Un bitcóin vale poco más de 35 millones de pesos colombianos. Foto: Reuters

CRIPTOMONEDA

La fiebre del Bitcóin

Con una valorización superior al 1.000 por ciento en menos de un año, la más emblemática de las criptomonedas causa sensación en el mundo financiero. Mientras tanto, Nicolás Maduro anuncia la suya, aunque pocos creen que tenga éxito.

9 de diciembre de 2017

Si Warren Buffett y Bill Gates juntaran sus fortunas, que combinadas suman cerca de 173.000 millones de dólares, no les alcanzaría para comprar todos los bitcoines que circulan en el mundo. La masa total de esta moneda digital tiene un valor superior a los 224.000 millones de dólares, más que el PIB de Nueva Zelanda, de Perú o de Qatar, y más de lo que vale Coca-Cola, para citar unos ejemplos. Hace un año exactamente, un bitcóin se cotizaba en 900 dólares y al cierre de esta edición alcanzó los 13.464 dólares. Una verdadera explosión que para algunos significa una burbuja peligrosa y para otros la llegada a la adolescencia de la más emblemática de las criptomonedas.

La primera transacción famosa con bitcoines tuvo lugar el 22 de mayo de 2010, cuando esta moneda era apenas un juego de ingenieros y aficionados al software libre o lo que en la jerga del sector se conocen como geeks. Laszlo Hanyecz pagó 10.000 bitcoines por un par de pizzas extragrandes. Esto equivalía entonces a 40 dólares y la histórica transacción se realizó en uno de los primeros foros de bitcóin en internet.

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Con 10.000 bitcoines en la actualidad se pueden comprar las dos pizzas extragrandes y además fichar a James, a Falcao y a Cuadrado. La razón del boom se encuentra en el creciente interés de inversionistas importantes en el negocio de las criptomonedas. En febrero pasado, un rumor de que la SEC (la agencia que regula los mercados financieros en Estados Unidos) autorizaría transacciones con bitcoines dio inicio a la escalada. El rumor resultó falso, pero el valor de la moneda se duplicó en cuestión de semanas y no ha cesado de hacerlo desde entonces. La semana pasada se confirmó que la Bolsa de Chicago permitirá transacciones a futuro con esta moneda, lo que aumentó la confianza.

Muchos inversionistas que estaban a la expectativa se animaron a sumarse a los incipientes mercados de bitcoines y las cifras comenzaron a volverse significativas. Se cree que asuntos tecnológicos ocurridos este año contribuyeron a aumentar la confianza en esta criptomoneda, como algunos cambios introducidos en el software -porque el bitcóin es básicamente un programa de computador- realizados por la comunidad de desarrolladores que trabajan bajo el modelo de software libre, los cuales mejoraron la eficiencia de la tecnología de bloques, conocida como blockchain, que está detrás del funcionamiento del sistema.

¿De qué se trata?

Las criptomonedas son plataformas de software que generan monedas de un modo diferente a la manera tradicional de acuñarlas, respaldarlas en oro y controlarlas por un banco central de un país cualquiera.

El bitcóin es una moneda virtual, creada por un programa de uso público y transparente, al margen de los bancos y de las autoridades monetarias. El sistema funciona como un libro de contabilidad abierto y a la vista de todos los usuarios, en el que cada transacción con bitcoines queda registrada en un bloque, que podría por analogía compararse con una hoja dentro de un archivo Excel. Cada 10 minutos se genera un bloque de información con todas las últimas transacciones, como si en Excel cada 10 minutos se generase una hoja nueva, que se envía a todos los usuarios, y así se van sumando miles de hojas al archivo. Es imposible que un tercero los modifique porque todos están sincronizados con el mismo archivo. Cualquier ciudadano puede descargar el archivo completo, que tiene muchas gigas, o puede consultar los bloques en línea, en el sitio blockchain.info, de tal modo que no hay posibilidad de fraude y el sistema ofrece un envidiable nivel de seguridad. A tal punto que la banca se interesa por la tecnología blockchain, como muchas industrias que desean adoptarla para mejorar la confiabilidad de sus operaciones.

