Helmut Bellingrodt

Al comenzar los Juegos Olímpicos, vale la pena preguntarse por el colombiano que merecería ser nombrado el deportista del siglo en el país. Helmut Bellingrodt consiguió dos medallas olímpicas de plata en la categoría de tiro al jabalí, que son mérito suficiente como para haber obtenido esa distinción. El barranquillero fue el primer deportista nacional en lograr una presea olímpica, en los juegos de Munich en 1972, y el único en repetir este triunfo en los certámenes que se llevaron a cabo en Los Angeles en 1984. El tirador estudió arquitectura, se casó, se divorció y terminó metido en el mundo diplomático. Sus trabajos en este campo siempre fueron en la zona del Caribe porque no le gusta alejarse del mar. Bellingrodt fue cónsul en Venezuela, República Dominicana y Panamá. Actualmente ejerce este mismo cargo en la isla de Aruba. La semana pasada viajó a Sydney en su condición de miembro de la Federación Colombiana de Tiro. Todavía participa en competencias nacionales de tiro al platillo. Es un abanderado y defensor del deporte aficionado. En su ciudad hay quienes piensan que su apellido es Helmut y por eso sus hermanos dicen que gracias a él se acabó el apellido Bellingrodt en esta parte de la Costa.