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La tasa de desempleo urbano alcanzó el 24,5 por ciento. Por eso, los analistas piden medidas de corto plazo que incentiven crear puestos de trabajo. | Foto: Esteban vega la-rotta

TRABAJO

Generar empleo, la misión apremiante del gobierno para la reactivación

Los planes del Gobierno para incentivar el empleo son un paso importante hacia el futuro. Pero los analistas y empresarios claman por un paquete de medidas más contundente en el corto plazo.

1 de agosto de 2020

A pesar de la reapertura gradual en algunos sectores de la economía en junio, el desempleo siguió en niveles históricamente altos y alcanzó el 19,8 por ciento en el país. Las cifras al cierre del primer semestre muestran que la pandemia ha causado estragos enormes en el mercado y que la reactivación será lenta.

La crisis de desempleo se ha ensañado con los informales, las personas con poca educación, las mujeres y los jóvenes. Y sobre todo en las ciudades: la tasa de desempleo urbano alcanzó el 24,5 por ciento e incluso varias capitales tienen niveles superiores al 30 y hasta el 40 por ciento.

Ante este preocupante panorama, el Gobierno lanzó su plan de reactivación Nuevo Compromiso por Colombia, una especie de ‘New Deal’ criollo inspirado en la estrategia desarrollada en los años treinta por el presidente Franklin D. Roosevelt para reconstruir la economía de Estados Unidos luego de la Gran Depresión.

El plan del Gobierno plantea estimular el empleo mediante todas las formas de lucha. Desde acelerar la ejecución de obras de infraestructura vial y energética e impulsar la construcción de vivienda a partir de más subsidios, hasta adoptar leyes y convocar expertos para que propongan salidas al desempleo.

Como el tiempo apremia, ya radicó una ley de emprendimiento para estimular la creación de más negocios. Y a mediados de agosto radicará otra para dinamizar el mercado de capitales como fuente de recursos para el desarrollo empresarial.

Quizás puso las mayores esperanzas para mover el empleo en los resultados de la Misión de Empleo que lanzó esta semana, encabezada por el experto mexicano Santiago Levy.

Se trata de un conjunto de medidas bien encaminadas y necesarias para recuperar el crecimiento de la economía. Pero quizás se quedan cortas y no van al corazón del problema: qué hacer con los casi 4,5 millones de personas sin empleo, casi una cuarta parte de la fuerza laboral.

El desempleo sigue en máximos históricos

El desempleo sigue en máximos históricos

Por eso ya en algunos sectores surgen voces que reclaman medidas más concretas y contundentes a corto plazo y una especie de plan de choque para impulsar la reactivación y el empleo.

Porque solucionar este último tema no da espera. Ese fue uno de los principales reparos planteados esta semana en la comisión permanente de concertación y políticas salariales que integran gremios y centrales obreras. “La misión de empleo es un espacio necesario para repensar todas esas normas laborales que rigen el país, pero eso va a tomar tiempo. Nos preocupa qué va a pasar con las cosas que ya vienen descuadernándose y requieren ajuste inmediato”, dijo la presidenta de Acopi, Rosmery Quintero, quien representa a las pymes del país.

Sin duda la misión debe tener metas a corto y mediano plazo, pues se trata de un tema muy diagnosticado que ahora necesita salidas rápidas. ¿Cómo lograrlo?

Urgen medidas

La crisis ha evidenciado las grandes falencias del mercado laboral. Por eso, resulta útil para repensar las normas laborales revisar las barreras que hacen que Colombia tenga un desempleo estructuralmente más alto que otros países de la región. A los expertos y empresarios les preocupa que las recomendaciones de la misión coincidan con la campaña electoral. Por esto piden un diagnóstico corto, contundente y concreto que traiga reformas sustanciales a corto plazo. “Si se toman un año o más, las discusiones probablemente le corresponderán al nuevo Gobierno. Hay que tomar las decisiones ya”, dice Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.

También el tiempo apremia para ejecutar los planes revelados en el Compromiso por Colombia. Nadie discute la necesidad de acelerar los grandes proyectos de infraestructura y obras clave como el metro de Bogotá, o dar mayores incentivos para la construcción. Al fin y al cabo estos sectores son intensivos en mano de obra.

Pero se trata de obras a mediano o largo plazo. A corto plazo se necesita un plan de choque con infraestructura más pequeña, como vías terciarias o repavimentaciones, financiables con recursos de regalías. El Gobierno ha hablado de invertir 1,5 billones de pesos en estas, pero los gremios del sector de infraestructura plantearon un plan en este frente de siete billones de pesos financiado con regalías. En otras palabras, se necesita un componente contracíclico más fuerte en este paquete de inversiones por 100 billones de pesos, que generaría un millón de empleos.

Pero también hay que hacer cosas para el corto plazo. En medio de la pandemia, el Gobierno lanzó un paquete de ayudas bien encaminadas, pero cuyo tamaño, celeridad y capacidad de ejecución han sido cuestionados. Decisiones como destinar cerca de ocho billones de pesos para cubrir el subsidio a la nómina son un buen ejemplo: no se han utilizado más de 1,5 billones en los meses de mayo y junio por su lenta ejecución y excesivas talanqueras.

Ángel custodio cabrera  Ministro de Trabajo,  Rosmery quintero Presidenta de Acopi,  Luis fernando Mejía Director de Fedesarrollo.

Ángel custodio cabrera  Ministro de Trabajo, Rosmery quintero Presidenta de Acopi, Luis fernando Mejía Director de Fedesarrollo. 

Por eso hay que pasar de estos apoyos que buscaban reducir la destrucción de empleo y proteger la nómina, a programas que estimulen la creación de nuevos puestos de trabajo. Fedesarrollo ha propuesto que el Estado asuma transitoriamente los costos no salariales de los nuevos empleos para incentivar la contratación formal.

Pero tal vez requiere un paquete de medidas mucho más claras para acelerar la reactivación y el empleo. Entre ellas, reducir los costos no laborales, subsidiar la recontratación y, en general, flexibilizar más las condiciones de los contratos a corto plazo, como propone José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.

La presidenta de Acopi cree que hay que aprovechar la coyuntura para fomentar que las empresas se formalicen, y fortalecer, por ejemplo, a las que han entrado en el régimen simple de tributación. También integrar de un mejor modo las políticas fiscales con las de desarrollo empresarial y las sociales. Todo de manera integral para graduar a los empresarios y tratar de llevarlos a otro nivel.

Revisar los costos no salariales, que en Colombia siguen muy altos, es otra prioridad. Y para gremios como Acopi también hay que revaluar el modelo de las cajas de compensación familiar, pues reciben dinero público, pero hacen actividades privadas que compiten muchas veces con las mismas empresas. “No se trata de acabarlas, sino de reformarlas. Nada puede ser absurdo ni inaudito, hay que revisar todas los temas”, dice Quintero.

La presidenta del Consejo Gremial, Sandra Forero, está de acuerdo en que las medidas del Gobierno van en la dirección correcta. Pero cree que hay que avanzar en modernizar el mercado laboral al revisar las contribuciones a la seguridad social y el trabajo por horas o por días.

Sin duda, la misión estudiará estos temas a largo plazo. Pero tendrán que anunciar medidas más urgentes, porque solucionar el desempleo en el país no da espera.