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SONO-VIVES

Grabar los Clásicos de la Provincia le sirvió a Sonolux para pasar de la crisis a una época dorada que ahora se pone a prueba con 'La Tierra del Olvido'.

4 de septiembre de 1995

CUANDO SONOLUX DECIdió lanzar el nuevo disco de Carlos Vives, La Tierra del Olvido, en la Organización Ardila Lulle, dueña de la compañía, hubo luz verde para no tacañear engastos. Desde la producción hasta la presentación en sociedad, que se hará el 11 de agosto en Cartagena, tenían que ser de tanto lujo como los de cualquier artista de las ligas mundiales. En fin, se quería meterle todos los fierros a uno de los artistas más consentidos del propio Carlos Ardila Lulle.
El resultado fue un proyecto sin antecedentes en Colombia, cuyo costo supera los 1,2 millones de dólares, algo más de 1.000 millones de pesos. No era para menos. Al fin y al cabo, Carlos Vives no sólo es el cantante que ha superado cualquier cifra de ventas a nivel nacional sino que es la persona que sacó a Sonolux de una de las peores situaciones de su historia.
De hecho,1992 fue un período crítico para la compañía, por cuanto sellos de la talla de Warner y BMG, que trabajaban hasta entonces con Sonolux, decidieron armar toldo aparte y abrir oficina propia en Colombia, que cada vez se convertía en un mercado más interesante para las casas disqueras. Sonolux se quedó prácticamente sin artistas taquilleros y sólo tenía a los tradicionales, como Garzón y Collazos.
Si a eso se une el hecho de que por esa misma época decidieron trasladar su sede de Medellín a Bogotá, lo que implicó despedir a prácticamente todos los trabajadores, con un costo de indemnizaciones bastante alto, la situación se tornó realmente preocupante.
Se acabó el año y nadie en Sonolux veía una salida que les abriera las puertas del éxito. Pero. todo les cambió en 1993, cuando un dlá llegó Carlos Vives como cualquier parroquiano y surgió la oportunidad de firmar con él un contrato. Irónicamente, el cantante samario llegó después de tener un problema con Sony Music, la disquera con la que había grabado los temas de Escalona "Hubo mucha incertidumbre porque era un proyecto muy costoso y no se sabía qué podía pasar con Carlos Vives sin novela, pero decidimos hacerlo y le metimos 120 millones de pesos, una cifra que nunca antes habíamos manejado", le dijo a SEMANA un directivo de Sonolux. A su favor, Carlos Vives tenía el haber logrado ventas de 284.574 copias con el primer disco y de 102.050 con el segundo, que en Colombia son cifras importantes.
Sin duda, Sonolux no se arrepintió de la decisión, pues desde el 28 de agosto de 1993 hasta hoy se han vendido 1,2 millones de copias en Colombia y 1,8 millones más en America Latina, Estados Unidos y España. Se trata de cantidades que superan las de cantantes como Diomedes Díaz, que ha vendido 341.317 unidades con Canto celestial, su último disco; o las de Embajadores Vallenatos con el disco del Santo cachón, que llegó a las 350.000 copias.
Eso le permitió a Sonolux convertirse en la segunda compañía del mercado disquero en 1993, superada solamente por Sony Music. Pero más importante que eso fue el hecho de que sus utilidades aumentaron 304 por ciento al superar los 567 millones de pesos y sus ventas lo hicieron en 48,2 por ciento al llegar a 5.365 millones de pesos.
Lo que nadie esperaba es que en 1994 Sonolux volviera a tener un buen año, sin un nuevo disco de Carlos Vives. Pero sin duda lo tuvo, pues volvió a ocupar el segundo lugar del mercado; sus utilidades crecieron 138 por ciento al superar los 1.350 millones de pesos y sus ventas lo hicieron en 21,1 por ciento, al sumar ó.495 millones de pesos. La razón es muy simple: sacó los dos discos de Café, el de Aura Cristina Geithner y los de Caramelo y Barranco.
Lo que eso significa es que la llegada de Carlos Vives fue como la aparición de la Virgen para Sonolux, no sólo por él mismo sino porque desde ese momento le cambió el destino a una empresa por la que pocos apostaban. Tantos éxitos le permitieron construir un estudio de grabación de dos millones de dólares que inicia operaciones en 15 días como el más moderno de América Latina, lo que le significará nuevos ingresos por cuenta de otros artistas que decidan alquilarle sus servicios y ahorros por cuenta de la producción de los discos suyos.
Sin duda, es grande la 'deuda' que tiene Sonolux con su artista Carlos Vives. De ahí que la fiesta de lanzamiento de La Tierra del Olvido vaya a ser un evento con todas las de la ley, en el auditorio Getsemaní del Centro de Convenciones de Cartagena. Pero además de ser un gesto de agradecimiento, Ardila Lulle sabe que cualquier gasto estará bien compensado.por las ventas del nuevo disco. De hecho, el jueves de la semana pasada, un día antes de que saliera al mercado, los distribuidores ya habían comprado medio millón de copias, lo que asegura que 1995 será la continuación de la época dorada de una de las más tradicional es casas disqueras en Colombia, que realmente sudó la gota fría antes de que aparecieran los Clásicos de la Provincia.