Julián de Zubiría y Moisés Wasserman
Julián de Zubiría y Moisés Wasserman presentan sus posiciones acerca de la reapertura. | Foto: Semana

EDUCACIÓN

¿Estamos preparados para reabrir los colegios? Esto dicen los expertos

Julián de Zubiría, director del Instituto Alberto Merani y el exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wassermán, hablaron sobre lo que será la reapertura de colegios en todo el país.

9 de julio de 2021

Durante la reciente sesión de “#LeerparaConstruir, conversaciones que ayudan a entender la crisis”, organizada por la Editorial de la Universidad Nacional de Colombia, Julián de Zubiría, director del Instituto Alberto Merani y el exrector de la Unal, Moisés Wassermán, hablaron sobre lo que será la reapertura de colegios en todo el país, que según lo estipulado por el Ministerio de Educación se debe sar en “presencialidad plena”, desde el 15 de julio.

Si bien para Zubiría el retorno a las aulas de clase es fundamental para el desarrollo de los niños, “el regreso a clases presenciales requiere más planeación: la ministra de Educación se equivocó al establecer esta condición para todos los colegios el mismo día, lo cual puede ser delicado”.

El pedagogo considera que el retorno debe ser gradual, progresivo y muy seguro, y para esto último se necesita de la participación activa de profesores y padres de familia o acudientes: “La educación presencial la necesitan no solo los niños, sino también los profesores y las madres; una de cada tres mamás perdió su empleo en parte porque ellas son quienes cuidan a los hijos”.

Por su parte, el profesor Moisés Wasserman fue enfático en decir que “la presencialidad es fundamental. Uno de los problemas más serios de este año y medio es que ha habido un ahondamiento en la inequidad y un aumento en la brecha entre quienes tienen acceso a internet y los que no lo tienen o es limitado”, reiteró.

En su opinión, dicho rezago requiere de una época de recuperación y restauración. Además, aparte de los niños que tienen dificultades para el acceso –alrededor del 40 % en las zonas urbanas y entre el 0 y 20 % en las áreas rurales–, también “hay que tener en cuenta a los niños y jóvenes que tienen dificultades académicas y que normalmente requieren un apoyo para superar la falta de comprensión de un problema específico en matemáticas o ciencias; en este momento ellos se encuentran en una inmensa desventaja”, aseguró.

A su turno, la profesora Luz Arabany Ramírez, del Departamento en Informática y Computación de la UNAL Sede Manizales, dijo que la virtualidad ha hecho manifiestas las diferencias entre los estudiantes: “Aún en un mismo salón con dificultades todos éramos iguales, pero ahora existen además las dificultades para la conexión por calidad en la señal o por el espacio desde el cual se conectan, como por ejemplo la sala de su casa, donde además está su familia. La presencialidad permite trabajar con ellos en igualdad de condiciones”.

Los expertos coinciden en que la interacción con los compañeros es fundamental, a veces incluso más importante que con los maestros.

¿Por qué es importante volver a las aulas?

En relación con el papel de la educación en Colombia, Wasserman mencionó que “el objetivo es tener gente instruida capaz de desarrollar sus capacidades, de vivir pacíficamente, de forma positiva; si logramos hacerlo tendremos una buena sociedad, una buena economía y un óptimo desarrollo. La educación debe formar individuos íntegros”.

“La educación es la que nos hace humanos”, afirma con contundencia el profesor Wasserman y agrega: “somos humanos porque tenemos la educación”.

Para el profesor De Zubiría, “la educación cambia la vida de una persona: cuando los hijos de familias de escasos recursos acceden a educación superior cambian los proyectos de vida de ese grupo familiar; a esto se le denomina movilidad social: la educación es la llave maestra para que los hijos de los pobres no estén condenados a la pobreza”.

“Desafortunadamente en Colombia eso no pasa; para que los hijos de los pobres abandonen la pobreza se requieren, según los cálculos del Banco Mundial, 11 generaciones. Esto pasa porque el país no cuenta con una buena educación básica pública”.

“La educación cambia la vida, pero la muy buena educación transforma sociedades, de ahí que ninguna sociedad en el siglo XX salió adelante sin hacer transformaciones educativas”, concluye el maestro De Zubiría.