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QUÉ PASÓ CON

Luis Ernesto Gilibert Vargas

“Yo nací para ser policía. Crecí entre espadas y uniformes franceses, siempre teniendo como referencia a mi abuelo, Jean-Marie Marcelin Gilibert, el fundador de la Policía Nacional”, dice con orgullo el general (r) Luis Ernesto Gilibert.

30 de junio de 2012

“Yo nací para ser policía. Crecí entre espadas y uniformes franceses, siempre teniendo como referencia a mi abuelo, Jean-Marie Marcelin Gilibert, el fundador de la Policía Nacional”, dice con orgullo el general (r) Luis Ernesto Gilibert. Nació en Bogotá en 1943, a los 19 años terminó el bachillerato y a los 20 entró a la Policía Nacional. El oficial recuerda su carrera policial con honor y pasión, incluso considera que cada uno de los sacrificios valieron la pena. “Una vez, cuando salí a cubrir el primer turno que era desde las doce de la noche hasta las seis de la mañana, le dije a mi madre que me sentía realizado por salir a patrullar, luciendo mi uniforme y mis botones brillados”, afirmó el oficial. Y así como de niño soñó con ser policía, de hombre su meta era ser el director de esa institución, y lo logró. El 14 de junio de 2000 el gobierno lo designó como director Nacional de la Policía en reemplazo del general Rosso José Serrano. Entonces se propuso un reto: lograr el acercamiento entre la ciudadanía y la autoridad. En agosto de 2002 anunció su retiro y se dedicó a sus pasiones: la lectura, la escritura y la historia. Hoy hace parte de una oficina de asesores de seguridad integrada por otros oficiales retirados. Vive con su esposa, “la mujer mejor casada del mundo”, dice con gracia, y comparte con sus dos hijos y su nieto de 3 años que le da las mayores alegrías de su vida.