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CRECIMIENTO

¿Qué tan cerca está el mundo de una crisis?

Las proyecciones de crecimiento mundial están ajustándose a la baja. La Ocde redujo la estimación de 3,5% a 3,3%. ¿Qué tan grave es la situación?

21 de marzo de 2019

Las economías avanzadas están viendo cómo se concretan sus temores acerca del futuro económico. La mayor parte de los países experimentarán este año desaceleraciones importantes frente a 2018. En la lista están China, Estados Unidos y Alemania. A esta última le alcanzará para que su crecimiento sea apenas superior a 0%.

Para la Zona Euro el panorama no es más halagüeño. Según el propio Banco Central Europeo (BCE), no es posible esperar un crecimiento para esta región por más de 1,1%. Si se cumplen los pronósticos del Emisor europeo, el Viejo Continente no va a ver crecimientos más allá de 2% hasta 2022.

El presidente del BCE, Mario Draghi, considera que las amenazas están por el lado de la desaceleración de la demanda global, el impacto de la incertidumbre generada por la guerra comercial, las tensiones geopolíticas y aspectos puntuales de cada país, como, por ejemplo, la desaceleración del sector industrial en Alemania.

Este panorama fue el que llevó al Emisor europeo a aplazar cualquier alza en las tasas de interés, con el objetivo de normalizar la política monetaria, hasta finales de 2019.

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El brexit y su impacto

Dos de los asuntos que más preocupan a los analistas son, en primera instancia, la situación económica de Alemania y, de otra parte, el desenlace del brexit en Inglaterra.

La salida de este país de la Unión Europea puede representar un vercadero tsunami económico para el Viejo Continente. Algunos han considerado, por ejemplo, que de no lograrse una transición ordenada en este proceso, el impacto podría llevarse al menos 8 puntos del PIB de la economía inglesa.

Solo la incertidumbre sobre el futuro de ese país llevó a que la Ocde redujera su previsión de crecimiento de Inglaterra a solo 0,8%. Pero ese escenario podría ser verdaderamente catastrófico en todos los frentes: en lo comercial, en lo fiscal, en lo monetario, en lo bancario y en lo migratorio. Por eso, muchos no se atreven a señalar cuál sería el impacto de una salida abrupta de Inglaterra de la Unión en el PIB de toda Europa. El panorama económico mundial debe ser visto punto por punto.

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El futuro alemán

El otro aspecto relevante es la situación económica de Alemania, pues se prevé que este país apenas va a crecer 0,8% y muchos ya se preguntan si no habrá entrado en recesión técnica.

El principal impacto para el país europeo proviene de la caída mundial de la demanda por sus productos, unos de los más importantes, los vehículos.

Los datos de finales del año pasado fueron el inicio de una racha de malas noticias. Muchos sectores industriales empezaron a dejar rastros negativos de crecimiento: químico y farmacéutico, maquinaria y equipo y automotriz dejaron de crecer.

La preocupación generalizada en el Viejo Continente es que Alemania representa una de las locomotoras de la economía europea. Así que si se confirma la recesión de este año, es de esperarse que ello afecte duramente al resto de países de la región.

Por Estados Unidos no escampa

La situación no es menos crítica para la economía norteamericana. A las tensiones originadas por la guerra comercial se suman las señales de agotamiento en el aparato productivo estadounidense.

En Febrero, el país apenas creó 20.000 empleos, cuando un año atrás había logrado generar nuevas plazas de ocupación para 330.000 personas. A esto se suma que el país concluyó 2018 con el mayor déficit comercial de sus últimos 10 años, alcanzando un valor de US$621.000 millones.

Estos indicadores han hecho que muchos se pregunten si la fórmula del presidente Donald Trump de reducción de impuestos y guerra comercial arancelaria está empezando a mostrar su lado oscuro.

Cuando se han conocido los resultados económicos, los medios y analistas han hecho énfasis en que justamente esos resultados son los contrarios a los que buscó Trump con sus medidas tributarias y arancelarias.

Aún así, todavía queda mucho terreno por recorrer este año.

Los emergentes van a dar la sorpresa

Los que mantienen niveles sólidos de crecimiento son los países emergentes, que según el Fondo Monetario Internacional crecerán en promedio 4,5% en 2019 y 4,9% en 2020.

Como es natural, la batuta la marcan China e India, que mantienen crecimientos por encima de 6% en ambos años.

No obstante, las dos economías muestran una trayectoria completamente distinta.

Mientras que en China hay preocupación por la desaceleración, pues el crecimiento ha venido cayendo desde 2017, de 6,9%, pasando a 6,6% en 2018 y a 6,2% en 2019 y 2020, para India solo hay buenas noticias.

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El crecimiento de esta nación pasó de 6,7% en 2017 a 7,3% en 2018 y se espera que pase a 7,5% y 7,7% entre 2019 y 2020.

El mundo ha venido enfrentando momentos realmente turbulentos durante la última década. Desde la gran crisis financiera de 2008, las autoridades han tenido que sacar todas las herramientas para mantener la estantería mundial.

En los últimos años, ha costadoun gran trabajo sostener un crecimiento estable y son muchas las turbulencias que siguen vigentes. La pregunta sobre qué va a pasar sigue vigente. Esa es una historia a la que hay que hacerle seguimiento.