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Tim Cook es el CEO de Apple, compañía que bajó a la gama media de los celulares | Foto: Jiang Xin

CELULARES

Apple cambia las reglas y reacciona

El cambio de estrategia de la poderosa empresa parece estar funcionando, justamente en el año más duro para el negocio de teléfonos móviles.

14 de mayo de 2016

La disputa por el mercado de teléfonos móviles está a mordiscos. Ya casi todas las personas que podían saltar de un teléfono básico a un smartphone lo hicieron en la mayoría de países, y con 7.800 millones de terminales activos en todo el mundo (hay más teléfonos móviles que seres humanos), el único espacio para crecer es arrebatarle clientes a la competencia. Y es lo que se propuso Apple con el reciente lanzamiento de un nuevo dispositivo, el iPhone SE, que se sale de la tendencia dominante de terminales con pantallas grandes y regresa –en un giro sorpresivo– a las pantallas de 4 pulgadas.

Las ventas del nuevo teléfono de Apple, el iPhone SE, han sobrepasado las previsiones y ya se confirmó que la compañía tuvo que elevar los pedidos a los fabricantes de componentes en Asia ante el éxito que parece tener su más reciente producto. La noticia se produce un par de semanas después de que Apple reportara la primera caída en nueve años de las ventas de su teléfono iPhone, principal fuente de ingresos de la empresa.

En el segundo trimestre fiscal de 2016, las ganancias cayeron 22,5 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior, lo que afectó el precio de sus acciones. Tratándose de la empresa con mayor valoración en el mundo, hubo momentáneo pánico. Ya se preveía este resultado y varios analistas habían vaticinado a finales del año pasado que la curva ascendente de este popular teléfono habría de agotarse en los meses siguientes. “Será transitorio”, dijo Tim Cook, convencido de que la explicación tiene que ver con factores económicos internacionales que están afectado a todos los fabricantes, como la contracción en el mercado chino y el comportamiento del dólar.

Apple es fuerte en la llamada gama alta, con sus modelos iPhone 6 y 6s, pero sus rivales, que utilizan el sistema operativo Android, son fuertes sobre todo en las gamas medias y bajas. Y hacia allá apuntó Apple con el iPhone SE, el teléfono más barato que haya producido jamás esta compañía. No es un teléfono de bajo costo, sino que se ubica en el rango medio (en Colombia el precio ronda 1.600.000 pesos), pero está dotado de casi la mayoría de características de sus modelos de gama alta, como el procesador A9, cámara de 12 megapixeles y sensor de huella digital. La jugada es brillante: los teléfonos de gama media de la competencia son bastante más limitados en comparación con los modelos costosos, con lo que Apple pretende arrebatar una porción de usuarios de Android y, según se desprende de los pasos comerciales dados por la empresa, conquistar por primera vez el apetitoso mercado indio y otros mercados emergentes. Todo esto sin sacrificar margen de utilidad.

De acuerdo con la compañía de análisis de mercados IHS, fabricar un iPhone SE le cuesta a Apple 160 dólares, obteniendo de él una ganancia del 67 por ciento, casi el mismo margen de utilidad que obtiene con los costosos iPhone 6s que dejan una rentabilidad del 68 por ciento.

La reacción desde el mundo Android no se hizo esperar. Xiaomi, el fabricante chino que crece como espuma en ventas en Asia, ya anunció un modelo de 4,3 pulgadas con prestaciones de gama alta y precio probablemente similar al del iPhone SE. Y aunque no se conocen cifras de ventas todavía, todo parece indicar que el paso dado por Apple, de bajarse a las gamas medias, era correcto, especialmente en el año en que se espera una baja general de las ventas de teléfonos móviles en el mundo.

Pero la estrategia de Apple tiene otros ingredientes. Tim Cook, el CEO de la compañía y quien sucedió a Steve Jobs, fue claro en su último anuncio en relación con los nuevos acentos: promover el desarrollo de apps de mayor calidad, fortalecer el negocio de contenidos y aprovechar mejor la base instalada de más de 1.000 millones de dispositivos en el mundo con el sistema operativo iOS, lo que incluye acelerar proyectos como el uso en automóviles y la realidad virtual, líneas en las que ya están trabajando y que se sabe en la industria que son tendencias obligadas de los próximos meses.

En el campo de los teléfonos móviles hay pocos competidores. En dispositivos físicos Samsung y Apple dominan el mercado, con Huawei, Xiami y otros fabricantes chinos siguiéndoles; y en sistemas operativos móviles, Apple, con iOS, y Google, con Android, se reparten la torta. Las implicaciones de una concentración tan amplia en el mercado más grande de tecnología son preocupantes. Tan difícil es competir allí que han quedado prácticamente por fuera gigantes como Microsoft, cuyos teléfonos Lumia no han podido hacerse un lugar significativo y su sistema operativo móvil

Windows Phone no tuvo la aceptación que tiene Windows en el mundo de los PC. Otros gigantes, como Sony o Motorola, ocupan lugares menores en las cuotas de mercado.

Hipermonopolios

Las preocupaciones incluyen también el tema de la privacidad y la seguridad de la información. La mayoría de esos 7.800 millones de teléfonos móviles activos en el planeta utilizan sistemas operativos desarrollados por dos compañías, Apple y Google. Hasta ahora ambas han dado muestras de profundo respeto por la privacidad, y en la reciente confrontación entre Apple y el FBI, a raíz de una solicitud de la agencia para que el fabricante le ayudara a penetrar su sistema operativo, pudo verse que estos creadores de tecnología mantienen firmes posiciones en defensa de la privacidad.

El CEO de Google respaldó públicamente a Apple en su decisión de no abrir las llamadas ‘puertas traseras’ para que la autoridad policial pueda penetrar los teléfonos móviles. Y eso demuestra que con una masa de usuarios tan grande como la que tiene esta industria, a los fabricantes no les basta con ofrecer dispositivos de mayores prestaciones, sino también que respondan adecuadamente a los temas sensibles de la opinión pública, como la seguridad o la responsabilidad medioambiental.

Nunca en la industria tecnológica un dispositivo fue tan omnipresente como lo es el teléfono móvil. Ni siquiera los televisores alcanzaron tal grado de penetración, pero, además, nunca un mercado estuvo tan concentrado en prácticamente dos fabricantes, cuyas decisiones afectan a la totalidad de los pobladores del planeta.

Si los teléfonos de formato pequeño, como el iPhone SE de 4 pulgadas, serán de nuevo un estándar del mercado está todavía por verse. Por lo pronto, Apple está demostrando que sigue en capacidad de cambiar las reglas e imponer las tendencias, aun en el año más difícil para el negocio de la telefonía móvil.