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| Foto: Javier de la Torre Galvis / Semana

CELULARES

¡Celular sin ataduras!

Con la eliminación de las cláusulas de permanencia por la compra de teléfonos celulares se avecina una mayor competencia en un sector cada vez más movido.

16 de noviembre de 2013

Una decisión de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), que elimina las cláusulas de permanencia cuando un usuario compre un teléfono celular, tiene en alerta a los operadores de telefonía móvil que sienten pasos de animal grande por la mayor competencia que se avecina.

La CRC dio a conocer un proyecto de resolución en el que señala que las compañías de telefonía celular tendrán que celebrar dos contratos con sus usuarios, uno por la prestación del servicio y otro por la compra del equipo y no los podrán amarrar con cláusulas de permanencia de uno, dos o tres años cuando otorgan un subsidio por la compra del aparato, que en la mayoría de los casos es un teléfono inteligente debido a su alto precio.

“En los servicios de comunicaciones móviles, sean estos ofrecidos de manera individual o empaquetada, los proveedores en ningún caso podrán ofrecer a los usuarios, ni incluir en los contratos, cláusulas de permanencia mínima con ocasión del financiamiento o subsidio de equipos terminales móviles ni del financiamiento o subsidio del cargo por conexión”, señala el proyecto de resolución.  

Nicolás Silva, comisionado encargado de la CRC, dice que el fondo de la medida es tratar de que haya mayor transparencia y que el usuario tenga más claridad en torno a cuánto paga por el servicio y cuánto por la compra del teléfono, y permitirles a los operadores que hagan planes más atractivos para retener o captar más usuarios, o que otras compañías puedan ofrecer tarifas competitivas.

Además, si un usuario se quiere pasar a otro operador porque siente que el servicio que le prestan no es el adecuado, lo podrá hacer sin que la compañía le ponga obstáculos. Hasta ahora quien tiene una cláusula de permanencia por la compra de un celular tiene dos opciones: continuar con la operadora hasta que se le venza el plazo o cambiarse, pero pagando el valor que le fue subsidiado. En adelante podrá trasladarse y la nueva compañía asumirá esta obligación y el usuario le tendrá que seguir pagando el servicio y el equipo.

También se acabará la exclusividad entre operadores y fabricantes de teléfonos móviles, con lo cual se abre un abanico de ofertas de equipos en todas las compañías. 

Aunque hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial sobre el tema, algunos operadores de telefonía móvil advierten que los usuarios podrán verse afectados porque tendrían que pagar un mayor precio por sus aparatos. Movistar afirma, por su parte, que toda regulación que busque favorecer la movilidad de los clientes que quieren una mejor calidad le parece muy positiva.

Frente a las advertencias sobre un aumento sustancial en el precio de los celulares porque ya no estarán subsidiados, Silva sostiene que esto no es necesariamente cierto porque la gente termina pagando mucho más con lo que le cobran por el servicio. Además, al comparar el precio final de venta de estos aparatos en otros países, este es muy inferior a los que se cobran en Colombia.

“Esta medida permitirá que otras compañías puedan traer teléfonos a precios más competitivos”, anotó.

En el mismo sentido se pronunció el representante a la Cámara, David Barguil, quien promovió en el Congreso un proyecto de ley sobre la materia. Sostiene que si hay mala calidad en el servicio, altas tarifas y equipos sobrevalorados, no hay razón para amarrar a la gente con contratos de uno, dos y tres años.

Lo cierto es que la competencia que se avecina en el sector arreciará en los próximos meses con esta medida. Las compañías de telefonía celular tienen plazo hasta el 22 de noviembre para expresar sus comentarios a la resolución. Los comisionados se tomarán un tiempo para estudiarlos y darán su veredicto final a finales de este año o comienzos de 2014. Pero no se espera que haya vuelta atrás.