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EDUCACIÓN

¿Cómo ser 'au pair' y no morir en el intento?

Cuidar niños en el extranjero a cambio de aprender otro idioma es lo que buscan cientos de jóvenes colombianas cada año. Aunque muchas lo logran, para otras la experiencia es una gran decepción.

31 de octubre de 2017

En la familia de Paula Andrea Gaviria muy pocos conocieron su decisión de suspender su carrera de Comunicación Social en el penúltimo semestre para irse a cuidar niños ajenos en otro país. Justo cuando tenía la oportunidad de hacer su práctica profesional en un periódico nacional, tomó sus maletas y viajó de Armenia a Estados Unidos, donde una pareja compuesta por una cubana y un finlandés la esperaba para que fuera la nueva niñera de sus tres pequeños. Muy pocos entendieron que a sus 23 años no estaba renunciando a su carrera de periodista, sino que buscaba “cumplir un requisito básico para conseguir trabajo: hablar inglés”, asegura desde Virginia.

En Colombia, cada año más de 200 jóvenes entre 18 y 26 años viajan a Alemania, Estados Unidos, Francia y China para hacer lo que consideran imposible quedándose acá: aprender una segunda lengua. Se les conoce como au pairs, mujeres jóvenes, solteras y sin hijos que son seleccionadas por familias extranjeras para cuidar a los suyos por un año a cambio de alojamiento, alimento y un salario de aproximadamente 195 dólares semanales dependiendo del lugar.

¿Cómo ser una ‘au pair‘?

En la actualidad existen agencias que ofrecen sus servicios para organizar estos viajes. Estas les piden crear perfiles online para que las familias receptoras puedan conocer los intereses, la experiencia y la formación de cada aspirante. Las jóvenes, por su parte, deben hacer cursos sobre cuidado infantil durante un año y obtener la visa de intercambio cultural.

Una vez adquirida la visa, se debe consignar a la agencia un monto que oscila entre 1 y 2 millones de pesos para cubrir el seguro médico y pagar los tiquetes de ida y de regreso. Para no perder el dinero invertido es necesario cumplir dos requisitos: estudiar el idioma del país de acogida y no quedarse sin empleador.

Paula llegó al estado de Virginia hace cuatro meses a cuidar un niño de 3 años, otro de 7 y el mayor de 9. Todos los días, excepto los fines de semana, les prepara el desayuno y la comida. Tiene que ayudarlos a vestir, llevarlos a la escuela, tenderles las camas y lavarles la ropa. Cuando no asisten al colegio, debe jugar con ellos o llevarlos a la biblioteca, a la piscina o a otras actividades que los padres le digan. Explica que en verano el trabajo se duplica porque los niños están en casa todo el tiempo.


Una de las grandes críticas en contra de esta forma de estudiar idiomas es que las au pairs son explotadas por sus familias de acogida, hasta el punto de quedarse sin tiempo para estudiar y viajar. Aunque no es el caso de Paula, cuenta que conoce amigas que tuvieron que pedir un cambio de casa por esta razón. “Las experiencias de todas las niñeras son muy distintas, porque cada una llega a cuidar de niños más rebeldes que otros, con padres más complicados que otros, es cuestión de suerte. En mi caso he sido muy afortunada”, asegura. Esta futura periodista tiene a disposición un carro para llevar los niños al colegio, usarlo para ir al instituto donde estudia inglés, de 9:00 p.m. a 11:00 p.m., y salir de paseo los fines de semana.

“Estudiamos en instituciones de garaje”


Muy poco se habla de los lugares en los que estudian las au pairs. Las expectativas de ingresar a centros reconocidos muy pronto se estrellan con la realidad y muchas terminan matriculándose en “instituciones de garaje”, las únicas que pueden pagar. “Para que el dinero te alcance, debes estudiar en sitios baratos, pero eso no va a afectar tu proceso de aprendizaje porque si todo el tiempo estás hablando con la gente que vives, es más fácil que aprendas en un año algo que no lograrías en un curso en Colombia”, dice Paula.  
Por esa razón es cada vez más popular invertir en una agencia para ser au pair que pagar casi 3 millones de pesos por un curso de inglés en Colombia, aunque generalmente no obtienen un certificado de estudios.

“La peor experiencia de intercambio cultural”

Para Lucía Gómez su vida como au pair no fue tan idílica como la de Paula: ella se tuvo que devolver de Estados Unidos sin terminar su proceso. “Los niños eran groseros, tenía que hacer lo que ellos querían y, si no, los padres me regañaban. Y aunque logré matricularme en un curso de inglés, muchas veces falté porque no tenía transporte. Al final renuncié a esa familia y, como no conseguí otra, tuve que regresar a Colombia y pagar mi tiquete de regreso”, relata.

A partir de todas sus experiencias muchas niñeras han creado blogs en los que narran las dificultades que han tenido para cumplir su meta de aprender otro idioma. Allí hablan de su arrepentimiento por haber renunciado a sus carreras y trabajos, o de la dificultad para adaptarse una vez retornaron al país. Pero también se pueden leer experiencias positivas que invitan a viajar y aprender como au pair, pero, eso sí, tomando todas las precauciones.  

Esto es lo que debe saber si quiere ser ‘au pair‘

No se deje estafar: busque una agencia reconocida, algunas operan desde hace más de 20 años. Visite su página web, sus instalaciones, asista a las reuniones de socialización que algunas de ellas hacen en las universidades del país. Pida información en la Superintendencia de Industria y Comercio, contacte a la empresa proveedora del servicio en el exterior y asegúrese de que, en efecto, la agencia en Colombia sea un representante autorizado.

Requisitos

Tener entre 18 y 26 años de edad. Contar con un documento que certifique la experiencia como cuidadora de niños (cualquier tipo de experiencia). Saber conducir, tener un nivel de inglés conversacional, ser bachiller y tener buena salud.

Costo

El precio de la agencia puede oscilar entre 1.850.000 y 4 millones de pesos. La mayoría cobra por una inscripción de asesoría, el trámite con la embajada, el valor del programa (incluye tiquetes de ida y de regreso) y el seguro médico.

Las cifras

200 mujeres, aproximadamente, viajan cada año como au pairs

80 por ciento extienden su visa

20 por ciento cambian de estatus a estudiante

55 por ciento van a Alemania

40 por ciento van a Estados Unidos

5 por ciento van a Francia

Fuente: *Cifras únicamente de la Agencia Au Pair en Colombia.