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Y en esto parece radicar el éxito del bitcóin: en la confianza que genera el sistema. Pero tiene un ingrediente adicional que la hace atractiva: los costos de las transacciones son muy bajos en comparación con los del sector financiero, y el bitcóin es mucho más eficiente, por ejemplo, que el sistema Swift mediante el cual los bancos comunican sus transacciones internacionales.

Una transferencia en bitcóin de un país a otro toma 3 o 4 segundos. Desde luego, el sector financiero ha saltado en numerosas ocasiones contra las criptomonedas, bien sea porque están fuera de su control y de su negocio o porque efectivamente son un escenario de riesgo muy alto. Al nobel Joseph Stiglitz le preocupa el uso que podrían estar haciendo las mafias para el lavado de activos, y el también nobel Jean Tirole cree que se trata de una burbuja y que si llegara a carecer de confianza, esta moneda virtual perdería todo valor repentinamente.

El codirector del banco central en Colombia, Gerardo Hernández, quien ha estudiado a fondo el tema, indicó que las criptomonedas representan un riesgo muy alto, que las están usando para esquemas piramidales y que no tienen validez en el país como medio de pago, aunque, desde luego, aclaró que usar el bitcóin no es una operación ilegal. Hernández reconoce que las innovaciones tecnológicas desafían al sistema financiero tradicional y que las criptomonedas presentan ventajas potenciales por sus bajos costos, pero le preocupa la volatilidad de su valor. Señala también las posibles implicaciones regulatorias que podrían derivarse, como los gravámenes a la riqueza acumulada mediante criptomonedas, el control del lavado de activos y la protección al consumidor.

Pocos países han respaldado oficialmente el bitcóin. Japón es el que mayor adopción registra, mientras que China, que lo apoyó durante algún tiempo, retiró su respaldo hace poco.

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La semana pasada hizo noticia el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando anunció la creación de una criptomoneda a la que bautizó petro. El anuncio causó discusiones sobre su posible impacto. Hernández cree que no afectará a Colombia en modo alguno, dada la pequeña balanza comercial actual. Y el experto en criptomodenas y promotor del bitcóin en Venezuela John Villar, conocedor del proceso de diseño del petro, cree que Maduro se precipitó y que es ambiguo que pretenda crear una criptomoneda respaldada en petróleo. Explica que el principio de las criptomonedas es precisamente no tener respaldo en bienes cuya información puede ser manipulada, y basarse exclusivamente en la confianza que otorgan las tecnologías de encriptación y seguridad.

Para Villar, la idea sería que el país promueva una política pública en favor de las criptomonedas en lugar de crear una nueva. “Criptomonedas respaldadas por ‘commodities’ no sirven; no hay manera de casar el mundo digital con el mundo real, sin que la corrupción en medio afecte a ambos”, dice.

Carlos Mesa, director de la Fundación Bitcóin Colombia, cree que el valor del bitcóin continuará aumentando, empujado por la confianza de inversionistas cada vez más importantes que se acercan a las plataformas transaccionales especializadas.

Ya hay hasta cajeros automáticos para consignar bitcoines y retirar dinero en moneda local. La compañía Athena planea instalar 20 de estos en Colombia en enero próximo. Su funcionamiento es simple. El usuario interactúa como con cualquier otro cajero, pero solo en bitcoines. Puede comprarlos o venderlos y retirar inmediatamente el dinero en pesos colombianos. El usuario necesita una billetera virtual, esencial en cualquier operación con bitcoines, y puede crearla allí mismo en el cajero o utilizar la que ya tenga. No es otra cosa que una app que se descarga en el teléfono móvil.

Burbuja o no, por ahora el bitcóin no da muestras de fatiga y su valor sigue aumentando. Rodolfo Andragnes, director de Bitcóin Argentina, dice estar “cien por ciento seguro de que seguirá creciendo porque se basa en la confianza, y eso solo lo puede otorgar la tecnología”.