La mitad de los trabajadores colombianos son informales. ¿Cuáles son las consecuencias?

INFORMALIDAD

La mitad de los trabajadores colombianos son informales, ¿cuáles son las consecuencias?

De acuerdo con el Dane, el 50 % de la población ocupada en Colombia es informal.

3 de marzo de 2021

La informalidad laboral es una de las principales preocupaciones para los analistas de mercado y el mismo Gobierno nacional, pues tiene serias consecuencias económicas en el corto y largo plazo.

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la informalidad laboral terminó el año 2020 en el 49,5 % del total de la población ocupada, mientras que en enero de 2021 esa proporción ascendió al 50 %.

Durante el primer mes de este año, la población ocupada de Colombia fue de 10,6 millones (en enero de 2019 había sido de 11,7 millones) de los cuales 5,32 millones son formales y 5,31 millones son trabajadores informales.

La alta informalidad laboral es un fenómeno común en América Latina, lo cual hizo que la región fuera de las más afectadas por el impacto de la pandemia del coronavirus. De hecho, en Colombia se perdieron 519.571 contratos laborales durante 2020 por culpa de la covid-19.

Consecuencias de la informalidad

Para el director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, José Ignacio López, la informalidad laboral está asociada con un problema de desprotección social por parte de los trabajadores.

“Estos no están protegidos por los sistemas establecidos por las normas. Como no cotizan a pensiones y no aportan a salud, eso muestra un menor nivel de protección en comparación con los formales”, dijo López.

Al no cotizar a fondos de pensiones, la población informal no está construyendo un ahorro que le ayude al momento de su jubilación, por lo que estaría forzada a laborar hasta una edad avanzada.

“Más de la mitad de la población posiblemente no está ahorrando, entonces no está aportando a sus fondos de pensiones y no tiene cesantías, por lo cual no puede pensar en inversiones a largo plazo como comprar activos duraderos. Protegerse contra la inflación, por ejemplo, resulta más difícil porque normalmente son menos los bancarizados”, explicó el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte.

En cuanto a la productividad, la informalidad tanto laboral como empresarial está asociada a una menor productividad, lo que se traduce en menos salarios y menos puestos de empleos.

“Las empresas informales tienden a ser pequeñas con sistemas de financiamiento poco adecuados. Suelen ser empresas poco productivas que crecen poco en el tiempo y cuyos trabajadores tienen salarios bajos”, dijo López.

¿Cómo disminuir la informalidad?

Si bien la informalidad aumentó en 2020 porque la pandemia del coronavirus destruyó muchos empleos formales, desplazando así la mano de obra, este es un problema intrínseco y estructural del mercado laboral colombiano.

“La informalidad es la naturaleza de nuestra economía. Esto no es una cosa marginal, es la mitad de la economía. Y el problema es que la informalidad carece de información”, dijo semanas atrás la entonces codirectora del Banco de la República, Ana Fernanda Maiguashca en un evento organizado por Women in Connection.

Algunas de las propuestas para disminuir esta informalidad están enfocadas en la flexibilización y reducción de costos de la contratación en Colombia.

“En el corto plazo se pueden hacer varias cosas y ahora lo más ambicioso que podría hacer Colombia es recomponer y repensar los costos de parafiscales para que sean financiados con formas adicionales de tal manera que el empleo formal sea más barato”, dijo López.

Para Sergio Olarte, una reforma laboral que implemente todas estas modificaciones sería fundamental para promover la formalidad en el país.

“La formalidad es bastante inflexible, una posibilidad es hacer una reforma para revisar la contratación, de tal manera que el trabajador tenga la oportunidad de manera relativamente sencilla de cambiar de trabajo”, dijo Olarte.

Añadió que se pueden implementar iniciativas para incrementar la productividad de los trabajadores colombianos, productividad que no ha aumentado significativamente en los últimos años.

“Otra posibilidad que surge como alternativa es luchar en beneficio de la productividad, hacer campañas de educación y de buena alimentación de los niños para que puedan aprender en los colegios y con ello menos personas, de edades que no deberían estar trabajando, se concentren en educarse y tras ello aumentar la productividad del país. Claramente esto no es inmediato, es un proyecto de largo plazo, que es algo en lo cual Colombia tiene que invertir de manera muy fuerte en la próxima década”, dijo Olarte.

Por su parte, José Ignacio López cree que es necesario conocer la diferencia que hay entre la productividad y el comportamiento del mercado laboral que hay entre las distintas regiones del país.

“El salario mínimo en las regiones es restrictivo y gran parte de la población tiene ingresos por debajo del salario mínimo. Tener un salario mínimo diferencial para el agro o para algunas regiones podrían ser soluciones en el corto plazo que nos vayan moviendo hacia un esquema de mayor formalidad en el país”, dijo López.

Para intentar recuperar los empleos perdidos por culpa de la pandemia, el Gobierno instaló una Misión de Empleo que, se supone, debe entregar recomendaciones para sacar adelante una reforma laboral que disminuya la informalidad.