Más que una mala idea, una contradicción

Es difícil entender la política de transición energética de Colombia: por una parte, en todo foro nacional e internacional que pueda, el alto gobierno expone la urgente necesidad de llevar a cabo la transición energética que pone en peligro la misma existencia de la humanidad. Pero, simultáneamente, la ministra del sector propone tomar medidas que posponen, y posiblemente anulan, dicha transición.

Según informes de prensa, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, planteó en rueda de prensa la posibilidad de tener un precio de la gasolina más bajo, especialmente para las motocicletas, ya que Ecopetrol es un productor nacional.

“Vamos a revisar la metodología porque la actual hace que el galón de la gasolina se valore al precio internacional, pero somos productores y el 50 % es nacional que se mezcla con la importada. No tiene sentido que el 100 % de la gasolina se pase a precio internacional”, señaló la funcionaria.

La propuesta de la ministra no tuvo acogida en el Ministerio de Hacienda. Sobre la propuesta de Vélez, el ministro Ricardo Bonilla dijo que no se puede obligar a Ecopetrol a vender combustibles a tarifas menores. Bonilla fue enfático en afirmar:

“Nosotros no podemos obligar a Ecopetrol a vender por debajo de los precios. Eso es ponerle control de precios a Ecopetrol y nosotros no vamos a llegar a eso. Por eso en las mesas técnicas estoy incorporando a Ecopetrol y a la Comisión de la Regla Fiscal”.

La propuesta de la ministra de bajar el precio de la gasolina a las motocicletas es especialmente desacertada. Hoy Colombia cuenta con un parque de dos ruedas de cerca de 11 millones de vehículos, parque que aumenta en una suma parecida al millón de motos al año.

La transición de motos de combustión interna a eléctricas es lo que se denomina un “fruto bajito”, dado que la inversión es sustancialmente menor y los motores eléctricos y las baterías bastante más pequeños, sencillos y baratos.

Si el Gobierno pretende aliviar la contaminación que generan las motos, tanto ambiental como de ruido, lo que debería realmente estar haciendo es fomentar la transición a motocicletas eléctricas.

Dicha transición debe estar enfocada en dos campos: el primero es el regulatorio, con la finalidad de que antes del 2030 la totalidad de las nuevas motos que entren al mercado sean eléctricas.

Si se quiere apoyar al sector motociclista, lo que el Gobierno debe hacer, en vez de subsidiar la gasolina, es apoyar con créditos blandos y exoneración de impuestos a aquellos que compren motos eléctricas y propiciar la multiplicación de puntos de recarga para las motos.

“No hay mejor transición energética que tener un precio correcto de los combustibles asociados al precio internacional. Esto también viabiliza mucho más la posibilidad de que otra vez el gas natural tenga competitividad”, señaló el experto Julio César Vera, que añadió:

“(Con) el alza de 600 pesos que comenzó a regir el 3 de mayo, el Gobierno nacional se está ahorrando 110.000 millones de pesos en subsidios, aunque en los usuarios habrá un efecto inflacionario”.

Según informes de prensa, el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), Francisco José Lloreda, aseguró que el incremento del precio de la gasolina va en línea con los objetivos en transición energética, porque “es incoherente querer avanzar hacia nuevas fuentes de energía, pero al mismo tiempo subsidiar los combustibles fósiles”.

Apostilla: Otra enorme contradicción del gobierno en la transición a energías limpias es ponerle un impuesto del 6 % a todo nuevo proyecto en este sector.