 ciudades del país. El Corral no solo está en Colombia sino que a través del mecanismo de franquicias tiene locales en Chile, Ecuador y Panamá. Lo mismo sucede con Kokoriko que llegó hace varios años a Miami, y Crepes & Wafles que está presente en Perú, Ecuador Panamá, México y España.

El crecimiento y posicionamiento que han tenido las cadenas de comida rápida colombianas ha llevado a que varios extranjeros le hayan puesto el ojo. Ese es el caso de la compañía española Telepizza que adquirió hace dos años a la firma Jeno's Pizza, que cuenta actualmente con más de 100 locales. Ante el crecimiento de la compañía están pensando en comercializar franquicias.

El año pasado se concretó la compra de Café Oma por parte de Mesoamérica, uno de los fondos de inversión más grandes de Centroamérica. Este mismo fondo dio otro paso estratégico en su incursión en el país ya que hace pocas semanas anunció la compra de Presto, Tacos & Bar-BQ y BBQ, compañías de comida rápida que estaban bajo el control de Frayco.

Mercado en crecimiento

Además de la nueva oferta de establecimientos comerciales otros factores están influyendo en el mayor consumo de comidas rápidas de los colombianos. Uno de ellos es la falta de tiempo que lleva a muchas familias a pedir domicilios, otro es el mayor crecimiento de la economía con tasas cercanas al 5 por ciento, el tamaño de la población -Colombia es el segundo país de Suramérica después de Brasil con mayor número de habitantes- y otro factor es el mejoramiento del ingreso. Así lo ratifica Camilo Herrera, director de Raddar, quien señala que mientras la gente sienta que su ingreso disponible es más alto esta más dispuesta a comer fuera de la casa.

El apetito por este mercado se está viendo en el interés que tienen nuevas cadenas para establecerse en el país. Hace un mes estuvo una visita comercial de empresarios estadounidenses, a propósito del Tratado de Libre Comercio, que manifestaron su intención de invertir en varios sectores económicos del país, entre ellos el de comidas rápidas. Ese es el caso de la cadena Popeye's que intenta competirles a los restaurantes especializados en pollo, los helados Marble Slab, Mister Pretzelt y Dairy Queen, entre otros.

Luis Felipe Jaramillo, director de la feria de franquicias Fanyf y presidente de LFM (Leaders For Management), señala que no solo las cadenas estadounidenses quieren estar aquí sino también hay interés de otros países. Ese es el caso de Go Green, de Guatemala, especializada en ensaladas que acaba de abrir dos locales en Bogotá y que está buscando expandirse, de las firmas brasileñas Habib's, de comida árabe, y Vivenda Do Camar~o, de comida de mar y de dos compañías francesas. Pero también están haciendo fila compañías de Argentina, España y Perú.

Por su parte, el grupo mexicano Alsea, uno de los más grande operadores de franquicias de América Latina, que cuenta dentro de su portafolio con marcas como Domino's Pizza, Burger Kina, Chili's, está pensando en traer al país la cadena de comida china P.F. Chang's China Bistro.

"Este sector está creciendo mucho, están llegando todos y están comprando todo", dice Camilo Herrera, de Raddar, para ratificar el buen momento de estos establecimientos.

Pero no todo es tan bueno en el sector. Luis Bernardo Ojeda, director de losdatos.com señala que uno de los mayores problemas es la gran informalidad. Aunque no hay cifras exactas algunos estudios sugieren que ese fenómeno en el sector de comidas rápidas supera el 50 por ciento. Un estudio de la firma McCann Worldgroup señala que comprar comida en la calle es una costumbre para el 56 por ciento de los colombianos.

Otro hecho conocido es que muchos propietarios legales, con el fin de evadir impuestos, tienen diferentes razones sociales para cada uno de sus establecimientos. De ahí que la Dian haya emprendido una campaña desde hace varios meses para comprobar quiénes cumplen con todos los requisitos y expiden facturas.

Y otro gran cuello de botella, que se está presentando especialmente en Bogotá, es el costo elevado de los arriendos en centros comerciales. Al respecto Jaramillo, de Fanyf, sostiene que el precio de un alquiler debería estar entre el 6 y el 8 por ciento del valor de las ventas, pero en muchos casos eso no se tiene en cuenta y así es imposible que un negocio sea rentable, más en un sector que, como lo dice Naranjo, se volvió inmobiliario, lo que implica tener un brazo financiero fuerte. Con los elevados precios de los arriendos a las compañías de comida rápidas medianas y pequeñas les resulta muy difícil competir con los Goliat del sector.

Por lo pronto, los consumidores colombianos seguirán pendientes de las nuevas opciones que les pueda ofrecer un negocio que cada vez se pone más apetitoso y competido.